La invención de la sembradora mecánica supone una verdadera revolución en la agricultura. La aparición de la mecanización agrícola hace que con menos esfuerzo, la producción aumente en cantidad y calidad. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de la sembradora, cuál es su origen y también quién fue su inventor.
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Quién inventó la sembradora mecánica
El inventor de la sembradora es el británico Jethro Tull en el año 1701. La sembradora de Jethro Tull, es la primera máquina agrícola de los tiempos modernos. Su invento preludia la gran revolución agrícola que sacudió Europa en la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del siglo XIX.
Tull nace en Basildon, Berkshire (Inglaterra), en 1674 y muere en Prosperous Farm en 1741. Estudia leyes en Londres, antes de llegar a instalarse como agrónomo en Howberry, donde inventa su sembradora, en 1701. En 1709, se establece en Prosperous Farm (la Granja Próspera), cerca de Hungerford. Allí escribe su obra Horse-Hoing Husbandry, en la que describe, además de su sembradora, un sistema de sembrado en hileras regulares y un rastrillo para arrancar la maleza.
Pero, ¿por qué llega tan tardíamente esta revolución, siendo que las técnicas agrícolas deberían lógicamente perfeccionarse en primer lugar en una Europa esencialmente campesina? La razón se encuentra en la forma de organización del agro y se relaciona con la falta de uso de las cercas.
Características de la sembradora de Tull
La sembradora de Jethro Tull es una verdadera máquina agrícola. Se caracteriza por estar dotada de un mecanismo interno móvil que revolucionará el trabajo en el campo. Se trata de un instrumento que se engancha, y permite repartir las semillas con mucha regularidad, lo que resulta en una vegetación más uniforme, una maduración más regular y una faena más homogénea.
Además, permite un sembrado en hileras, que tiene como ventaja, a diferencia del sembrado “a los cuatro vientos”, obtener plantas que tienen más espacio y luz para crecer y que, por lo tanto, son más fuertes y resistentes a las enfermedades. La sembradora de trigo, característica entre los diversos modelos puestos a punto por Jethro Tull, siembra así tres hileras de semillas al mismo tiempo, y es tirada por un solo caballo.
Entre los primeros en interesarse por los métodos de Tull está Voltaire, quien los aplica en su propiedad de Ferney. La ventaja de estos métodos se demuestra sobre todo en grandes extensiones de cultivo. América del Norte proporciona un terreno experimental ideal para las nuevas técnicas agronómicas.
Origen de la sembradora
El invento de Jethro Tull es adelantado para su época: demuestra una preocupación temprana por ahorrar mano de obra. Actitud que se acentuará aún más en el siglo XIX, en el Reino Unido y sus dominios (Australia, Nueva Zelanda, Canadá) y, sobre todo, en Estados Unidos.
Sin embargo, la sembradora de Jethro Tull, construida en 1701, sólo será conocida por el público en 1731, cuando se publica su libro Horse-Hoing Husbandry (La nueva labranza por medio de la tracción equina). El principio del aparato que está descrito allí no tiene en realidad nada de nuevo, pues su invento se remonta muy lejos en el tiempo.
Ya en 113 a. C., en la Antigua China, se encuentra en el diccionario imperial de Kang-ku una descripción de una sembradora semimecánica, el léou, hecha por Tehao-kou. Se trata de una carretilla con tolva que deja caer el grano por un tubo vertical. El grano cae en el surco trazado por la rueda.
El caudal se regula por medio de una compuerta pequeña colocada al fondo de la tolva. Este aparato se usa, con algunas variantes, en todo el mundo antiguo y, en la cuenca del Mediterráneo del siglo XVII, se conoce como carretilla de sembradío.
¿Por qué causa una revolución agrícola la sembradora?
La tradición de los campos sin cercas se remonta a la Alta Edad Media: desde hace más de un milenio, los campos no estaban separados entre sí por barreras o setos. Después de las faenas, las tierras eran dejadas como pastizales abiertos para que la ganadería y los rebaños pudiesen pastar allí. Los animales se alimentan de los rastrojos y pastos naturales, y fertilizan el suelo con sus excrementos. Este sistema satisface a todos mientras opera el modo de producción clásico y no se pretende innovar.
En cambio, los agricultores dinámicos se ven pronto perjudicados por la falta de cercas, pues quieren cultivar esencialmente nuevas variedades forrajeras (trébol, pipirigallo, alfalfa) y los rebaños que llegan a pastar en sus cultivos lo devoran todo. Estas variedades forrajeras permiten aumentar tanto el peso como la productividad de los animales, y también obtener de ellos más y mejores abonos. Así, el círculo vicioso de los campos sin cercas tiene que quebrarse.
A partir del siglo XVII nace en Inglaterra un movimiento en favor de las cercas. Conduce a la famosa ley sobre el cercado (Enclosement Law) de 1760, que permite una rápida racionalización de la agricultura inglesa, mientras que, en la Europa continental, los métodos de cultivo siguen atrasados durante largo tiempo,
La ley inglesa de 1760 tiene como consecuencia principal hacer atractiva la concentración de las tierras, pues ya no se temen los estragos de las praderas abiertas. Además, las máquinas y equipos que son inútiles en unas parcelas estrechas pueden usarse con eficacia en las grandes explotaciones comerciales. El maquinismo agrícola encuentra allí su razón de ser.
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