Conocer la historia de Túnez (Toünisia), es como dar un paseo por la historia del África mediterránea de los últimos 3.000 años. Cuna de la ciudad de Cartago, la ciudad mundial más importante de su época, esta nación ha sufrido diversas invasiones y ocupaciones. Pero finalmente, gracias al empeño de sus gentes, consiguió la independencia. En CurioSfera-Historia.com, te contamos el origen e historia de Túnez.
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Origen de Túnez
Para conocer bien los orígenes de Túnez, es muy importante conocer su situación geográfica. Esto es así, ya que su ubicación ha jugado un papel fundamental en su historia. Túnez se baña en el mar Mediterráneo al norte y al este. Limita con Argelia al oeste y al sur y sudeste con Libia.
Cuando Roma nació como ciudad, la costa tunecina ya era el enclave de Cartago, la más poderosa metrópolis de su época que, al fin, tuvo que rendirse ante la superioridad militar de sus vecinos romanos. Los monumentos que éstos erigieron en las costas tunecinas constituyen la puerta a un paisaje austero y a la vez fascinante que, lentamente, se ha ido transformando en un destino turístico al alcance de casi todos los bolsillos.
Las ciudades europeas, de grandes edificios, conviven con las ciudades musulmanas de tonos ocres y blancos, que se confunden con las arenas del desierto que inundan gran parte del país. En ocasiones, las arenas se apartan para dejar paso a los oasis; el mayor de todos, el de Nefta, resguarda más de 40.000 palmeras datileras, el árbol de la vida del desierto que, según el Corán, está hecho del mismo barro que Adán.
En otros tiempos, esta zona hoy cubierta de matas de esparto era una llanura del color del trigo y de los olivos; pero hoy, los vientos abrasadores del sur y el avance de las dunas arrasan, cada día, una hectárea de vegetación.
- Continente: África
- Superficie: 163.610 km²
- Capital: Túnez
- Población: 11.691.254 habitantes
- Moneda: dinar tunecino
- Lengua oficial: árabe
La conquista árabe de Túnez
En el actual territorio tunecino se fundó la colonia fenicia de Cartago. El cristianismo hizo rápidos progresos en el territorio a partir del siglo III. En el año 439 el territorio fue ocupado por los vándalos de Genserico, que fundaron en él un reino independiente, conquistado por Belisario para Bizancio en el 533-534.
En 647, grupos árabes realizaron una incursión por el sur del territorio, y los ataques se reanudaron en el 665, al mando de Ukba, el cual en el año 670 fundó Kairuán, ciudad santa del Moghreb, que convirtió en su capital.
Tras la rendición de Cartago en 698, Kairuán conservó solamente la capitalidad religiosa. Durante el siglo VIII los emires hubieron de concentrar sus esfuerzos en el sometimiento de los beréberes de las montañas. Pacificado el territorio, en el siglo IX los aglabíes fundaron un imperio marítimo a ambos lados del estrecho de Sicilia. Los fatimíes conquistaron Egipto y trasladaron la capital a El Cairo (972).
El país cayó más tarde en manos de los almohades. Les sucedieron los hafesíes (1229), que crearon una potencia comercial y pirática que resistió el ataque de Luis IX de Francia (1270) y mejoró su economía gracias a la buena acogida prestada a los judíos expulsados de España (1391).
Época de dominio otomano en Túnez
En el año 1534 se apoderó de la capital el corsario turco Barbarroja, quien convirtió el puerto en base para sus piraterías. El soberano hafsí, refugiado en el sur, pidió ayuda al emperador Carlos V, quien se apoderó de la ciudad al año siguiente.
En 1569 se apoderó de ella Alí el Renegado, el cual la perdió de nuevo ante los españoles (1573-74). Pero acudieron en su auxilio los turcos e impusieron su soberanía sobre el territorio. Los otomanos gobernaron el territorio tunecino mediante beyes (títulos de origen turco) hereditarios, quienes acabaron no reconociendo a la Sublime Puerta más que un imperio nominal sobre el territorio.
A principios del siglo XIX el estado tunecino entró en franca decadencia. Una serie de hambres y epidemias (1784, 1805, 1818) redujeron la población del país a la mitad.
La concurrencia de la industria europea y la pérdida del mercado argelino (conquistado por Francia a partir de 1830) arruinaron la industria y el comercio. Los beyes recurrieron a préstamos leoninos con casas bancarias europeas, que obligaron en 1869 a declarar la bancarrota.
Las potencias con capitales interesados (Francia, Italia y Gran Bretaña) constituyeron una comisión de control financiero para velar por sus intereses. Las rivalidades entre las potencias permitieron a Túnez conservar su precaria independencia hasta 1878.
Ocupación y protectorado francés de Túnez
Tomando como pretexto unos incidentes fronterizos con Argelia, Francia ocupó Túnez en 1881 y estableció sobre el país un protectorado colonial (1883), conservando la figura del bey. Después de la I Guerra Mundial aparecieron el partido Destur (liberal-constitucional) y la Confédération Générale du Travail Tunisienne (CGTT).
Bajo la acusación de comunismo, la CGTT se desarticuló en 1925, sin que la burguesía del Destur se solidarizase con ella, por lo que este partido perdió lo que habría podido ser su apoyo popular. Fruto de este descrédito fue la fundación hacia 1930 del Neo-Destur; su secretaría general fue ocupada por Habib Burguiba (1934).
Los principales miembros del Neo-Destur fueron encarcelados en 1934 y puestos en libertad a la subida al poder de Léon Blum. Pero la rápida caída de éste, impidió que fuese reformada la administración de la colonia. La Francia liberada se negó a acceder a las peticiones autonomistas y arreció la represión.
Independencia de Túnez: La era de Burguiba
En marzo de 1952, Burguiba fue detenido, lo que dio origen a una insurrección armada en la que abundaron los sabotajes y actos de terrorismo. En julio de 1954, el Gobierno de Mendés-France reconoció la autonomía interna de Túnez.
El Neo-Destur, reunido en Congreso (1955), reeligió a Habib Burguiba como presidente y exigió la independencia, reconocida por Francia el 20 de marzo de 1956 mediante la abolición del tratado de Bardo. Elegida una Asamblea Constituyente, se nombró a Habib Burguiba como primer ministro (abril 1956). El 25 de julio de 1957 la Asamblea destituyó al bey Muhammad al-Amin y proclamó la república de Túnez, con Habib Burguiba como jefe de Estado.
La Constitución tunecina se promulgó el 1 de junio de 1959. Las relaciones franco-tunecinas se vieron enturbiadas por la guerra de Argelia y el problema de la presencia en Túnez de tropas francesas. En 1957 Túnez rompió sus relaciones diplomáticas con Francia, que no fueron reanudadas hasta la llegada del general De Gaulle al poder. Nuevos incidentes en Bizerta motivaron el bloqueo de la base por el ejército y los paisanos tunecinos.
En 1962 el Gobierno francés accedió a abandonar Bizerta. Este hecho y el fin de la guerra en Argelia mejoraron las relaciones entre ambos gobiernos, de nuevo tensas en 1964 cuando una ley de nacionalización ordenó la expropiación de las tierras pertenecientes a súbditos extranjeros.
En 1964 el Neo-Destur cambió su denominación por la de Partido Socialista Desturiano. En el exterior, el Gobierno de Burguiba siguió una política prooccidental y adoptó (1965) posturas de compromiso con Israel, lo que provocó la ruptura con la Liga Árabe y la suspensión de las relaciones diplomáticas con Egipto y Siria, reanudadas en 1971.
Mediante una enmienda a la Constitución aprobada en diciembre de 1974 se le otorgó el cargo de presidente vitalicio, y confirmó al primer ministro Nouira, en el cargo desde 1970, como sucesor del presidente.
La agitación estudiantil y obrera se intensificó a partir de 1976. La huelga general que fue convocada por la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) desembocó en el más sangriento incidente desde la independencia: la represión policíaca contra los manifestantes causó la muerte al menos a 51 personas (26 enero 1978).
Debido a una grave enfermedad, el primer ministro Nouira fue reemplazado por Mohamed Mzali (1980-1986) que tuvo que enfrentarse a multitudinarias manifestaciones de protesta por el encarecimiento del pan y sus derivados. Le sucedieron en el cargo R. Sfar (1986-1987) y Zine el-Abidine BenAlí (desde 1987).
Gobierno aperturista de Ben Alí
En noviembre de 1987 el primer ministro Ben Alí encabezó un golpe de Estado incruento y destituyó a Burguiba por «incapacidad”. Ben Alí inició una política de tímida apertura, pero mantuvo la represión contra los grupos integristas.
Al año siguiente, el Partido Socialista Desturiano se convirtió en Agrupación Constitucional Democrática (RCD), y desde entonces se mantiene en el poder. En sus últimos años, Ben Ali ha extendió la represión contra todas las fuerzas de la oposición. Durante 1999 se celebraron las primeras elecciones pluralistas a las que se presentaron tres candidatos principales. Pero volvió a surgir elegido el presidente Ben Alí.
El 26 de mayo de 2002 se aprobó por referéndum una reforma de la Constitución que otorgaba más poder al presidente. Finalmente, el 14 de enero de 2011, gracias a un fuerte movimiento popular, se derrocó al presidente Ben Alí y se sustituyo por Fouad Mebazza.
Historia de la bandera de Túnez
Túnez es el estado más pequeño del norte de África. Alterna paisajes montañosos, playas, llanuras y mesetas desérticas, y en su bandera presenta un enorme sol blanco, que es el símbolo de la unidad del país.
La bandera roja con la estrella y la media luna turca también fue pabellón tunecino hasta 1835, cuando se le añadió un sol en forma de disco blanco. Túnez, la tierra de la antigua Cartago, fue tomada por corsarios turcos a mediados del siglo XVI. En 1574 el Imperio otomano se anexionó este país de clima mediterráneo.
Esta bandera, ampliamente inspirada en el estandarte turco, fue oficializada ese mismo año. Durante el protectorado francés (1881), apareció también el tricolor azul-blanco-rojo en el cantón del pabellón. Túnez accedió a la independencia el 20 de marzo de 1956, a la vez que se instauró un código de estatus personal de tendencia laica y moderna, con el que las mujeres saldrían especialmente beneficiadas. En 1957 fue proclamada la república, y Habib Burguiba fue nombrado su primer presidente.
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