Noruega es un país con una historia convulsa y centenaria. Es una nación de culturas y costumbres que se remontan a muchos siglos en el tiempo. Es un territorio que ha atravesado diversas etapas, guerras y períodos históricos a lo largo de los años que deben ser conocidos. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de Noruega y su origen.
Qué vas a encontrar aquí
Origen de Noruega
Para conocer el origen de Noruega, es necesario primero conocer su situación geográfica. Noruega (Norge), la fachada occidental de la península Escandinava, despliega ante el océano sus recortadas costas, que fueron el hábitat primigenio de los grandes viajeros del Atlántico norte, los vikingos.
El país limita al oeste con el océano Atlántico, al norte con el océano Glacial Ártico, al sur con el mar del Norte y el Skagerrak, y sólo hacia el este tiene fronteras terrestres, con Suecia y, en el extremo norte, con Finlandia. Ésta es una tierra contradictoria, en la que la siempre salvaje e inhóspita naturaleza contrasta con el desarrollo de una de las sociedades más civilizadas de Europa.
Es en el cristalino espejo de sus fiordos donde los hombres han preferido que se miren sus hogares, y en la brevedad de sus valles donde han emplazado todas sus actividades. Habitada a partir de la última glaciación, Noruega fue colonizada más tarde por agricultores procedentes de Suecia y Dinamarca, que enseñaron las técnicas agrícolas a los autóctonos.
En el siglo I estaba poblada por lapones al norte, y escandinavos al sur. Ambos pueblos se dedicaban a la agricultura y desarrollaban un activo comercio entre sí. La ocupación de la tierra dio lugar a una clase poderosa de terratenientes que impulsó las primeras tentativas navales por el mar del Norte.
- Continente: Europa.
- Superficie: 323.879 km2.
- Capital: Oslo.
- Población: 5.367.580 habitantes.
- Moneda: corona noruega.
- Lengua oficial: noruego.
Expansión y unificación del reino de Noruega
La época de las grandes incursiones marítimas noruegas comenzó en el siglo VIIIl. Los navegantes noruegos empezaron por conquistar los archipiélagos costeros de Escocia (Shetland, Oreadas, Hébridas), ocupados por los pictos, e hicieron incursiones por Escocia, Inglaterra e Irlanda, donde crearon algunos reinos costeros.
Otras expediciones colonizaron Islandia (siglo IX) y Groenlandia (siglo X) y llegaron a las costas orientales de EE.UU, (Vinland). Esta expansión perduró con más o menos vitalidad hasta el siglo XIII, aunque empezó a entrar en crisis en el siglo XI por los conflictos internos de Noruega y la rivalidad de otras potencias nórdicas.
Unificación de Noruega
La unificación de Noruega fue obra de Harald I Harfager (872-933). Fraccionado el reino a su muerte, un descendiente suyo, Olaf I Tryggvesson (995-1000), restableció la unidad y logró sin demasiadas dificultades introducir el cristianismo en Tróndelag y Vestland, en Islandia y en las nuevas posesiones de Groenlandia.
Pero los daneses, que se habían organizado y se veían en condiciones de asumir la dirección de la Europa septentrional, derrotaron a los noruegos en la batalla naval de Svalder (año 1000). Siguió un período de anarquía, y el país pasó a manos de Canuto el Grande (1018-35), rey de Dinamarca e Inglaterra, hasta que una sublevación (1034-1035) destronó la monarquía extranjera y entronizó de nuevo la dinastía Harfager.
Este período de crisis dificultó la expansión marítima noruega, mientras Dinamarca se convertía en la primera potencia nórdica. A la muerte del rey Sigurd (1130) se abrió un período de crisis internas, presidido por las rivalidades entre los pretendientes a la corona, los conflictos entre ésta y las jerarquías eclesiásticas y las banderías nobiliarias.
Introducción del sistema feudal
La pacificación de Noruega fue obra de Haakon IV (1217-63), quien mantuvo estrechas relaciones con los demás Estados europeos, reafirmó su dominio sobre las islas oreadas e impuso su autoridad en Groenlandia (1261) e Islandia (1262).
Magnus Lagaboeter (1263-80), abierto a las ideas occidentales, introdujo la organización feudal y favoreció el poderío del alto clero. Con estas medidas, el viejo espíritu aventurero de los vikingos acabó por desaparecer. Desde entonces, la nobleza noruega, feudalizada y absorbida por rivalidades internas, fue incapaz de mantener su dominio sobre las posesiones marítimas, que progresivamente fueron separándose.
Asimismo, Magnus, impulsado por necesidades financieras, otorgó a los mercaderes hanseáticos privilegios que les permitieron competir peligrosamente con el comercio nacional. Las pesquerías noruegas, cuyas reservas, en particular de arenque, podían prepararse gracias a la sal del Luneburgo alemán, se exportaron con carácter monopolístico por la Hansa, que a su vez abastecía de trigo a Noruega.
Unión con Suecia y Dinamarca
Esas relaciones comerciales originaron una fuerte corriente inmigratoria de alemanes en los siglos XIII y XIV. En el siglo XIV, la conciencia de la progresiva decadencia de los países escandinavos frente al poderío alemán impulsó a la nobleza escandinava a unirse. A la muerte de Haakon V (1319) la corona noruega pasó a Magnus Eriksson, heredero de Suecia. En 1343 éste cedió Noruega a su hijo Haakon VI (1343-80), el cual estaba casado con Margarita de Dinamarca.
Muerto Haakon, Margarita, por la Unión de Raimar (1397), reunió las tres coronas escandinavas en la persona de Erik de Pomerania (Erico I de Pomerania, VII de Dinamarca, III de Noruega y XIII de Suecia). La unión fue desfavorable para Noruega, cuya debilidad, agravada por la presencia de la peste (1349-50), la hizo cada vez más dependiente de Dinamarca, al extremo de que su gobierno llegó a ser ejercido por funcionarios daneses.
Al separarse Suecia de la Unión de Raimar (1523), Noruega se vio reducida a una simple provincia de Dinamarca. Los reyes daneses introdujeron el luteranismo en Noruega, que al principio encontró cierta resistencia.
En el siglo XVIII Noruega estaba aún muy poco poblada y era considerada como una tierra de colonización. Lentamente, los cultivos se extendieron hacia el norte, al mismo tiempo que en las ciudades costeras se desarrollaba una burguesía de comerciantes.
La instauración de la monarquía absoluta en Dinamarca favoreció esta evolución, al ser reducidos los privilegios de la nobleza. Durante el siglo XVIII se mantuvieron estas tendencias, pero las guerras napoleónicas arruinaron a muchos comerciantes. En 1814 Noruega se separó de Dinamarca, y una Asamblea Nacional aprobó una Constitución que era de las más liberales de su época.
Paralelamente, Suecia intentó apoderarse del territorio, pero por el Acta de Unión (1815) se llegó a un acuerdo, y ambos Estados acordaron reconocer la soberanía de la dinastía sueca, aunque manteniendo separadas la mayoría de las instituciones de sus propios gobiernos.
Independencia de Noruega
A lo largo del siglo XIX, los noruegos, que nunca aceptaron de buen grado la monarquía sueca, plantearon una serie de conflictos de tipo nacionalista que no finalizaron hasta que en 1905 se separaron de Suecia y un príncipe danés (Haakon VII) fue elegido rey de Noruega.
Por otro lado, la evolución económica de Noruega durante este período se caracterizó por la formación de una clase campesina próspera, mientras que los grandes dominios señoriales se subdividían. Al mismo tiempo, el desarrollo de la pesca y de la marina mercante iniciaron un período de prosperidad. Durante la primera mitad del siglo XX, gracias a la utilización de la hulla blanca, el país empezó a industrializarse.
Económicamente fue muy favorecido por su neutralidad durante la I Guerra Mundial. En 1935 los laboristas ocuparon el poder y llevaron a cabo un programa de reformas limitadas.
Segunda guerra mundial y posguerra
Durante la II Guerra Mundial Alemania invadió Noruega en abril de 1940. Tras derrotar a las tropas aliadas, suprimió la monarquía e impuso un régimen favorable a sus intereses, con el fascista noruego Vidkun Quisling como jefe del Gobierno (1942), bajo la supervisión de un alto comisario alemán.
El rey Haakon VII y el gobierno huyeron a Londres, donde establecieron un gobierno de unión nacional en el exilio, que se mantuvo en contacto con el movimiento de resistencia interior. Al término de la guerra se celebraron elecciones generales, en las que el partido laborista obtuvo la mayoría.
Noruega abandonó su tradicional política de neutralidad e ingresó en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 1949. En 1957 falleció el rey Haakon VII, que fue sucedido por su hijo Olaf V.
Tras las elecciones de septiembre de 1965 Per Borten, líder del partido del Centro, fue nombrado jefe de un Gobierno de coalición de liberales, centristas, democristianos y conservadores. Pero dimitió en 1971 por divergencias en el seno de la coalición.
Trygve Bratteli, presidente del partido laborista, fue encargado de formar nuevo Gobierno. El cual acordó el ingreso de Noruega en el Mercado Común (22 enero 1972), pero esa adhesión fue rechazada en el referéndum de septiembre del mismo año, y T. Bratteli presentó la dimisión. L. Kosvald formó un nuevo Gobierno centrista, pero Bratteli volvió pronto a ocupar la presidencia (1973).
Época actual
El descubrimiento de ricos yacimientos de gas y petróleo en el mar del Norte determinó un nuevo desarrollo económico. El también laborista O. Nordli sustituyó a Bratteli, retirado de la política, en enero de 1976, y más tarde fue reemplazado a su vez por la doctora Gro Harlem Brundtland.
En las elecciones parlamentarias de septiembre 1981 triunfó una coalición derechista, por lo que Kare Willoch, líder del partido conservador, se designa como primer ministro. Tras su dimisión (mayo 1986), Brundtland volvió al Gobierno, en el que se mantuvo hasta 1996 con el intervalo de 1989-90, en que gobernó un ejecutivo de centro-derecha.
El rey Olaf V falleció en enero de 1991 y le sucedió su hijo Harald V. En 1994 la población rechazó de nuevo en referéndum el ingreso en la Unión Europea.
Tras el retroceso laborista en las elecciones de septiembre de 1997 se formó un Gobierno de coalición entre el Partido Popular Cristiano, los liberales y los centristas presidido por K. M. Bondevik, que tras un período de Gobierno laborista de un año volvió a presidir un Gobierno de coalición con los conservadores en 2001.
Historia de la bandera Noruega
El Dannebrog, la bandera danesa, es la más antigua del mundo (1625); con un fondo rojo y una cruz blanca, fue durante muchos años el emblema nacional de Noruega.
En 1397 la Unión de Kalmar unificó las coronas de Noruega, Suecia y Dinamarca. En 1523, mientras Suecia se proclamaba independiente, Noruega caía bajo el yugo danés durante más de tres siglos; se izaba, pues, el estandarte danés. Pero en 1814, con la firma del Tratado de Kiel, Noruega pasaba a manos de Suecia. La bandera presentaría en su cantón (parte superior izquierda) el león del escudo de armas tradicional.
Suecia permitió a Noruega fundar su propia asamblea (Storting), que en 1821 oficializó, como pabellón mercante y tan solo en el ámbito del Atlántico Norte, una nueva bandera.
Propuesta por Frederick Meltzer, miembro de dicha asamblea, la cruz blanca está coronada por otra azul oscuro. A raíz de la separación de Suecia y la llegada al trono de un príncipe danés, Haakon VII en 1905, se adoptó definitivamente este pabellón. Los colores rojo, blanco y azul, inspirados en las banderas tricolores de la Francia revolucionaria, la Union Jack (bandera de Gran Bretaña) y la Stars and Stripes («Las barras y estrellas» de Estados Unidos), simbolizan la democracia.
Historia de otros países
Origen de Suecia Origen de Belice Origen de Paraguay Origen de Tanzania
¿Quieres saber más sobre historia de los países?
Desde CurioSfera-Historia.com, esperamos que esta reseña histórica titulada Historia de Noruega, te haya sido de utilidad. Si quieres acceder a más artículos históricos, visita la categoría de historia. Y si te ha gustado, puedes dejarnos un comentario.