Rumanía es un país con una historia centenaria y muy interesante. Es una nación que cuenta con unas costumbres y cultura que se remontan varios siglos en el tiempo. Un territorio que ha atravesado diversas guerras, etapas y períodos históricos que merecen la pena ser conocidos. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de Rumanía y su origen.
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Origen de Rumanía
Para conocer el origen de Rumanía, primero es necesario primero conocer su situación geográfica. Sus tierras limitan al este con el mar Negro, con Hungría y Serbia y Montenegro, al norte y noreste con Ucrania y Moldavia y al sur con Bulgaria.
A lo largo de la historia, Rumanía ha pasado de mano en mano, codiciada por los grandes dominadores europeos: húngaros, turcos y rusos. Por eso Rumanía cultiva sus tierras como sus antepasados, se enorgullece aún del trabajo de sus artesanos y mantiene vivas algunas costumbres medievales. Sólo la proximidad de la capital, Bucarest, dota a una parte del país de estructuras un tanto similares a las de la Europa occidental.
Rumanía (România) es uno de los países menos conocidos de Europa. Sus conservadoras estructuras sociales y su reciente historia política, que lo ha mantenido apartado de las rutas de los viajeros, han impedido la divulgación de sus magníficas Iglesias pintadas de Bucovina, de los hermosos valles de Transilvania y de las blancas y misteriosas playas del mar Negro.
- Continente: Europa.
- Superficie: 237.500 km2.
- Capital: Bucarest.
- Población: 19.530.631 habitantes.
- Moneda: Leu.
- Lengua oficial: Rumano.
Antigüedad y Edad Media
La lengua y el nombre del pueblo rumano tienen sus orígenes en la ocupación romana. Su constitución étnica parece deberse a la unión de las poblaciones prerromanas con los colonizadores romanos, a la que se añadieron aportaciones posteriores de varios pueblos invasores.
El territorio de la Rumanía actual viene a corresponderse aproximadamente con el de la antigua Dacia. Sus habitantes fueron conocidos con los nombres de getas y dacios. En el siglo I se formó el estado dacio y bajo el reinado de Decébalo (86-106), que sostuvo tres guerras (86-89, 101-102 y 105-106) contra los romanos, éstos se apoderaron de la Dada.
En tiempos de Trajano (año 107) constituyó una provincia, rápidamente romanizada. Su influjo se extendió también sobre los pueblos más al este, como los bastarnos y los roxolanos. Al producirse los movimientos de los pueblos germánicos, Dacia fue invadida por los godos, y en tiempos de Aureliano (271-272) la evacuaron definitivamente los romanos.
Hasta el siglo Xlll la Dacia sufrió la penetración y dominación sucesiva de godos, gépidos, hunos, ávaros, eslavos, búlgaros, magiares, pechenegos, cumanos y mongoles.
El antiguo sustrato demográfico descendiente de la Dacia romanizada no desapareció ante las constantes invasiones de pueblos germanos y asiáticos, pero éstos dejaron fuertes huellas sobre la realidad étnica de la futura población rumana.
Durante el siglo XIII aquella población de lengua latina, con una fuerte aportación de vocabulario eslavo, recibió la influencia del cristianismo oriental. En este mismo siglo Transilvania fue conquistada y colonizada por magiares, y gran parte de la población autóctona emigró hacia las llanuras danubianas. En Transilvania sólo permaneció una población rumana campesina de condición servil sometida a la minoría conquistadora.
A comienzos del siglo XIV al norte del Danubio y al este de los Cárpalos empezaron a configurarse los estados rumanos de Valaquia y Moldavia. El primero, con numerosa población serbia y búlgara, fue fundado por el voivoda Basarab (1324-52).
El segundo, Moldavia, con numerosa población eslava (rutenos), se sacudía también el dominio húngaro y alcanzaba, por obra del voivoda Bogdan I (1359-65), la autonomía. La principal actividad de los voivodas de Valaquia y Moldavia quedó casi totalmente centrada en la guerra contra los húngaros, todavía soberanos de Transilvania, que tendían a expansionarse hacia las llanuras danubianas, y contra Polonia, que desde la Europa central buscaba salida hacia el mar Negro.
Dominio otomano
Desde el siglo XV un nuevo peligro, el otomano, amenazó los Balcanes. Mientras Esteban III el Grande de Moldavia (1457-1504) derrotaba en 1475 a un ejército turco, los húngaros eran vencidos en la batalla de Mohács por los otomanos (1526), con lo que acabó definitivamente la hegemonía húngara sobre la futura Rumanía.
Sin embargo, los principados rumanos tuvieron de aceptar el dominio otomano, que se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIX. Aunque hubo intentos de independencia, como el del voivoda Miguel el Bravo de Valaquia (1593-1601), que, después de vencer a los turcos, reunió por primera vez en un solo estado Transilvania, Moldavia y Valaquia (1600).
Nacimiento del Estado rumano
En el siglo XIX se desarrolló en Valaquia y Moldavia un movimiento de tipo nacionalista que deseaba formar un Estado rumano. Sofocado el movimiento nacionalista de 1848 por la intervención conjunta de los ejércitos ruso y turco, tras la guerra de Crimea los principados fueron colocados bajo la protección de las potencias europeas.
El tratado de París (1856) decretó la celebración de elecciones. Éstas se celebraron primero en Moldavia, y resultó elegido el príncipe Alejandre Cuza (1859), asimismo elegido en Valaquia. Con él los gobiernos de los dos principados, aunque separados de derecho, se unificaron de hecho.
En 1866 Alejandro I Cuza se vio obligado a abdicar, porque sus medidas (expropiación de bienes eclesiásticos, reforma agraria, nueva ley electoral, ley de educación, etc.) provocaron el descontento de las clases dominantes.
Elegido Carlos de Hohenzollern-Sígmaringen, con el nombre de Carlos I (1881-1914), el país participó activamente al lado de Rusia en la guerra contra Turquía (1877-1878); conquista de Plevna), pese a lo cual, el zar se apoderó de la Besarabia meridional, que le fue cedida a cambio de la Dobrudja (tratado de Berlín, 1878). En dicho tratado se reconoció la independencia de Rumanía. Convertida en reino (1881), participó en la II guerra balcánica.
Rumanía en las Guerra Mundiales
Por el tratado de Bucarest (1913), se anexó a Rumanía el territorio situado al sur de Dobrudja (Silistra). Muerto el rey Carlos I en 1914, le sucedió en el trono su sobrino Fernando I Hohenzollern (1914-27). Durante la I Guerra Mundial, y tras entrar en guerra al lado de los aliados (1916), Rumanía tuvo que firmar la paz de Bucarest, que fue denunciada tras la victoria aliada.
Esta trajo consigo la unión al país de Bucovina, Transilvania, Banato, parte de Hungría y Besarabia. En 1925 Carlos, hijo de Fernando, renunció al trono, y tras su muerte (1927) se proclamó rey su nieto Miguel I. En 1930 Carlos regresó al país y se proclamó rey con el nombre de Carlos II (1930-40), cuyo reinado se caracterizó por una intensa agitación social y política.
Carlos II hubo de abdicar y, de nuevo, fue proclamado rey Miguel I en 1940, pero sometido a la dictadura del general Antonescu, Rumanía se puso al lado de Alemania en la II Guerra Mundial y participó como aliada en la invasión de la URSS (1941).
Período comunista
En conexión con la llegada de las tropas soviéticas, una insurrección popular en Bucarest, preparada por los comunistas, permitió a éstos hacerse con el poder al frente de un bloque patriótico (23 agosto 1944). Las manifestaciones anticomunistas fueron aplastadas por el ejército soviético, que ocupó Bucarest y desarmó a las tropas rumanas.
El enviado del Kremlin, A. Vichinsky, forzó la dimisión del Gobierno del general Radescu e impuso otro dirigido por Petru Groza, dominado por los comunistas (marzo 1945), que decretó importantes cambios sociales y políticos (nacionalizaciones y entregas de tierra a los campesinos).
Tras un simulacro electoral, el Gobierno decretó la prohibición del Partido Campesino y forzó la abdicación del rey Miguel, que fue expulsado del país el 30 de diciembre de 1947, al mismo tiempo que se proclamaba la República Popular de Rumanía, cuya Constitución fue una imitación de la constitución de la Unión Soviética.
Por el tratado de París (1947), Rumanía perdió Besarabia y la Bucovina del norte, anexionadas por la URSS, así como la Dobrudja del sur, que pasó a Bulgaria; pero recuperó Transilvania.
El Partido Comunista Rumano, dirigido por Gheorghiu-Dej, su secretario general desde 1945, tomó en febrero de 1948 el nombre de Partido Obrero tras absorber al Partido Socialdemócrata, y consolidó sus progresos en las elecciones de marzo del mismo año.
En junio de 1952 P. Groza, jefe del Gobierno desde 1945, asumió la presidencia del Presidium de la República (jefatura del Estado), dejando la del Gobierno en manos de Gheorghiu- Dej. Tras este cambio entró en vigor una nueva Constitución (septiembre 1952), que confirmó el dominio comunista e hizo de Rumanía una democracia popular más del bloque socialista.
Gheorghiu-Dej cedió la jefatura del Gobierno a Chivu Sloica en 1955, y Ion Gheorghe Maurer ocupó la presidencia del Presidium tras la muerte de Groza (1958). Siguió un período de consolidación de los cambios estructurales de la economía y la sociedad rumanas y de relativa independencia con respecto a la URSS.
Dictadura de Ceausescu
Tras la muerte de Gheorghiu-Dej (1965), lo remplazó por Nicolae Ceausescu como secretario general del partido. En ese mismo año, el Partido Obrero volvió a llamarse Partido Comunista (julio) y Rumanía pasó de “república popular” a “república socialista” con una nueva Constitución (agosto 1965).
La etapa posterior estuvo dominada por Ceausescu, que en 1967 asumió la presidencia del Consejo de Estado e impuso una dictadura personal. Cuando la Asamblea Nacional aprobó la creación del cargo de presidente de la República (marzo 1974), le eligió también para desempeñarlo.
Como secretario general del partido, Ceausescu combinó la fidelidad al bloque soviético con la apertura a los países capitalistas. Las reformas en los países del bloque soviético aislaron al régimen rumano, que incrementó la represión. Tras unos sangrientos disturbios en Brasov (noviembre 1987), donde el ejército disparó contra la muchedumbre, la situación empeoró.
El aislamiento del régimen se consumó cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó a Rumanía, por violación de los derechos humanos, sin que la URSS y sus aliados hicieran nada por evitar la condena (marzo 1989).
Ceausescu fue reelegido secretario general del Partido Comunista en el XIV congreso (noviembre 1989), pero varios ex dirigentes del régimen hicieron un llamamiento en pro de la reforma. Las manifestaciones de protesta en Timisoara, Arad y otras ciudades, reprimidas con dureza por el ejército, desembocaron en una sublevación popular en Bucarest (diciembre 1989).
Historia democrática rumana
El Frente de Salvación Nacional (FSN), surgido del sector reformista del Partido Comunista, ocupó la televisión y proclamó la caída del régimen (22 diciembre 1989). Ceausescu y su esposa huyeron de Bucarest, pero fueron detenidos por los insurgentes, sometidos a juicio sumarísimo, condenados a muerte por genocidio y fusilados inmediatamente.
Un Consejo del FSN, presidido por el ex comunista Ion Iliescu, se hizo con el poder y organizó un Gobierno provisional con Petre Román al frente del Gobierno. En las primeras elecciones democráticas, celebradas en 1990, venció el FSN e Ion Iliescu fue elegido presidente de la República. En septiembre de 1991 una manifestación de mineros en Bucarest que acabó en fuertes disturbios forzó la dimisión de Román que fue sustituido sucesivamente por T. Stolojan (octubre 1991) y N. Vacaroiu (abril de 1992).
A finales del año 1992 se aprobó en referéndum una nueva Constitución que garantizaba el pluralismo político y la economía de mercado. Rumanía y Ucrania firmaron un tratado (1997) en el que se reconocían las fronteras derivadas de la II Guerra Mundial.
A partir de 1992 se formaron diversos Gobiernos encabezados por el Frente de Salvación Nacional (FSN), la coalición de centro-derecha Convención Democrática de E. Constantinescu (presidente de 1997-2000) que emprendió una política de austeridad, de acuerdo con el FMI, y el Partido de la Democracia Social de Rumanía (PDSR), integrado por los partidarios de Iliescu.
Iliescu (FSN) ha sido el presidente que más tiempo se ha mantenido en el poder, ya que presidió la República desde 1990 hasta 1997, y nuevamente desde 2000 a 2004. El país ingresó en la OTAN en marzo de 2004. El 1 de enero de 2007 Rumanía ingresó en la Unión Europea.
Historia de la bandera de Rumanía
Para conocer cómo y cuándo se creó la bandera de Rumanía y su significado, necesitamos regresar bastantes años atrás en el tiempo. El año 1989 en ciudades como Timisoara, Bucarest o Brasov había estallado la revolución. Miles de manifestantes se habían lanzado a las calles. La bandera tricolor, ya sin el escudo de armas propio del régimen comunista de Nicolae Ceausescu, ondeaba con ímpetu renovado.
Era el mes de diciembre de 1989. El mismo día de Navidad, el dictador y su esposa son juzgados, son condenados a muerte y ejecutados inmediatamente. Liberada de todo emblema, la bandera rumana se oficializó a principios de 1990.
En 1848 aparecieron los tres colores de la bandera rumana, por aquel entonces dispuestos en franjas horizontales. Simbolizaban la alianza de los pueblos de Moldavia (azul y rojo) y Valaquia (azul y amarillo), que en el pasado habían combatido juntos contra el Imperio otomano. En 1859 Moldavia y Valaquia se unieron para formar Rumanía.
En 1918 Transilvania, la patria del conde Drácula, se integró en el estado rumano. El acceso al trono del príncipe Carlos de Hohenzollern-Sigmaringen, en 1866, marcó la disposición actual de la bandera, oficializada un año más tarde. En las tres franjas verticales se ilustraba el escudo de armas real. Pero en 1948 se sustituyó por los emblemas comunistas, una vez proclamada la república popular.
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