Cristóbal Colón

Cristóbal Colón (1451 – 1506) fue un navegante, almirante, cartógrafo de origen genovés. Estando al servicio de la Corona de Castilla fue gobernador y virrey de las Indias Occidentales. Su gran logro es el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492. Su intención era llegar al lejano Oriente (Las Indias) navegando hacia el oeste, pero nadie sospechaba que en medio del camino existía un Nuevo Mundo. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la biografía de Cristóbal Colón.

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Nacimiento y juventud

Los historiadores tienen dudas de la fecha exacta de su nacimiento, pero la teoría más aceptada es que Cristóbal Colón nació el 31 de octubre de 1451 en Génova (actual Italia). Su padre fue Giovanni Colombo y su madre Susana Fontanarossa.

De su juventud existen muy pocos datos y, además, de poca veracidad. Esto es así ya que proceden de la biografía Historia del Almirante, que fue escrita por su hijo Hernando Colón, donde mezclaba hechos fantásticos con los reales. Sí que se sabe que trabajó como tejedor en taller de su padre. Pero como Génova era una ciudad-estado de gran tradición marinera, antes de los dieciocho años Cristóbal Colón ya se había echado a la mar.

Pronto aprendió de forma autodidacta la cartografía y las artes de la navegación. Han llegado hasta nuestros días documentos que informan de los primeros viajes de Colón. Realizó varias travesías por el mar Egeo, otro a Islandia, y diversas expediciones comerciales a Flandes y Portugal.

Precisamente frente a las costas portuguesas donde sufrió un naufragio. El barco en el que iba fue atacado por un buque francés y se fue a pique. La tripulación, de la cual formaba parte Colón, acabó en el agua del Atlántico. Afortunadamente, el joven Cristóbal fue salvado por unos pescadores y llevado a Lisboa. En la capital de Portugal se iba a gestar el primer episodio de su odisea.

La teoría de Colón

Durante cientos de años, los hombres de ciencia, teólogos, y filósofos afirmaban que la Tierra era plana. Es decir, como si fuera un disco y lo delimitaba un infernal océano que se extendía, al oeste, del estrecho de Gibraltar y más allá del cabo Finisterre. Siendo estos dos, los extremos occidentales del mundo conocido.

Se afirmaba que ese océano no era navegable. Todo aquel valiente que se atrevía a adentrarse en sus aguas nunca regresaba. La embarcación caería por terribles abismos o destruida por los miles de monstruos que lo poblaban. Pero al igual que otros, Colón creía que la Tierra era redonda. En muchos puertos de Europa se explicaban leyendas sobre marineros que atravesaron aquel terrible y enorme mar, encontrado tierra al otro lado.

Colón pensaba que era posible alcanzar navegando hacia el oeste al extremo oriental de Asia, tal como Marco Polo había hecho por tierra. Su teoría consistía en dirigirse hacia el oeste por mar rodeando la Tierra. Algo que explicaba gráficamente gracias a un huevo (el famoso huevo de Colón).

Este fue su obsesión y su sueño. Lo que no sospechaba es que entre Europa y las míticas Cipango (actual Japón) y Catay (actual China) existía todo un continente por descubrir y explorar. Esto hizo que más adelante fuese e protagonista de la gesta individual más relevante de la historia de la humanidad: el descubrimiento de América. Pero lo más curioso del caso es que Colón murió sin ser consciente de su gran hallazgo.

Estancia en Portugal

Encontrándose Colón en Portugal el año 1476, la capital lusa era el mejor lugar ideal para todo aquél que le gustara el mar. Se estableció en Lisboa como comisionado de los mercaderes genoveses. Al poco, contrajo matrimonio con Felipa Moniz de Perestrello, que era la hija de un importante personaje en la corte portuguesa. Este hecho le abrió las puertas de personas importantes e influyentes.

Apasionado de los escritos de Marco Polo, Cristóbal Colón defendía la idea de alcanzar las fabulosas tierras de Oriente navegando, puesto que la Tierra era redonda. Aunque solo había navegado como marinero, en 1484 se presentó ante el rey de Portugal Juan II, afirmando que podía ser capaz de llevar a cabo su idea.

El rey luso pareció interesado en principio. Le otorgó el grado de capitán e hizo que una comisión de expertos analizara la propuesta. Finalmente, Juan II aceptó el proyecto, pero no navegando hacia el oeste, en la latitud de las islas Canarias. El motivo era que esos mares estaban reservados a Castilla mediante el Tratado de Alcazobas (1479). En cambio, le propusieron que realizase el viaje por una ruta más septentrional, algo que Colón no aceptó.

Por si fuera poco, los portugueses estaban buscando abrir una vía comercial hacia Oriente navegando por el sur de África. Esto hizo que la expedición planeada por el genovés pasase a un segundo plano. Pese a ello, Colón no renunciaba a la gloria que, estaba convencido, iba a proporcionarle su idea.

Llegada a España

En el año 1485, Colón viajó a España sin tener ni un céntimo. Le acogieron los franciscanos del convento de La Rábida (Huelva). Aquellos monjes estaban muy vinculados a las islas Canarias y al mundo marinero. Además, tenían la nunciatura de Guinea con jurisdicción sobre los archipiélagos del atlántico.

Así, pudieron ponerle en contacto con Alonso Pinzón, que era un armador local y muy apreciado en el puerto de Palos. Pinzón se ilusionó con el proyecto que le explicó Colón y consiguió una entrevista con el duque de Medinaceli. Éste, tras oír sus ideas, le ofreció algo de dinero y le escribió una carta de presentación para los Reyes Católicos. Animado por la bondad de los franciscanos y Pinzón, y la generosidad del duque, Colón viajó a Córdoba, donde estaba instalada la corte, con su valiosa recomendación del duque de Medinacelli.

Capitulaciones de Santa Fe

Finalmente, consiguió ser recibido por los monarcas de España el 20 de enero de 1486., Fernando se mostró poco interesado y evasivo durante la audiencia. Pero en cambio la reina Isabel tuvo a bien que una comisión de peritos analizara la propuesta de Colón. Mientras la junta de técnicos deliberaba, le concedieron una pequeña pensión y se le alojó en Salamanca. Allí, Colón hizo venir de Portugal a su Diego después de que su esposa falleciese.

El veredicto de los expertos de la corte fue contrario a los planes del genovés, ya que opinaban que los cálculos eran erróneos. En efecto, los cálculos realizados por Colón situaban las costas o archipiélagos asiáticos a 750 leguas al oeste de las islas Canarias, algo que no era correcto.

Los Reyes Católicos informaron en Málaga a Colón. Pero le aseguraron que volverían a tratar el tema cuando terminase la guerra de Granada contra los musulmanes. Mientras tanto, el navegante portugués Bartolomé Díaz descubrió el cabo de Buena Esperanza por parte portuguesa. Esto supuso la creación una ruta hacia la India rodeando África y el desinterés por el proyecto de Colón de llegar a las mismas tierras por occidente.

La monarquía española tardaba en responder, por lo que el genovés pensó que tal vez en Francia financiarían su proyecto. Pero a medio camino, mientras llegó de nuevo a La Rábida, su amigo el prior le aconsejó que esperara un poco. Y es que el Reino de Granada acababa de caer y los reyes pronto darían una respuesta.

Efectivamente, pronto fue llamado y en una nueva audiencia con los monarcas, Colón quería que se le nombrara virrey de todas las tierras que descubriese y ser nombrado Gran Almirante de la Mar Océana. Por si fuera poco, exigió el 10% de todos los beneficios que generase la expedición.

El rey Fernando dando por inadmisibles estas pretensiones montó en cólera y finalizó la entrevista. Resignado, el genovés continuó su viaje hacia Francia. Pero al poco tiempo fue alcanzado por un emisario del tesorero del reino Luis Santángel. Un judío converso, que había convencido a la reina Isabel adelantando el dinero necesario para realizar la expedición. Por fin, el gran sueño de Colón se iba a hacer realidad. El trato se rubrico mediante las denominadas capitulaciones de Santa Fe el 17 de abril de 1492.

Primer viaje de Colón (1492-1493)

Tras firmarse las capitulaciones de Santa Fe y reunir algo más de dos millones de maravedíes, se prepararon dos carabelas, la Pinta y la Niña, y la nao Santa María. El 3 de agosto de 1492 los tres navíos partieron del puerto de Palos de Moguer rumbo a San Sebastián de la Gomera (Islas Canarias).

Las tres carabelas y la tripulación

Estos barcos eran fuertes y pequeños, que con buen tiempo, podían alcanzar los siete nudos de velocidad. Pero si no había viento, podían moverse con remos sin excesivo esfuerzo. Debido a su tamaño, la tripulación dormía en cubierta y solo había un camarote para el capitán.

Contaban con un pequeño horno en el centro del barco donde se cocinaba una vez al día. Para medir el tiempo se empleaba un reloj de arena que se volteaba cada media hora. Éste era un elemento imprescindible para la navegación y seguir correctamente el rumbo.

En cuanto a la tripulación, estaba formada por ochenta y siete hombres: marinos, grumetes, un intérprete, un despensero, tres médicos y un representante de la reina. Éste último era el tesorero de la expedición y responsable de las cuentas de las piedras preciosas y el oro que había a bordo.

Contrariamente a lo que se indica en muchas historias en torno al viaje, los marineros no eran presidiarios. Solo tres de ellos habían tenido problemas con la justicia del reino de Castilla. Al principio del viaje el ambiente era muy bueno. Por lo menos, antes de que el cansancio hiciera mella en el personal.

Cuenta el diario de abordo que cada vez que se servía la comida o se daba la vuelta al reloj de arena se hacía cantando. Al caer la noche, la tripulación se reunía para contar historia y cantaban un himno religioso, seguramente el Salve Regina.

Colón descubre América

La travesía del primer viaje de Cristóbal Colón duró treinta y tres días. Gracias a los vientos favorables que provenían del este. Los tres barcos arribaron el 12 de octubre de 1492 a la isla de Guanahani, bautizada por Colón como San Salvador (actualmente isla de Watling, en las Bahamas).

El primero en divisar el objetivo y gritar “¡Tierra!” fue el marinero Juan Rodríguez Bermejo, conocido como Rodrigo de Triana. Así ganó los mil maravedíes que el rey Fernando había prometido al primero que viese las costas de Asia.

El almirante genovés puso pie en tierra junto a los oficiales, el notario real y el capellán de la expedición. Lo primero que hizo fue arrodillarse y dar gracias a Dios. Con gran suntuosidad tomó posesión de la isla en el nombre de los Reyes Católicos. Mientras tanto, un numeroso grupo de indígenas desnudos y aparentemente inofensivos, contemplaban con curiosidad a los recién llegados.

Colón escribiría: «Son tan generosos con lo que tienen que nadie lo creería de no haberlo visto. Si alguien quiere algo de lo que poseen, nunca dicen que no; al contrario, invitan a compartirlo y demuestran tanto cariño como si toda su alma fuera en ello...»

Los nativos de estas tierras fueron posteriormente identificadas como los indios tainos, una etnia que después desapareció. El asombro de los navegantes era enorme, jamás habían oído un idioma como ese y tampoco habían visto nunca a nadie de esa raza. Una raza que no se parecía en nada a lo que hasta entonces habían conocido.

Desde la recién descubierta San Salvador, Colón navegó hacia el sur con el ánimo de llegar al país del Gran Khan (en la Indias). Por el camino descubrió nuevas islas, entre ellas Cuba, a la que llamó Juana. En esta nueva tierra observaron que los nativos fumaban cigarros por la nariz. Algo nunca visto e inconcebible en Europa, donde todavía no se conocía el tabaco.

Posteriormente llegó a La Española, una gran isla que hoy forman Haití y la República Dominicana. Lamentablemente, allí la Santa María embarrancó y fue imposible recuperarla. La solución fue trasladar la tripulación a los otros dos navíos y recorrer el litoral.

En la costa norte de esta isla, Colón hizo construir una pequeña fortificación a la que llamó Navidad. En ella dejó cuarenta hombres al cargo antes iniciar el regreso. El 16 de enero de 1493, la Pinta y la Niña emprendieron viaje de regreso a España, donde arribaron pocas semanas después.

Regreso triunfal a España

En el reino de Castilla la hazaña del descubrimiento causó sensación. Inmediatamente, Colón tuvo un apoteósico recibimiento en Palos y desde allí viajo por tierra a la ciudad Barcelona para verse con los Reyes Católicos. El almirante trajo del Nuevo Mundo exóticas frutas, pájaros de colores, tabaco e incluso algunos nativos como prueba de su gran logro.

Al iniciarse la audiencia, se arrodilló ante Isabel y Fernando. Pero éstos le invitaron a que se sentase a su lado para explicarles su aventura con todo detalle. Las capitulaciones acordadas en Santa Fe fueron completamente respetadas, por lo que Colón había ganado mucho dinero. Para su sorpresa, los soberanos insistieron en que se hiciera de nuevo a la mar para consolidar y extender sus descubrimientos.

Una de las debilidades de Colón era su desmedida ambición. Prueba de ello es que cuando el rey Fernando le preguntó a quién debía pagar los mil maravedíes al primero que avistó tierra, el genovés le dijo que le correspondían a él. Rodrigo de Triana, muy enfadado por este hecho, viajó a Marruecos, donde más tarde se convirtió al Islam.

El segundo viaje de Colón (1493-1496)

El segundo viaje de Colón comenzó el 25 de septiembre de 1493. En cierto modo, este viaje supuso el inicio de su declive, pues puso de manifiesto sus pocas dotes de mando y reveló el gran error cometido dejando a los cuarenta hombres solos en el fuerte de Navidad.

De nuevo, no hubo contratiempos en la travesía. Po lo que en algo más de un mes las diecisiete naves con mil doscientos hombres a bordo que formaban la expedición, llegó a La Española. En esta ocasión, Cristóbal Colón tenía la misión de consolidar la presencia española las Indias y descubrir más tierras hasta alcanzar los territorios de Catay.

A su llegada, todos pudieron comprobar que el rudimentario fuerte Navidad había sido pasto de las llamas. De los cuarenta hombres, solo pudieron encontrar sus cadáveres entre los escombros. Sin duda, habían sufrido un ataque de los indígenas. Al adentrarse en el interior de la isla se encontraron a un cacique Guacanagari. Pero no fueron capaces de obtener una respuesta clara y convincente de lo que había sucedido en la fortificación española.

Desde ese momento Colón comenzó tener serios problemas con los nativos. Les amenazó con hacerlos esclavos si no le entregaban oro y especias en grandes cantidades. Del mismo modo también tuvo serios problemas con sus propios compañeros. Éstos, disgustados porque un viaje que iba a ser toda una aventura, se estaba convirtiendo en algo molesto, dificultoso e incómodo.

El almirante genovés dio muestras de sus malas dotes de mando. En ocasiones era demasiado blando y, en otras, demasiado duro ante la misma conducta. No tuvo la capacidad de imponerse y se comenzó a ver que el gran navegante era un pésimo administrador. Su carácter se mostraba vengativo, indeciso e iracundo. Tanto fue así, que hasta sus colaboradores empezaron a odiarlo y, a su regreso a España, lo criticaron en sus informes a la corte.

Tercer viaje (1498-1500)

En su tercer viaje, Cristóbal Colón partió del puerto de Sanlúcar de Barrameda el 30 de mayo de 1498. En esta ocasión, la expedición estaba formado por seis navíos. El 1 de agosto desembarcó por primera vez en tierra continental, en la que es la actual Venezuela.

Para evitar los problemas sucedidos en segundo viaje, los reyes designaron un comisario real que embarcó con la expedición. Era Francisco de Bobadilla, y tenía plenos poderes para tratar de poner orden en la gobernación de Colón. Pero los problemas se repitieron. Así que Bobadilla ordenó arrestar al genovés y a sus hermanos y los envió a España. Una vez allí, fueron acusados diversos crímenes, incluyendo injusticia manifiesta y severidad excesiva.

El almirante regresó a la Península encadenado. Cuando la reina Isabel de Castilla tuvo conocimiento de este hecho, mandó ponerlo en libertad de inmediato. Aun así, Colón reclamó su parte los beneficios por la expedición, pero los soberanos no satisficieron su demanda. Además, le destituyeron como gobernador y suprimieron todos sus privilegios. No obstante, respetaron su título de almirante y el de virrey.

Cuarto y último viaje (1502-1504)

El 3 de abril de 1502 Colón inició desde Sevilla su cuarto y último viaje. En esta ocasión la expedición exploró Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Jamaica. Pero por culpa de un huracán sus naves sufrieron graves daños y quedaron paralizadas durante un año.

Cuando llegó la ayudad desde Santo Domingo, los españoles se hallaban abatidos y el genovés sufría fuertes dolores debido a la artritis. Tenía cincuenta años recién cumplidos, pero por su desgaste, aparentaba muchísimos más. Su rostro mostraba profundas arrugas, grandes ojeras en los ojos y el pelo casi totalmente blanco.

Su regreso definitivo a España se produjo el 7 de noviembre de 1504. Nada más llegar, solicitó una audiencia con el rey Fernando, que le recibió en Segovia. Lamentablemente, la reina Isabel había muerto y Colón ya no contaba con su favor. Colón le suplicó que le restituyera sus antiguos privilegios, pero Fernando se negó obstinadamente a atender sus quejas.

Muerte y testamento

Enfermo y cansado, el almirante se instaló en un convento franciscano de Valladolid y redactó su testamento el 19 de mayo de 1506, un día antes de su fallecimiento. Efectivamente, Cristóbal Colón murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid (España) con 54 años de edad.

Exhaló su último suspiro pensando todavía que había llegado a las Indias Orientales y que el palacio del Gran Khan de Catay estaba en algún lugar de Costa Rica. Pretendió hallar el camino que conducía a las Indias. Un lugar de enorme belleza y exótico, descrito por Marco Polo en sus viajes. Sin saberlo, había descubierto un nuevo continente al que más tarde, gracias a Américo Vespucio, darían el nombre de América. Con su descubrimiento concluía la Edad Media y daba comienzo una nueva era.

En su testamento, firmado ante el escribano de cámara de los Reyes Católicos Pedro de Inoxedo, Dejó como cumplidores de su última voluntad y testamentarios y a su hijo Diego Colón, a su hermano Bartolomé Colón y a Juan de Porras, tesorero de Vizcaya. En ese documento, Cristóbal Colón se autodenominaba almirante, gobernador y virrey de las tierras e islas de las Indias descubiertas y por descubrir.​

Importancia y repercusiones de los Viajes de Colón

Los viajes de Cristóbal Colón tuvieron un profundo impacto en la historia de la exploración y la expansión geográfica. Marcaron el inicio de la exploración europea del Nuevo Mundo, que cambiaría para siempre la geografía y las relaciones culturales y económicas del planeta. Además, el legado de Colón es recordado a través de la celebración del Día de la Raza (12 de octubre), que conmemora su llegada a América y su influencia en la cultura hispana.

Sin embargo, los viajes de Colón también están marcados por controversias y desafíos éticos. La colonización europea de América llevó a la explotación, la esclavitud y la devastación de las poblaciones indígenas, lo que plantea cuestiones morales y políticas significativas. En los últimos años, ha habido un debate sobre la celebración de Colón y su legado, con algunas voces que piden una reevaluación de su papel en la historia a la luz de los impactos negativos en las poblaciones indígenas.

En resumen, los cuatro viajes de Cristóbal Colón representan un capítulo fundamental en la historia de la humanidad. A pesar de los desafíos y las controversias, su contribución a la expansión del conocimiento geográfico y a la creación de un mundo globalizado es incuestionable. La figura de Cristóbal Colón sigue siendo objeto de estudio y debate, y su historia continúa fascinando a personas de todo el mundo. Su vida y sus viajes son un recordatorio de la capacidad del ser humano para explorar lo desconocido y cambiar el curso de la historia.

Legado y Controversias

El legado de Cristóbal Colón es complejo y controvertido. Por un lado, su viaje de 1492 marcó un hito en la historia de la exploración y el descubrimiento geográfico, y abrió la puerta a la colonización europea de América. Sin embargo, también es recordado por los impactos negativos que tuvo en las poblaciones indígenas de América, incluyendo la explotación, la esclavitud y la transmisión de enfermedades que diezmaron a las comunidades nativas.

Además, Colón no fue el primero en llegar a América, ya que los vikingos, liderados por Leif Erikson, habían establecido asentamientos en América del Norte varios siglos antes. A pesar de esto, el viaje de Colón tuvo un impacto mucho más significativo en la historia y en la relación entre el Viejo y el Nuevo Mundo.

En los últimos años, ha habido un debate sobre la celebración de Colón y su legado, con algunas voces que piden una reevaluación de su papel en la historia a la luz de los impactos negativos en las poblaciones indígenas. A pesar de las controversias, el nombre de Cristóbal Colón sigue siendo sinónimo de valentía y exploración en la historia de la humanidad.

Cronología de la vida de Cristóbal Colón

A continuación puedes encontrar un resumen de la biografía de Cristóbal Colón en forma de cronología o línea del tiempo (timeline). Así no te perderás ningún acontecimiento o hito importante de la vida de Cristóbal Colón:

• Año 1451: El 31 de octubre nace Cristóbal Colón en Génova.
• Año 1476: El barco en el que viaja de marinero naufraga frente a las costas de Portugal y Colón es llevado a Lisboa.
• Año 1478: Se casa con Felipa Moniz de Perestrello. Se introduce en la corte portuguesa.
• Año 1484: Ofrece su proyecto descubridor al rey de Portugal, Juan II.
• Año 1485: Se traslada a España. Llega al monasterio de La Rábida. Fallecimiento de su esposa.
• Año 1486: Primera entrevista con los Reyes Católicos.
• Año 1492: Capitulaciones de Santa Fe. Primer viaje y descubrimiento de América.
• Año 1493: Regreso a la Península. Entrevista en Barcelona con los reyes, que le confirman sus privilegios. Inicia el segundo viaje.
• Año 1494: Exploración de Cuba y La Española.
• Año 1495: Primeras guerras entre españoles e indios. Quejas en la corte contra Colón.
• Año 1496: Regreso de su segundo viaje.
• Año 1499: Nombramiento de Francisco de Bobadilla para sustituirle en la gobernación de las Indias.
• Año 1502: Inicio del cuarto viaje. Descubrimiento del istmo centroamericano.
• Año 1504: Regreso definitivo a España. Intenta sin éxito que el rey le restituya en sus cargos.
• Año 1506: Redacta su testamento y muere el 20 de mayo.

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Fuentes y bibliografía

– COLÓN, C. (2011). Diario de abordo. Madrid. Editorial Edaf.
– COLÓN, H. (1892). Historia del almirante Don Cristóbal Colón. Madrid. Imprenta Tomas Minuesa.
– DELGADO, J. (2012). Cristóbal Colón: origen y vida. Madrid. Bubok Publishing.
– DÍAZ-TRECHUELO, M. L. (2006). Cristóbal Colón. Madrid. Ediciones Palabra.
– FERNÁNDEZ, C. (1883). Colón y Pinzón. Madrid. Real Academia de la Historia.
– FERNÁNDEZ, F. (1992). Colón. Barcelona. Editorial Crítica.
– FERNÁNDEZ, R. (1987). Capitulaciones colombinas (1492-1506). México DF. Colegio de Michoacán.
– IRWING, W. (1851). Vida y viajes de Cristóbal Colón. Madrid. Gaspar y Roig.
– LÓPEZ, F. (1922). Historia General de las Indias. Madrid. Editorial Calpe.
– RIGHAM, K. (1990). Cristóbal Colón, vida y descubrimiento a la luz de sus profecías. Barcelona. Clie.
– VARELA, C. (2006). La caída de Cristóbal Colón, el juicio de Bobadilla. Madrid. Editorial Marcial Pons.
– VERLINDEN, C. (2017). Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Madrid. Ediciones Rialp.
– ZWIG , S. (2021). Biografía de Cristóbal Colón. Barcelona. Editorial Acantilado.
– AUTOR: CURIOSFERA-HISTORIA.COM
– FECHA DE PUBLICACIÓN: JULIO DE 2022