Batalla de Blenheim (1704)
Batalla del paso Shanhai (1644)
Batalla de Breitenfeld (1631)
Batalla de Ankara o Angora (1402)
Batalla de Verdún (1916)
Caída de Constantinopla (1453)
La Armada Invencible (1588)
Campaña de Huaihai (1948-1949)
Batalla de Panipat (1526)
Batalla de Omdurmán (1898)
Batalla de Inkerman (1854)
Batalla de Poltava (1709)
Batalla de Tannenberg (1914)
Batalla de Salamina (480 a. C.)
Batalla de Bosworth (1485)
Batalla de Bunker Hill (1775)
Batalla de Jutlandia (1916)
Batalla de Mohács (1526)
Batalla de las Llanuras de Abraham (1759)
Batalla de Diu (1509)
Batalla del Atlántico (1939-1943)
Batalla de Zama (202 a. C.)
Historia de la pólvora: inventor y evolución
Historia de los satélites artificiales
Historia de los mapas
Historia del radar: inventor y evolución
Historia de la dinamita
Historia del aerodeslizador u Hovercraft
Historia de la silla de montar
Historia del dirigible
Historia del vehículo blindado
Quién inventó el tanque: origen y evolución
Historia del batiscafo: origen e inventor
Quién inventó el submarino: origen y evolución
Origen del avión y de la aviación
Historia del hacha: origen y evolución
Historia del paracaídas: inventor y evolución
Historia del fusil y sus antecesores
Historia de la bomba: origen e inventor
Historia del revólver: origen e inventor
Historia del cañón de protones: origen e inventor
Historia de la ametralladora
Historia de la guerra química
Historia de los cohetes: origen y evolución
Historia de la bomba H: origen e inventor
Historia del bombardeo aéreo
Historia de las armas de fuego: origen e inventor
Batalla de los Cuernos de Hattin (1187)
Batalla de Poitiers (732)
Batalla de Leipzig (1813)
Batalla de Nördlingen (1634)
Sitio y caída de Tenochtitlán (1521)
Batalla de Qadesh (1274 a. C.)
Batalla de Plassey (1757)
Batalla de Hastings (1066)
Operación Bagration (1944)
Batalla de Sekigahara (1600)
Batalla de Naseby (1645)
Batalla de Adrianópolis (378)
Batalla de Stalingrado (1942-1943)
Batalla de Gaugamela (331 a. C.)
Batalla de Trafalgar (1805)
Batalla de Pavía (1525)
Batalla de Liegnitz (1241)
Batalla de Saratoga (1777)
Batalla de las Horcas Caudinas (321 a. C.)
Batalla de Accio o Actium (31 a. C.)
Batalla de Yorktown (1781)
Batalla de Crécy (1346)
Batalla de Antietam (1862)
Batalla de Waterloo (1815)
Batalla de Cannas (216 a. C.)
Batalla de Ayacucho (1824)
Batalla de la Ciudad de México (1847)
Batalla de Lepanto (1571)
Batalla de Malplaquet (1709)
Batalla de Rossbach (1757)
Batalla de Tsushima (1905)
Batalla de Lechfeld (955)
Batalla de Manzikert (1071)
Batalla de Kahlenberg o segundo asedio de Viena (1683)
Batalla de Dien Bien Phu (1954)
La rebelión de Nika (532)
Batalla de Azincourt (1415)
Batalla de Coronel (1914)
Batalla de Jemappes (1792)
Historia del arco y las flechas
Batalla de Sadowa o Königgrätz (1866)
Sitio y batalla de Belgrado (1717)
Batalla de Moscú (1941-1942)
Historia de la tienda de campaña
Historia de las banderas
Batalla naval de las Malvinas (Islas Falkland) (1914)
Batalla de Flodden Field o batalla de Branxton (1513)
Batalla de Maratón (490 a. C.)
Historia del arte militar
Si los técnicos e ingenieros militares hubiesen puesto su genio inventivo al servicio de otros dominios, el destino de la humanidad habría sido sin duda mucho mejor. Aparte de la locomoción mecánica y de la bomba atómica, no hay prácticamente nada que no haya sido inventado en los primeros siglos de nuestra era, o incluso antes.
Bombas incendiarias, guerras de gas, lanzallamas, guerras bacteriológicas e incluso biológicas estuvieron de moda en China en tiempos muy remotos.
Los escandinavos tuvieron, en el siglo X, barcos acorazados con los que espoloneaban a los pobres navíos desarmados de sus enemigos. En el siglo XV, el fusil ya estaba listo. En este terreno, el progreso técnico es incesante; el deseo de matar más y más deprisa hace prodigios.
La fiebre bélica comporta capítulos históricos pintorescos. Uno de ellos fue la invención del submarino, que en su juventud resultaba ser tan peligroso para el submarinista como para sus enemigos y que, en cualquier caso, era agotador, pues había que hacer girar la hélice a mano con un cigüeñal.
Otro capítulo curioso lo constituye la invención del blindaje de navíos de guerra. Los barcos militares se construían en madera muy gruesa, en la cual las balas de cañón sólo hacían agujeros puntuales, lo que, unánimemente, era suficiente para el almirantazgo y para los marineros.
Pero los rusos mostraron los destrozos que podían hacer sus nuevos obuses explosivos, y Dupuy de Lôme, pionero de los acorazados, fue convocado con urgencia en 1858 para que construyera esas fortalezas flotantes que anunciaba desde hacía diez años.
Ya nadie se encontrará en la situación, tan ventajosa, de los conquistadores españoles cara a los indios americanos, a quienes las armas de fuego y los caballos de sus invasores sumieron en una total confusión. Sin embargo, el progreso técnico militar se extendió rápidamente en pocos años, y la muerte también.