Paraguay es un país con una sorprendente historia de cientos de años. Un territorio que cuenta con unas costumbres y una cultura que se remontan a muchos años en el tiempo. Una nación que ha sufrido varios períodos históricos con el paso del tiempo, que merecen ser conocidos. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de Paraguay y su origen.
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Origen de Paraguay
Como ha jugado un gran papel en toda su historia, para conocer el origen de Paraguay primero debes conocer cómo es y su situación geográfica. Encerrado en el corazón del continente sudamericano, “atrapado” entre los dos grandes del Sur, Brasil y Argentina, Paraguay limita al norte y noroeste con Bolivia, al sur y oeste con Argentina y al noreste y este con Brasil.
Es un país de espléndidas y fértiles tierras en el que gran parte de la población vive todavía en fases económicas de subsistencia y trueque. Y es que padece un atraso secular que, hasta hace poco, le situaba entre los países más pobres de América. En la época española basculó entre los dominios de Perú y de Río de la Plata. Hasta que la revuelta de los comuneros contra las autoridades peruanas decantó la inclinación del país hacia la órbita rioplatese.
Eso no le libró de la ocupación, pues fue literalmente invadido por el presidente argentino Manuel Belgrano. La independencia sólo le trajo situaciones dictatoriales crónicas; además, tuvo que soportar el coste de guerras con Brasil y Bolivia, y resolver así tanto su identidad como sus fronteras. Actualmente, Paraguay se esfuerza en recuperar su territorio, organizar su red de infraestructuras urbanas, colonizar hasta el último rincón del despoblado Chaco; en resumen, en salir de su aislamiento.
Descubrimiento y colonización
La población indígena de Paraguay estaba formada por tribus de lengua guaraní que practicaban una agricultura itinerante de azada, dedicados al cultivo del maíz y la mandioca en los valles del Paraná y el Paraguay, y por tribus nómadas (guaycurúes, payaguaes, etc.) que ocupaban el Chaco. La penetración española en región comenzó con la búsqueda de la legendaria “Sierra de la Plata”, rica en metales preciosos y que seguramente correspondía al Perú.
El primer europeo que recorrió el Paraguay fue Alejo García, quien entró en contacto con los guaranípes y hacia 1524 se unió a una de sus periódicas emigraciones periódicas al Perú. Sebastián Cabot llevó a cabo la primera exploración de los ríos Paraná y Paraguay, y llegó probablemente hasta la Embocadura del Pilcomayo (1528). Pedro de Mendoza, primer adelantado del Río de la Plata (1535), estableció los primaros asientos para su conquista.
Su compañero Juan Salazar Espinosa erigió el fuerte de Nuestra Señora Santa María de Asunción (1537), origen de la ciudad de Asunción. Al ser abandonada Buenos Aires (1541), Asunción se convirtió en foco de la conquista en la región rioplatense y base de las expediciones (“entradas”) a la “Sierra de la Plata”.
El adelantado Alvar Núñez cabeza de Vaca, quien llegó a Asunción (1542) por tierra desde la costa de Santa Catalina, abriendo una ruta que sería después muy utilizada, se esforzó en estabilizar las relaciones con los guaraníes, facilitadas por su carácter sedentario y agrícola. Destituido en 1544, fue elegido gobernador Irala (1544-56), el cual dirigió en 1548 la última “gran entrada” a la “Sierra de la Plata”.
Después de cruzar el Chaco llego a la región de los indios charcas, pero el Perú había sido ya conquistado por los españoles, y la expedición sólo sirvió para abrir un camino entre Chile y la región del Plata.
Los colonizadores tuvieron que abandonar entonces su búsqueda de la plata y dedicarse a la explotación de la agricultura y la ganadería por el régimen de encomiendas y repartimientos; el gran número de mujeres guaraníes sometidas a servidumbre permitió que el mestizaje fuera particularmente intenso.
La obtención de nuevas encomiendas impulsó numerosas expediciones y fundaciones (exploración del Paraná hasta el territorio del Guairá en 1553, fundación de Ontiveros en 1554, expedición de Ñuflo de Chaves hacia el norte y fundación de Santa Cruz de la Sierra en 1561, a 19° de latitud, etc.).
Época colonial | Siglos XVII-XVIII
La segunda fundación de Buenos Aires (1580) desvió el camino al Perú más hacia el sur, evitando así la difícil travesía del Chaco. De este modo, Asunción quedó aislada de las rutas comerciales continentales, aislamiento agravado por su carácter interior.
La Real Cédula de 1617 creó la gobernación de Guairá, con capital en Asunción y cuyos límites correspondían aproximadamente al actual Paraguay. Durante el siglo XVII la nueva gobernación continuó por el oeste la exploración y conquista del Chaco, sin resultados definitivos por el carácter nómada de las tribus que lo habitaban (guaycurúes, payaguaes, etc.).
Por el noreste, tuvo que enfrentarse a las expediciones de las bandeiras paulistas, instrumento de expansión portuguesa, que periódicamente penetraban en el país con el fin de capturar indios. La población española o criolla, concentrada en las ciudades, era muy escasa, pero la población guaraní fue lentamente incorporada a la civilización de los colonizadores por obra de las misiones jesuíticas.
Las primeras reducciones fueron fundadas en 1609 por los jesuitas en Guairá y junto al Iguazú, pero tuvieron que ser abandonadas ante los ataques de los pendisteis.
Se extendieron entonces por los valles del Paraguay, Paraná y Uruguay, hasta llegar a mediados del siglo XVIII a sumar 38 reducciones que encuadraban a unos 200.000 guaraníes. En estas reducciones se planificó de modo racional la asimilación de los indios, dentro de un marco teocrático.
La agricultura, la ganadería y el trabajo artesano se practicaban en comunidad, aunque cada familia india tenía una “chacra” particular. Las relaciones con el exterior se limitaban al comercio de la yerba mate, en manos de los jesuitas, y a los blancos o mestizos les estaba prohibido residir en ellas. La lucha contra los bandeirantes obligó a las misiones a organizar sus propias milicias, a las que se concedió desde 1649 el uso de armas de fuego.
Los colonos españoles y criollos mantuvieron una cerrada oposición a este sistema, que les impedía llevar a cabo los repartimientos de indios y explotar una parte importante del suelo paraguayo.
El conflicto entre encomenderos y doctrineros fue resuelto a favor de éstos por la monarquía española, que declaró a los guaraníes vasallos inmediatos de la corona y garantizó a los jesuítas un régimen autónomo. El descontento de la oligarquía criolla ante los privilegios de los jesuítas cristalizó en el movimiento de los comuneros, rebelión del Cabildo de Asunción contra la autoridad de los gobernadores reales.
La expulsión de los jesuítas del imperio español en 1767, señaló la rápida decadencia de las misiones, por el régimen paternalista que había imperado en ellas. Al crearse en 1777 el virreinato del Río de la Plata, la gobernación del Paraguay pasó a formar parte de esta demarcación.
Independencia de Paraguay
El movimiento independentista se dirigió simultáneamente contra España y contra Argentina, ya que el prolongado aislamiento y las características étnicas y lingüísticas (mestizaje, supervivencia de la lengua guaraní) habían contribuido a crear una conciencia nacional propia.
La Junta de Buenos Aires envió (1811) una expedición mandada por el general Belgrano. Con el propósito de anexionarse el territorio, pero fue derrotado en Tacuarí. Se formó entonces una Junta Gubernativa, presidida por Fulgencio Yegros, quien depuso al gobernador español y vio reconocida por Argentina su soberanía.
En 1813 se proclamó la República del Paraguay. La dictadura vitalicia de José Gaspar Rodríguez de Francia (1814-1840) inició un período de autocracia y aislamiento, como medio para evitar la absorción por sus poderosos vecinos.
Francia reestructuró la propiedad agraria confiscando latifundios (en especial los eclesiásticos) y creando una fuerte propiedad estatal trabajada por los “esclavos del Estado”. Organizó escuelas primarias hasta la casi desaparición del analfabetismo y se esforzó por hacer de Paraguay una unidad económica autárquica. Prohibió el comercio exterior y los contactos con el extranjero.
Carlos Antonio López (1844-1862) actuó como un autócrata, pero realizó una política de progreso económico y cultural. Al morir (1862), nombró sucesor a su hijo Francisco Solano López. La presión del capital británico, que deseaba penetrar en Paraguay, empujó a Brasil y Argentina a iniciar la guerra de la Triple Alianza (1865-1870), durante la cual Paraguay se enfrentó a los ejércitos uruguayo, argentino y brasileño en una guerra de exterminio en la que perdió la casi totalidad de su población masculina.
Como consecuencia, el país quedó sumido en una época de espantosa miseria. Las tierras públicas se malbarataron en pública subasta, lo que dio origen a inmensos latifundios. Se sucedían los golpes de Estado y los conflictos entre “liberales” y “colorados”. Mientras las empresas extranjeras conseguían la extraterritorialidad y aumentaban sus privilegios. Durante la presidencia de los liberales Schaerer y Franco alcanzó al país el auge de la industria ganadera motivado por la I Guerra Mundial.
El descubrimiento de petróleo en el Chaco produjo conflictos con Bolivia. Los dos Estados se enfrentaron en la guerra del Chaco (1932-1935). En la que Paraguay ganó las tres cuartas partes del Chaco Boreal (168.913 km2), pero perdió a 100.000 hombres.
La revolución de febrero de 1936 depuso al presidente E. Ayala (1932-1936) y situó en la presidencia a Rafael Franco, derrocado por una contrarrevolución militar (1937). En 1940 el general Moríñigo implantó una férrea dictadura. Durante su mandato se produjeron numerosas revueltas, la más importante en 1947, que originó una corta guerra civil. La creciente oposición obligó a Moríñigo a convocar elecciones al año siguiente.
Siguieron seis años de inestabilidad en los que se sucedieron siete presidentes. En 1954 el general Alfredo Stroessner, apoyado por el Partido Colorado (Asociación Nacional Republicana), implantó una larga dictadura personal y suprimió los partidos políticos.
En el contexto internacional de guerra fría, el régimen paraguayo se vio sometido a un relativo aislamiento. Y, en el interior, las precarias condiciones sociales llevaron a Ia población trabajadora a una intensa emigración hacia los países vecinos.
A fines de 1974, descubierto un complot para secuestrar a varias personalidades del régimen y asesinar a presidente, se recrudeció la represión. Pese a las protestas de la oposición, Stroessner modificó la Constitución para ser reelegido en 1978, 1983 y por octava vez en 1988.
Restauración del régimen democrático
Ante la nueva situación creada en América del Sur por el retorno de los civiles al poder en Brasil, Argentina y Uruguay, y bajo las presiones de Washington, el general Andrés Rodríguez, ex colaborador de Stroessner, encabezó un golpe de Estado.
Se hizo cargo de la presidencia de la República (febrero 1989). Y, convocó elecciones que le confirmaron como presidente al derrotar al candidato del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). El Partido Colorado obtuvo la mayoría en las dos cámaras.
Una nueva Constitución entró en vigor el 21 de junio de 1992. Juan Carlos Wasmosy, del Partido Colorado, fue elegido presidente en 1993. Pero tuvo que afrontar las amenazas de sublevación del jefe del ejército, el general Lino César Oviedo, a quien finalmente nombró ministro de Defensa. Sin embargo, poco después le revocó y Oviedo fue juzgado y encarcelado, para ser finalmente puesto en libertado por Raúl Cubas Grau, del Partido Colorado, que llegó a la presidencia de la República del Paraguay en 1998.
Cubas fue acusado poco después del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, su principal adversario político. Se sometió a juicio por el Congreso, dimitió y sustituyó por el presidente del Senado, Luis González Macchi. Quien en mayo de 2000 sufrió un golpe de Estado frustrado llevado a cabo por partidarios del ex general Oviedo. Ante la perspectiva de enfrentarse a la justicia ordinaria, Cubas se refugió en Brasil. Finalmente se entregó a la justicia paraguaya (febrero 2002) y quedó confinado en una dependencia militar.
Historia reciente de Paraguay
El nuevo milenio marcó el comienzo de una era de transformación y desafíos para Paraguay, una nación situada en el corazón de América del Sur. Desde el año 2000 hasta la actualidad, el país ha experimentado cambios significativos en su política, economía y sociedad. A través de periodos de crecimiento, desafíos y logros, Paraguay ha forjado su propio camino en la región.
El nuevo milenio y la estabilidad política
Al ingresar al siglo XXI, Paraguay experimentó un periodo de estabilidad política tras décadas de inestabilidad. Durante la presidencia de Nicanor Duarte Frutos (2003-2008), se consolidaron esfuerzos para fortalecer las instituciones democráticas y se avanzó en la mejora de la imagen internacional del país. Sin embargo, persistieron desafíos, como la lucha contra la corrupción y la inequidad social.
Desarrollo económico y desafíos sociales
En términos económicos, Paraguay ha experimentado un crecimiento sostenido, en parte impulsado por sectores como la agricultura y la energía. La expansión de la producción de soja y la generación de energía hidroeléctrica, con proyectos como la represa de Itaipú, han contribuido al desarrollo económico del país. Sin embargo, la brecha entre ricos y pobres persiste, y la distribución de la riqueza sigue siendo un tema crucial.
Gobiernos posteriores y desafíos contemporáneos
En los últimos años, Paraguay ha visto cambios en la administración gubernamental. La presidencia de Horacio Cartes (2013-2018) se centró en políticas económicas y reformas, aunque no estuvo exenta de controversias. Posteriormente, Mario Abdo Benítez asumió el cargo en 2018, enfrentando desafíos como la gestión de la pandemia de COVID-19 y la presión para abordar cuestiones sociales pendientes.
Desafíos medioambientales y sostenibilidad
La conservación medioambiental se ha vuelto una preocupación creciente en Paraguay. A pesar de los éxitos económicos, el país enfrenta desafíos relacionados con la deforestación y la preservación de la biodiversidad. La búsqueda de un equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental se ha convertido en una tarea crucial para el gobierno y la sociedad.
A medida que Paraguay avanza hacia el futuro, se enfrenta a la tarea de consolidar sus logros y abordar los desafíos pendientes. La inversión en educación, la lucha contra la corrupción y la promoción de la equidad social son áreas clave para garantizar un desarrollo sostenible y una democracia robusta.
Historia de la bandera de Paraguay
La bandera de Paraguay es la única bandera del mundo cuyo reverso y anverso son diferentes. En el anverso, «la estrella de mayo» simboliza la independencia lograda frente a los españoles el 11 de mayo de 1811. Del otro lado, sobre el sello del tesoro, un león dorado delante de un gorro frigio vigila para la defensa de la libertad. Por encima, se puede ver el lema nacional: «Paz y Justicia».
Con un 90 % de la población actual mestiza (mezcla de guaraní y español), Paraguay fue explorada por los españoles en el siglo XVI a raíz de la expedición de Diego García. Sin embargo, el país exhibe en su bandera los colores de la bandera francesa, si bien colocados de forma horizontal, y los valores republicanos.
El color rojo expresa el patriotismo, la igualdad y la justicia. El color blanco simboliza la paz y la pureza de las ideas. En cuanto a la libertad, adquiere el color azul del cielo. Paradójicamente, un dictador, José Gaspar Rodríguez de Francia (en el poder entre 1814 y 1840), fue partícipe de la creación de este pabellón. La actual bandera de Paraguay se oficializó en el año 1842.
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