Los Países Bajos u Holanda tienen una sorprendente historia de cientos de años. Un territorio que cuenta con unas costumbres y una cultura que se remontan a muchísimos años en el tiempo. Cuenta con diversos períodos, guerras y etapas históricas que debes conocer. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de los Países Bajos y su origen.
Qué vas a encontrar aquí
Origen de los Países Bajos
Para conocer la historia y origen de Holanda o los Países Bajos (Nederland) primero debes conocer cómo es y su situación geográfica. Es uno de los Estados más densamente poblados y desarrollados de Europa, están situados en la costa del mar del Norte, entre Bélgica y Alemania.
Se trata de un país cuyos habitantes han convertido en baza fundamental de su existencia el trabajo en común. Así, han progresado arrancando al mar muchas de las tierras que ahora los alimentan, hasta el punto de que un proverbio flamenco dice que Dios ha creado todo el mundo menos Holanda, que ha sido creada por los holandeses.
De este afán secular por el progreso ha emergido un pueblo de aventureros, comerciantes, marinos, descubridores, filósofos y artistas, cuyas obras han dejado huella en el mundo entero. Es el país que fundó Nueva York, el que armó las naves que llevaron a Tasman a tierras de Oceanía, el que alumbró genios como El Bosco, Rembrandt, Vermeer o Van Gogh.
Y, por si esto fuera poco, Holanda adoptó hace más de tres siglos el principio calvinista de la libertad de conciencia, con lo que ha llegado a ser la nación más tolerante del mundo. La salida al mar del Rin lo convierte además en un centro neurálgico del comercio europeo.
- Continente: Europa.
- Superficie: 41.500 km2.
- Capital: Ámsterdam.
- Población: 17.303.658 habitantes.
- Moneda: Euro.
- Lengua oficial: neerlandés.
Invasiones germanas y normandas
A la llegada de César a las Galias (siglo I a. C.), el territorio que hoy constituye los Países Bajos estaba ocupado al sur por unos pueblos (nervios y menapios, entre otros) que trabajaban la lana, mientras que al norte vivían dos pueblos de origen céltico (bátavos y frisones).
La conquista romana fue llevada a cabo entre 57 a. C. y 50 a. C. y el territorio fue dividido en tres provincias: Gemiania Secunda, Bélgica Prima y Bélgica Secunda. Después de las invasiones germanas (siglo lll), los sajones, francos y frisones se distribuyeron el país. Carlomagno conquistó esta región y obligó a las tribus paganas a convertirse al cristianismo, pero respetó sus leyes y costumbres, que fueron recopiladas en la Lex Frisonum y en la Lex Saxonum.
El territorio fue dividido en condados, y a lo largo de la costa y de los ríos se desarrollaron diversos núcleos textiles y comerciales. Las invasiones normandas del siglo IX arruinaron el país y paralizaron este desarrollo económico.
Época feudal de los Países Bajos
Paralelamente, se formó un mosaico de estados feudales, que oscilaron entre la influencia francesa y la alemana. A lo largo de los siglos XII y XIII se inició un nuevo período de desarrollo industrial y comercial.
Nuevas tierras fueron roturadas, y muchos nobles vendieron parte de sus posesiones, al mismo tiempo que los campesinos se emancipaban de su condición de siervos. Las ciudades arrancaron a los señores una serie de privilegios, que les permitieron liberarse de la tutela feudal.
Al producirse la depresión económica del siglo XIV, en muchas ciudades estallaron conflictos entre la oligarquía de los grandes burgueses, que controlaba el gobierno municipal, y el bajo pueblo, formado en su mayoría por artesanos.
Períodos borgoñón y español
Desde fines del siglo XIV y durante el siglo XV los duques de Borgoña de la dinastía Valois se anexionaron las tierras situadas entre el delta del Rin y el Escalda. Por entonces, toda esta llanura litoral empezó a denominarse Países Bajos. Los duques de Borgoña respetaron al principio las autonomías locales de estos territorios, pero paulatinamente se esforzaron en centralizarlos.
Al morir el último duque de Borgoña, Carlos el Temerario (1477), su hija María se casó con Maximiliano de Austria, y los Países Bajos pasaron a depender de la soberanía de la casa de Habsburgo. Carlos V les anexionó vanos territorios situados al norte del Rin. La dominación de los Habsburgo coincidió con un período de fuerte expansión económica, basada en la industria textil, en la pesca, en el cultivo de nuevas tierras y, fundamentalmente, en el comercio.
Este desarrollo afectó principalmente a las zonas que poseían mejores comunicaciones. Paralelamente a este desarrollo, los Países Bajos se convirtieron en una zona de intensa vitalidad intelectual y religiosa. Políticamente, los Habsburgo prosiguieron los intentos centralizadores de los duques de Borgoña y limitaron los privilegios de origen medieval. Al introducirse la reforma protestante, sus partidarios fueron perseguidos.
Durante el reinado de Felipe II (1556-98) estas tendencias hacia el absolutismo católico se agudizaron. Los Países Bajos no veían al monarca español con buenos ojos. Lo consideraban alguien extranjero e impuesto. El descontento contra la «ocupación española» se extendió por todo el país y los nobles reunidos en Breda (compromiso de Breda, 1566) pidieron la supresión de la Inquisición.
En agosto del mismo año estallaron una serie de motines populares contra el rey y los católicos. Para hacer frente a la situación, Felipe II envió al duque de Alba, pero su política represiva sólo sirvió para alentar a los enemigos del monarca.
Estos, dirigidos por Guillermo de Orange, iniciaron un levantamiento armado en 1568 y después de varios años de lucha lograron expulsar a las tropas españolas de las Provincias del Norte. Las Provincias del Sur, habitadas por una mayoría católica, aceptaron la soberanía de Felipe II (Unión de Arras, 1579). De esta unión de las provincias meridionales surgiría el núcleo de la futura Bélgica.
Por las mismas fechas las Provincias del Norte formaron la Unión de Utrecht (1579) y rechazaron el dominio español, continuando la lucha contra las tropas hispanas, hasta que en 1609 se firmó la tregua de los Doce Años.
En el curso de la guerra de los Treinta Años (1618-48) estalló de nuevo el conflicto entre las Provincias Unidas del Norte y España (1621-48). Al firmarse la paz de Münster (1648) España reconoció la independencia de los Países bajos.
Expansión colonial y decadencia económica
Desde fines del siglo XVI se inició un nuevo período de expansión económica, favorecido por el comercio con América y, especialmente, con las Indias Orientales.
Ámsterdam se convirtió en el emporio comercial más importante de Europa, y en el campo comenzó la revolución agrícola. En 1602 fue fundada la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, y en 1621 la de las Indias Occidentales (Surinam). A fines del siglo XVII la prosperidad del país decayó y su comercio fue pasando a manos de Inglaterra. Esta decadencia fue alimentada por las luchas internas y las guerras contra Luis XIV.
Siglos XVIII y XIX
Durante el siglo XVIII la economía se mantuvo estacionaria. A través de la Ilustración, la ideología democrática penetró en el país. En 1795, los republicanos holandeses, con el apoyo del ejército francés, proclamaron la República Bátava.
Napoleón la convirtió en reino, cuyo trono dio a su hermano Luis Bonaparte (1806). En 1810 fue administrado directamente por Francia. Al ser derrotado Napoleón en la batalla de Leipzig (1813) se produjo un levantamiento contra los franceses, y se instauró un gobierno nacional, que rigió el país por medio de una Constitución (1814).
En el congreso de Viena (1815) las grandes potencias confirmaron la formación del reino de los Países Bajos, que incluía las antiguas Provincias del Norte y las Provincias católicas del Sur. Inmediatamente se aliaron con otras naciones para enfrentarse a de nuevo a Napoleón en la batalla de Waterloo, de la que salieron vitoriosos. Esta unión duró hasta la revolución de 1830, en que las Provincias del Sur se separaron y formaron la actual Bélgica.
Guerras mundiales
Durante el siglo XX, los gobiernos liberales que se sucedieron en Holanda introdujeron una serie de reformas tendentes a democratizarla. Al mismo tiempo, la economía holandesa conoció un nuevo período de expansión, a causa de la industrialización y de la explotación colonial de Indonesia. En la I Guerra Mundial (1914-18) Holanda se mantuvo en la neutralidad.
En 1917 se implantó el sufragio universal. La crisis de 1929 repercutió igualmente en Holanda, aunque el nazismo holandés no logró imponerse en el país. Holanda se declaró neutral durante la II Guerra Mundial, pero el 10 de mayo de 1940 Hitler dirigió un ultimátum al gobierno holandés, solicitando el libre paso a sus tropas; al serle denegado, invadió el país.
El ejército neerlandés capituló mientras el gobierno y la reina Guillermina se refugiaban en Londres. Bajo la dirección de Seyss-Inquart, comisario del Reich en los Países Bajos, los nazis practicaron una política de anexión a través del colaboracionista Mussert.
En los campos de concentración nazis perecieron 100.000 holandeses. La liberación del país por las tropas aliadas se realizó en la primavera de 1945. La ruina del país era total, pues se habían destruido varios diques para luchar contra el ocupante.
Posguerra y El Benelux
La reina Guillermina abdicó en su hija Juliana en 1948. En la colonia de Indonesia, ocupada durante la guerra por las tropas japonesas, se produjo un fuerte movimiento independentista que Holanda trató de reprimir. Después de tres años de lucha, Indonesia alcanzó la independencia de Holanda (1949).
Al verse privada de gran parte de los beneficios de la explotación colonial tuvo que proceder a la reconversión de su economía con el desarrollo de la industria y la intensificación de la agricultura, proceso favorecido por la ayuda estadounidense (plan Marshall).
Como consecuencia de las nuevas ideas de cooperación europea se adaptó la economía nacional a la de Bélgica y Luxemburgo, lo cual condujo a la formación del Benelux (1958), y, por el tratado de París (1951) y el tratado de Roma (1957). Del mismo modo, los Países Bajos ingresaron, respectivamente, en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y la Comunidad Económica Europea (CEE).
La nueva política holandesa estuvo dominada desde el fin de la guerra por la preponderancia de dos partidos, el Católico Popular, que agrupa a católicos y conservadores y que más tarde formó la Alianza Cristiano-Demócrata (CDA), y el Laborista (PvdA), de tendencia socialdemó- crata. En 1967, durante un gobierno del Católico, se produjo una virulenta protesta juvenil (provos).
Historia reciente de Holanda
La historia actual de Holanda se inicia en 1980 cuando la reina Juliana abdicó en su hija Beatriz. El Partido Católico y otras fuerzas conservadoras gobernaron entre 1977 y 1982. Su sucesora, la CDA, presidió asimismo diversos gabinetes de coalición hasta 1994, año en que el Partido Laborista volvió al poder.
Este gobierno promovió un nuevo modelo económico fundado en el pacto entre los agentes sociales, lo que le permitió incorporarse a la unión monetaria en 1999 (que se hizo efectiva en enero de 2002 con la entrada en vigor del euro), éxito que en gran parte se debe a una estructura productiva con numerosas empresas multinacionales.
Durante la campaña para los comicios de mayo de 2002 se produjo una gran conmoción política con el asesinato de Pim Fortuyn, candidato de la extrema derecha.
La alternancia entre los dos partidos se volvió a producir tras las elecciones con la vuelta al poder de la CDA. Durante su mandato entraron en vigor la ley de la eutanasia activa y la que permite el matrimonio y la adopción de hijos a las parejas homosexuales.
Historia de la bandera holandesa
Corría el año 1573, eran tiempos de lucha por la independencia en los Países Bajos, que por aquel tiempo se hallaban sometidos al dominio español. Fue entonces cuando este país, acostumbrado a ver venir al invasor por el mar, adoptó los colores dinásticos (naranja, blanco y azul).
«Resistiré», es la divisa de Guillermo I de Orange-Nassau, el Taciturno, el padre de la patria neerlandesa. Sobre el blasón de la casa de los Orange-Nassau y bajo un león alzando una espada y unas flechas, se puede leer en francés esta promesa.
El Prinsenvlag, el estandarte del príncipe, presidió la exitosa Unión de Utrecht en el año 1579, por la cual se fundaba la República de las Provincias Unidas de los Países Bajos. Por razones prácticas, en 1937 el color naranja fue sustituido por el rojo ya que era poco resistente a la intemperie y difícil de distinguir desde el mar.
Sin embargo, desde el siglo XIX y en homenaje a Guillermo de Orange, una banderola naranja ondea sobre la bandera tricolor roja-blanca-azul durante la celebración de grandes eventos nacionales.
Historia de otros países
Origen de Rumanía Origen de Puerto Rico Origen de Jamaica Origen de Islandia
¿Quieres saber más sobre historia de los países?
Desde CurioSfera-Historia.com, esperamos que esta reseña histórica titulada Historia de los Países Bajos u Holanda, te haya sido de utilidad. Si quieres acceder a más artículos históricos, visita la categoría historia. Y si te ha gustado, puedes dejarnos un comentario.