Los rayos uva o rayos ultravioleta tienen muchas aplicaciones en la actualidad, como la medicina, esterilización de los alimentos, la estética, etcétera. Aunque la más conocida es la de broncear la piel sin exponerse al sol. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos el origen e historia de los rayos UVA.
Origen de los rayos ultravioleta (UVA)
El físico inglés Isaac Newton demostró en 1672, con su famoso prisma de cristal que la luz está compuesta por un espectro de radiaciones que van del rojo al violeta, pasando por el anaranjado, amarillo, verde, azul y añil. Lo puedes comprobar si algún día puedes ver el arcoíris.
Más de un siglo después, en 1800, su compatriota Frederick William Herschel constató la existencia de rayos invisibles más allá del rojo, y los denominó “infrarrojos”. Esto hizo sospechar a otros físicos que podía existir “radiaciones invisibles” detrás de otros colores. Y, efectivamente, así fue: la radiación ultravioleta.
Quién descubrió los rayos ultravioleta (UVA)
Los rayos UVA o la radiación UV, fue descubierta por el físico alemán Johann Wilhelm Ritter en el año 1801. Este científico colaboró enormemente a la invención del espectroscopio y su evolución.
Encontró rayos invisibles más allá del espectro del color violeta y los llamó “rayos ultravioleta”, es decir, “más allá del violeta”. Su experimento fue muy sencillo pero tubo éxito. En él, pudo comprobar como la luz podía oscurecer un papel humedecido con cloruro de plata.
Historia de las aplicaciones de rayos ultravioleta (UVA)
Tras su descubrimiento, con el tiempo se fueron encontrando diversas aplicaciones en las que la radiación podía ser de gran utilidad:
Rayos ultravioleta en la medicina
Una de las aplicaciones que rápidamente tuvo la radiación ultravioleta fue la medicina. Tanto la luz ultravioleta como la luz infrarroja son visibles al ojo humano. Mientras los infrarrojos generan calor y se sienten sobre la piel, los ultravioleta no eran perceptibles, aunque su presencia deja rastro: una exposición durante cierto tiempo da a la piel un color y apariencia saludable.
Es cierto que el sol puede quemar la piel, pero no lo es menos que su ausencia hace que el organismo se resienta. Se observó que los niños que crecen en regiones faltas de sol son más propensos al raquitismo, y que una exposición al astro rey ayudaba al desarrollo.
¿Por qué? La explicación llegó con el descubrimiento de las vitaminas: los rayos ultravioleta ayudan a sintetizar la vitamina D. También se observó que una permanencia excesiva bajo estos rayos quemaba la piel, aunque da a ésta un bronceado de aspecto saludable.
Todo ello supuso que en las regiones de escasa insolación se pusiera de moda tomar los rayos ultravioleta, rayos que paliaban las deficiencias en vitamina D y que se reprodujeron con el empleo de lámparas especiales de rayos UVA.
Se mejoró a ese fin la lámpara de arco diseñada en 1810 en un principio por el físico inglés sir Humphrey Davy. Era fuente importante de rayos ultravioleta. La lámpara en cuestión establecía un arco eléctrico entre dos carbones recubiertos de hierro.
Los rayos UVA fueron ganando en favor y predicamento, y a finales del siglo XIX, se trataba con rayos ultravioleta un número de enfermedades cutáneas en la ciudad danesa de Copenhague, cuyas clínicas eran famosas por esto en 1904.
Rayos ultravioleta en la esterilización de alimentos
En 1930 la ciencia halló un nuevo medio de producción de rayos uva: los tubos de vapor de mercurio. A partir de entonces se aplicó en el mundo del tratamiento de alimentos, medicinas y otros productos de consumo humano, sobre todo desde que en 1877 los científicos ingleses A. Downes y T. P. Blunt descubrieron que los rayos UVA eliminan microorganismos, hallazgo que hizo que encontraran aplicación en el mundo de la esterilización.
Hoy se pasa por rayos UVA alimentos de todo tipo: quesos, pescados, leche, frutas y verduras, helados, vinos, tabaco; incluso se aplica al agua y al aire en la esperanza de acabar con los gérmenes nocivos.
Rayos ultravioleta en la estética
En nuestro tiempo la finalidad más popular de este importante invento, gira en torno a la estética personal, a la imagen: lucir un bronceado uniforme y suave sin haber tenido que sufrir el agobio de la aglomeración playera.
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