La historia de Arabia Saudita incluye varios miles de años. Desde su origen, en este territorio han confluido diversos pueblos, culturas y civilizaciones. El desértico clima fue un gran impedimento para que se produjeran grandes asentamientos. Pero ello no fue impedimento para que los antiguos pueblos de la zona tuvieran relaciones comerciales con muchos otros países. En CurioSfera-Historia.com te explicamos el origen e historia de Arabia Saudita.
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Introducción
Arabia Saudita (’Arabiyah as Sa’udiyah) ocupa dos terceras partes de la península Arábiga, a la que se le asocia por sus características físicas y climáticas. El país limita al oeste con el mar Rojo; al noroeste con Egipto; al norte con Jordania e Iraq; al este con el golfo Pérsico y sus emiratos (Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos); al sureste con el Sultanato de Omán, y al sur con Yemen.
La importancia de Arabia Saudita en el contexto del mundo árabe es primordial. Además del poderío económico que ostenta (posee cerca de un tercio de las reservas petrolíferas de todo el planeta), Arabía Saudta es también el faro en el que se miran todos los países musulmanes, el guardián de la tradición y de la preservación de la ley islámica.
Aunque en las últimas décadas se ha cuestionado la ortodoxia islámica que representa, en torno a este país, muy bien relacionado en los foros internacionales, se articula no sólo la dinámica de la herencia de Mahoma, sino buena parte de la actual coyuntura de la economía mundial en el terreno de las fuentes de energía.
La tradicionalmente positiva balanza de pagos saudí, su papel de regularizador de los precios del crudo, del que depende todo el mundo, no se han visto, sin embargo, acompañados por una democratización de sus estructuras políticas.
La Arabia preislámica
La prehistoria de Arabia es todavía poco conocida. Al parecer, algunas tribus situadas en el “Creciente Fértil” (Mesopotamia, Siria, Palestina) penetraron en Arabia durante el milenio II a. C. Eran pueblos semitas nómadas, que se dedicaban fundamentalmente al pastoreo de camélidos domesticados.
Con estos beduinos, aunque más tardíamente, coexistió una floreciente civilización sedentaria que aprovechó las zonas de vegetación y los oasis. En ambos grupos la organización social se basaba en los lazos tribales. Asirios, babilonios y persas intervinieron a menudo en el país y llegaron a dominar la zona norte durante el milenio I a. C.
El reino de los nabateos de Petra (siglo VI a. C. al año 106) y el reino de Palmira fueron las únicas entidades políticas importantes anteriores a la era cristiana. Trajano se apoderó de Petra en el 106 y creó la provincia romana de Arabia. El reino de Palmira fue conquistado por Aureliano (272-273).
Centros de población destacados fueron también los de Yatrib (Medina), La Meca y al Ta’if, los oasis de Jaybar, Tabuk y Tayma’, al norte de Medina, y el reino de Kinda, en el centro de Arabia, fundado en el año 480.
La economía urbana se basaba en el comercio con la Arabia Meridional, Persia, India, Indonesia y China. El enfrentamiento en el Próximo Oriente entre el Imperio bizantino y los persas sasánidas (finales del siglo IV – 641), hizo inseguras las rutas desde el golfo Pérsico al Tigris y al Éufrates, y desde el mar Rojo al Nilo.
Los comerciantes eligieron para sus caravanas los caminos que desde Damasco y Petra se dirigían, por la costa, del mar Rojo al litoral arábigo del océano índico pasando por La Meca o Medina, que se beneficiaron del comercio de especias, perfumes, metales preciosos, marfil y seda y aumentaron su prestigio.
En el año 608 se construyó la Kaba en La Meca y la ciudad pasó a ser el principal centro de peregrinación para los beduinos árabes.
La Arabia islámica
Con la fundación de la primera comunidad musulmana tras la hégira en el 622, Mahoma inició la unidad de Arabia estableciendo la capital en Medina. A su muerte la mitad occidental de Arabia había sido sometida, iniciándose la conquista por los ejércitos islámicos de los Imperios bizantino y persa, proseguida en tiempos de los califas Umar y Utman.
En Arabia, sin embargo, los beduinos rehusaron ya la obediencia a los califas de Medina, especialmente en el transcurso de las luchas entre Ali y Mu’awiyya por el califato. Mientras, los kalbíes (árabes del Sur) y los qaysíes (árabes del Norte) se enfrentaban entre sí. El centro de la península, donde el elemento beduino prevalecía sobre el sedentario, recayó en la anarquía tribal y no saldría de ella hasta la aparición de los wahhabíes, en el siglo XVIII.
Con los abasíes (750-1258), Bagdad pasó a ser la capital del califato y Medina perdió su vitalidad. Pero La Meca continuó siendo el centro religioso del Islam, y la Kaba fue ampliada y embellecida.
La ciudad estuvo ocupada sucesivamente por qarmatas (930), jerifesalidas (980) y por los sulayhíes de Yemen en el año 1063. Un ataque marítimo de los cristianos contra Medina y La Meca (1182) fue rechazado por los ayyubíes de Egipto, que serían reconocidos como soberanos en las ciudades santas.
No obstante, a principios del siglo XIII, el alida Qatada b Idris se alzó con el jerifato de La Meca. Poder que con breves interrupciones, ostentaría su familia hasta 1924, bajo la protección de diversos poderes extranjeros, como el de los mamelucos de Egipto.
La autoridad de los mongoles, que acabaron con el califato abasí en 1258, ya no fue reconocida en Arabia, donde los rasulíes de Yemen fundaron un próspero estado (siglos XIII al XV) a lo largo de la costa del mar Rojo, monopolizando el comercio marítimo.
El resto de la Edad Media fue una época de decadencia para la cultura árabe y su país de origen. A comienzos del siglo XVI los otomanos conquistaron la costa del mar Rojo, incluidas las ciudades santas, y la del golfo Pérsico, hasta las puertas de Omán. Ppero no penetraron en el centro de Arabia.
La unificación de Arabia
La formación del actual reino saudí partió del Nedjed, y concretamente de la ciudad de Riad, conquistada en 1902 por Abd al-Aziz b Sa’ud (Ibn Sa’ud), perteneciente a una rama de los wahhabíes, quien tomó también La Meca (1924), Medina y Yidda (1926), proclamándose rey del Hedjaz y del Nedjed.
Ibn Sa’ud organizó a las tribus de beduinos sobre la base de un gobierno patriarcal y teocrático, les dio como ley la coránica y modernizó el ejército. El 18 de septiembre de 1932 Ibn Sa’ud creó por decreto el reino de Arabia Saudita unificando dos reinos (Nedjed y Hedjaz) y tres emiratos (Asir, Najran y el Hasa). Las rentas de las concesiones petrolíferas otorgadas a compañías estadounidenses en 1933 convirtieron a Ibn Sa’ud en uno de los hombres más ricos del mundo.
La Arabia Saudita
A partir de la II Guerra Mundial, la Arabia Saudita se convirtió en uno de los principales países productores de petróleo. Miembro fundador de la Liga Árabe (1945), participó en la guerra contra Israel (1948).
A la muerte del rey Ibn Saud (1953) le sucedió su hijo Saud b Abd al-Aziz, quien mantuvo la política conservadora. Su hermano, el príncipe Faysal, primer ministro y comandante en jefe de las fuerzas armadas, derrocó a Saud y se proclamó nuevo monarca (2 noviembre 1964).
Faysal mantuvo una estrecha alianza con los EE.UU. y apoyó el movimiento panarabista. Se alió con los países árabes durante las guerras árabe-israelíes de 1967 y 1973 y se reconcilió con el presidente egipcio Sadat. Asesinado por un sobrino (1975), le sucedió su hermano Khaled b Abd al-Aziz, quien mantuvo la misma política. A su muerte (1982) le sucedió su hermano el príncipe heredero y viceprimer ministro, Fahd Ibn Abd al-Aziz, quien desde 1975 se ocupaba de los asuntos políticos del país.
La política moderada y prooccidental del nuevo monarca fortaleció la amistad con EE.UU. y el frente unido árabe contra Irán durante la guerra irano-iraquí (1980-88) y contribuyó a la reconciliación de Argelia y Marruecos (1988) y al retorno de Egipto a la Liga Árabe (1989).
Tras la invasión de Kuwait por Iraq (agosto 1990), Arabia Saudta encabezó la coalición árabe contra Bagdad y autorizó el despliegue en su territorio de una fuerza multinacional dirigida por EE.UU.
En enero de 1996 el rey Fahd, con la salud muy quebrantada, cedió el control del Estado a su hermanastro Abdullah, aunque lo recuperó parcialmente un mes más tarde. Un atentado con un camión bomba contra la base de Al Jobar costó la vida a 19 soldados norteamericanos (junio 1996) y deterioró las relaciones con Washington hasta el punto de que Riad se opuso a los bombardeos contra Iraq (1996 y 1998) y restableció las relaciones con Irán.
Arabia Saudí condenó los ataques terroristas en Nueva York y Washington (11 septiembre 2001) y rompió las relaciones diplomáticas con el régimen de Kabul, aunque no dio apoyo a los bombardeos estadounidenses sobre Afganistán.
Historia de la bandera de Arabia Saudí
En la bandera saudí las grandes letras blancas, en lengua árabe, anuncian el espíritu religioso de esta monarquía: «Solo hay un Dios, Alá, y Mahoma es su profeta.» La shahada, profesión de fe islámica, figura en el anverso y el revés del pabellón, adoptado el 15 de marzo de 1973 (aunque ya establecido desde 1932). Es la única bandera que lleva dos tejidos similares cosidos por ambos lados; otra peculiaridad más: no se puede izar a media asta.
La espada desenvainada simboliza la lucha por Dios y la justicia. Este vasto país desértico, que ocupa la mayoría de la península Arábiga, exhibe el color tradicional del islam en su bandera nacional.
Esta rica nación, cuyas reservas de petróleo y gas natural son las más importantes del mundo, nació de la unión de las regiones tomadas por Ibn Saud a partir de 1902. En 1932, este imán de los wahabíes, cofradía favorable a un islam primitivo y una vida sencilla y frugal, fundó Arabia Saudí otorgándole su propio nombre: es el único país del mundo bautizado con el nombre de una familia real.
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