Vladimir Ilich Ulíanov (Lenin) nació el 22 de abril de 1870 en Simbirsk. Actor de cine, director de periódicos, revolucionario y fenomenal estadista, tiene un puesto imperecedero entre los grandes de la historia de Rusia y del mundo. Ningún otro hombre en el siglo XX fue capaz de alterar tan profundamente la vida de su pueblo e influir en el pensamiento de tantos otros revolucionarios de todo el mundo. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la biografía de Lenin.
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Nacimiento y juventud
Lenin nació el 22 de abril de 1870 en Simbirsk, ciudad rusa a las orillas del río Volga. Su familia era modesta. Su madre fue María Aleksándrovna y su padre Ilyá Nikoláievich, un inspector provincial escolar y un liberal partidario de las reformas del zar Alejandro II. Fue bautizado según el rito ortodoxo ruso. Tuvo una niñez tranquila en una familia culta y feliz, en un ambiente mezcla de siervos ennoblecidos por parte de su padre y de pequeños terratenientes por parte de su madre.
En su juventud, Lenin se preguntó qué hacer con un pueblo inmenso, sumido en la pobreza y brutalmente reducido a un estado de servidumbre por los popes de la Iglesia ortodoxa y los terratenientes. Lenin sintió nacer su interior el odio hacia la tiranía zarista el día en que presenció la ejecución de su hermano, convicto de haber participado en una conjura contra el zar Alejandro III.
Inicio de actividad política
A los veintiún años fue expulsado de la Universidad de Kazán, por lo que hubo de concluir sus estudios de Derecho en San Petersburgo. Allí entró en contacto con los círculos marxistas y se abocó a la concienzuda lectura de la obra de Plejánov, a quien conocería en Suiza en 1895.
En 1897, el futuro líder revolucionario cayó en una celada del régimen zarista y fue deportado y confinado en Siberia. Posteriormente, una vez exiliado en Suiza, Lenin fundó en 1900, Iskra (La Chispa), periódico en el que exponía sus ideas radicales contra el régimen del zar con la esperanza de que el pueblo ruso, harto de tanta opresión, hiciera estallar la ansiada revolución social.
En 1903, cuarenta y tres delegados de organizaciones revolucionarias rusas, entre ellos Lenin, se reunieron en Bruselas (Bélgica) pero viéndose vigilados por los espías del zar, se trasladaron a Londres, donde diseñaron una estrategia que afectaría profundamente a los partidos políticos.
Lenin propuso la organización de un sistema jerárquico rígido, que irritó a un razonable e interesado grupo, que a partir de ese momento se denominaría «menchevique», hombres de la minoría, por oposición a «bolchevique», hombres de la mayoría. A pesar de estas denominaciones, la asamblea votando a mano alzada se opuso a la propuesta de Lenin.
La revolución de 1905
Los burgueses rusos no sólo no habían alcanzado a principios del siglo XX las prebendas y garantías que los acomodaticios gobiernos de Europa habían otorgado a sus burguesías nacionales, sino que la nobleza rococó de San Petersburgo se permitía reprimir sin contemplaciones cualquier conato de protesta.
A pesar de ello, Lenin propuso en su opúsculo Un paso adelante, dos pasos atrás, una revolución proletaria sin pasar por la revolución burguesa, para acelerar el curso de la Historia de un modo harto voluntarista y, por supuesto, indigerible para la débil burguesía rusa. Pero la praxis revolucionaria le mostró la verdadera magnitud de las dificultades y la insurrección de Moscú de 1905 fracasó estrepitosamente, ganándose la crítica de los moderados mencheviques y la furiosa represión zarista.
Ese mismo año la guerra contra Japón emprendida por Nicolás II, presuntamente breve y oportuna, se saldó con una clamorosa derrota que originó una cadena de alzamientos. Éstos culminaron el domingo 9 de enero de 1905 con el asalto al Palacio de Invierno de San Petersburgo, en el que centenares de personas murieron víctimas de las balas zaristas.
Al así llamado Domingo Sangriento siguió la sublevación del acorazado Potemkin y una huelga general que incluyó hasta los artistas del ballet. A este mayúsculo caos siguieron las promesas de Nicolás II de otorgar libertad de asociación y derecho a voto a los mayores de veinticinco años, además de condonar las deudas a los campesinos y abolir la censura. Nada de esto fue cumplido y Lenin comprendió que sólo las armas podrían garantizar la consecución de un cambio político radical.
Lenin y la revolución de 1917
El 9 de abril de 1917, a las tres cuarenta y cinco de la tarde, Lenin partió en el tren de Zurich rumbo a Rusia, después de diez años de exilio, dando un rodeo por Alemania, Suecia y Finlandia. Por esas fechas Rusia y Alemania mantenían un enfrentamiento bélico que, en poco más de un año, se había cobrado cuatro millones de soldados rusos.
No obstante lo insostenible de la situación, a la que hubo que añadir uno de los inviernos más crudos de Rusia, con temperaturas de hasta cuarenta grados bajo cero, Nicolás II no quiso ceder. Fue así como, cuando el 8 de marzo de 1917 el zar abandonó Petrogrado (San Petersburgo) para visitar el frente y arengar a sus desmoralizadas tropas, la ciudad se rebeló.
El ejército y la policía se negaron a sofocar el alzamiento y el pueblo asaltó panaderías, incendió edificios públicos y sacó de las cárceles a los presos. Ante estos hechos e incapaz de controlar la situación, Nicolás II se vio obligado a abdicar el 17 de marzo.
El nuevo gobierno, presidido por el liberal Kerenski, decretó que no habría más zares. También prometió introducir reformas para mejorar la situación de los obreros y los campesinos. Pero Lenin quería «todo el poder para los soviets». El enfrentamiento entre los partidarios de Kerenski y los comunistas de Lenin desembocó en la guerra civil.
Los primeros choques pusieron en evidencia la debilidad militar de los bolcheviques, cuyo líder, Lenin, era escasamente conocido y sospechoso de complicidad con Alemania, de acuerdo con el infundio difundido por sus enemigos políticos.
El cuartel de los comunistas fue descubierto, asaltado y destruido y la sede del diario Pravda incendiada. Tras decretarse la orden de captura contra Lenin, éste hubo de huir y, disfrazado de fogonero, cruzó la frontera con Finlandia.
Pocos meses más tarde regresó, y el 7 y 8 de noviembre los soldados y marineros revolucionarios depusieron al gobierno de Kerenski. Así, anunciaron que el poder del estado había pasado a manos de los soviets, en los que los bolcheviques habían asumido la dirección política.
La primera medida de Lenin fue intentar establecer la paz con Alemania en la ciudad polaca de Brest. Pero Trotski, encargado de negociar el acuerdo, renunció a firmar un tratado en condiciones tan humillantes como las que proponían los germanos.
Pese a ello, el 3 de marzo de 1918, Lenin accedió a firmar el tratado Brest-Litovsk, cediendo una cuarta parte del territorio del imperio de los zares. Esto incluía sesenta y dos millones de habitantes y casi la mitad de las instalaciones industriales. Con esta medida Lenin cumplía su promesa de lograr una paz inmediata. Pero fueron muchos los que consideraron que las condiciones eran inadmisibles y que el precio que se había pagado era demasiado alto.
Siguió una nueva oleada de protestas que amenazaron al precario estatuto del dirigente comunista, acusado, una vez más, desde la izquierda y desde la derecha, de traidor y de haber vendido Rusia a los alemanes.
El nacimiento de la Unión Soviética estaba lleno de contratiempos. La guerra civil se recrudeció y las potencias aliadas, contrarias a la política de Lenin, apoyaron abiertamente con dinero, armas y tropas a la oposición. Hubo momentos en que tres ejércitos convergían sobre Moscú, y el propio Lenin fue víctima de un atentado del que salió herido en el pecho.
Parecía condenado a la derrota cuando intervino Trotski con el Ejército Rojo, reclutado entre los campesinos que veían en Lenin su última esperanza. Aprovechándose de la mala coordinación del enemigo. Trotski lo neutralizó obligándolo a renunciar a sus propósitos en 1920.
Las ideas revolucionarias de Lenin
Finalizada la guerra civil, Lenin procuró llevar a la práctica sus ideas revolucionarias. Uno de cuyos fundamentos residía en trasladar la gestión de la propiedad a los trabajadores, de acuerdo con las teorías expuestas por Karl Marx en El Capital.
Al respecto, Marx consideraba que esta posibilidad era factible en una sociedad industrializada y en la medida en que todos los países europeos hicieran su revolución. Obviamente, ninguna de estas premisas concurrían en el caso ruso. Rusia era un país exhausto después de tres años de guerra y con una población mayoritariamente campesina.
Sin embargo, Lenin se propuso llevar a cabo los cambios revolucionarios asumiendo el control y la dirección de toda la mano de obra, la totalidad de la producción industrial, incautando sin compensación los excedentes de grano y alimentos de los campesinos y prohibiendo el comercio privado.
La resistencia que provocó entre los campesinos la implantación de estas medidas económicas del llamado «comunismo de guerra» fue atenuada con la represión . También con la Nueva Política Económica de 1921, de acuerdo con la cual se dejaban de lado algunos purismos de la teoría marxista.
Al año siguiente, la primera fase del proyecto leninista se había satisfecho plenamente. Los bolcheviques eran ya dueños absolutos de la situación, en un grado jamás alcanzado por los zares.
Enfermedad y muerte
Con el paso del tiempo, la salud de Lenin se había resentido considerablemente debido a su lucha durante la revolución y la guerra. Comenzó a dar muestras de estrés y agotamiento nervioso ya que trabajaba dieciséis horas diarias. También padecía fuertes dolores de cabeza e insomnio.
Llegó un momento, a finales de 1920, que sus recurrentes dolencias y problemas mentales afectaban a su trabajo. Pese a ello, continuó en su cargo como presidente del Sovnarkom hasta su muerte. No obstante su intervención en el Gobierno fue disminuyendo bastante antes, desde junio de 1921, ya que sus problemas con las cefaleas y el insomnio de agravaron.
Finalmente, Lenin murió el 21 de enero de 1924 a la edad de 53 años en Gorki (Unión Soviética). Curiosamente, en su testamento recomendaba expresamente apartar del poder a Stalin.
Cronología de la biografía de Lenin
A continuación puedes encontrar un resumen de la biografía de Lenin en forma de cronología o línea del tiempo (timeline). Así no te perderás ningún acontecimiento o hito importante de la vida de Lenin:
- Año 1870: El 22 de abril nace Vladimir Ilich Ulianov, llamado LENIN, en Simbirsk (actual Ulianov). Hijo de un inspector de escuelas.
- Año 1887: Su hermano es ejecutado por participar en un complot contra Alejandro III.
- Año 1891: Lenin es expulsado de la Universidad de Kazán.
- Año 1894: Redacta el panfleto Quiénes son los amigos del pueblo.
- Año 1895: Se encuentra por primera vez con su mentor Plejánov.
- Año 1897: Es desterrado a Siberia.
- Año 1900: Funda el periódico Iskra (La chispa).
- Año 1902: Publica ¿Qué hacer?
- Año 1905: Insurrección armada de los soviets.
- Año 1907: Abandona Rusia.
- Año 1917: En abril regresa a su patria para encabezar la revolución.
- Año 1918: El 30 de agosto sufre un atentado por parte del socialista Fanny Roid-Caplan.
- Año 1920: Publica El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo.
- Año 1921: Sublevación de los marinos de Kronstadt.
- Año 1924: El 24 de enero muere en Gorki (actual Nizhnii Novgorod), cerca de Moscú.
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