Suiza es un país con una historia centenaria y muy interesante. Es una nación con unas costumbres y una cultura que se remontan a muchos siglos en el tiempo. Este territorio ha atravesado diversas etapas, guerras y períodos históricos a lo largo de los años que deben ser conocidos. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de Suiza y su origen.
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Origen de Suiza
Para conocer bien la historia y origen de Suiza, primero es necesario primero saber cómo es y dónde está situada geográficamente. Suiza (Schweiz, Suisse, Svizzera) es el país alpino por excelencia. La totalidad de su territorio está accidentada por esta cadena, una de las más jóvenes de Europa. De forma trapezoidal, Suiza está situada en el centro de Europa y limita al norte con Alemania, al sur con Italia, al oeste con Francia y al este con Austria.
Pese a sus pequeñas dimensiones y a su naturaleza montañosa está dotada de una extraordinaria red de comunicaciones que la han abierto a los intercambios internacionales. Y, han hecho del país uno de los primeros centros turísticos de Europa.
- Continente: Europa.
- Superficie: 41.285 km.
- Capital: Berna.
- Población: 8.505.324 habitantes.
- Moneda: Franco suizo.
- Lenguas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche.
Época clásica de Suiza
Entre los primitivos pobladores de Suiza figuraron los celtas, los helvecios, que en diversas ocasiones se enfrentaron con los romanos, y los recios. La incorporación de Suiza al Imperio Romano se logró mediante el dominio de esos tres pueblos.
En el siglo V el territorio fue ocupado por tribus alamanas (en el este) y burgundias (al oeste). Estas últimas fueron fácilmente asimiladas; no así las alamanas, cuya cristianización no pudo darse por terminada hasta el siglo IX. Los límites entre ambos pueblos correspondían a los de las actuales zonas de habla francesa y alemana. Carlomagno ocupó el país, que, posteriormente, pasó a depender del reino de Borgoña y del ducado de Suabia.
A partir de 1032 quedó integrado en el Sacro Imperio Romano Germánico y dependió de numerosos señores feudales, tanto laicos como eclesiásticos. Los más prepotentes de los cuales eran los Záhringen, que dominaban extensos territorios en el centro de la Suiza actual. A la extinción de esta dinastía, sus dominios pasaron a la casa de Habsburgo (1218).
Nacimiento de la Confederación Suiza
Las ciudades libres, sólo dependientes del emperador, y las comunidades campesinas montañesas gozaban de una situación de semi independencia. Pero la elección al trono imperial de Rodolfo I de Habsburgo en 1273 unía en manos de éste el dominio feudal y la dignidad imperial.
A su muerte, los tres cantones montañeses de Uri, Schwyz y Unterwalden Firmaron un pacto federal (1 de agosto de 1291) por el que se comprometían a prestarse mutuamente apoyo ofensivo y defensivo y se negaban a admitir en sus territorios a ninguna autoridad que no fuese ejercida por naturales del país. Este pacto está considerado como el acta fundacional de la Confederación.
Una serie de circunstancias favorables para los cantones fueron retardando el ataque austríaco, y cuando por fin, en 1315, Leopoldo de Austria se dirigió contra ellos, fue derrotado en Morgarten. A partir de este momento, los tres cantones reafirmaron sus lazos de alianza y los ampliaron con la inclusión de nuevos miembros: Lucerna en 1332, Zurich en 1351, el valle de Gldaris y Zug en 1352, y Berna en 1353.
De esta manera nació la Confederación de los Ocho Cantones, a la que en 1415 el emperador Segismundo concedió el derecho de conquista sobre Argovia, perteneciente al archiduque de Austria, declarado rebelde.
Los confederados ocuparon el territorio y lo sobornaron mancomunadamente. El mismo sistema se siguió para el gobierno de Turgovia, conquistada en 1460. Entretanto, otros territorios se habían unido a los confederados; fueron los llamados países aliados: San Gall, Toggenburg, Solothurn, Friburgo, Biel, Neuchatcl y Graubiinden.
Este conjunto de fuerzas consiguió repeler los ataques del duque de Borgoña Carlos el Temerario, derrotado en Grandson y Moral (1476), y del emperador Maximiliano (1499). Entretanto, se reconocieron como nuevos cantones Friburgo, Solothurn, Basilea, Schaffhausen y el país de Appenzell.
Suiza en los Siglos XVI-XVIII
La predicación de la Reforma, iniciada en Zurich por Uirico Zwinglio en 1521, adquirió rápidamente adeptos en Berna, Basilea, Schaffhausen y la ciudad de San Gall, pero no pudo penetrar en los cantones montañeses ni en Lucerna.
Las diferencias religiosas provocaron complicaciones políticas. Enfrentados en lucha armada católicos y reformistas, Zwinglio perdió la vida en la batalla de Kappel (1531). Esta victoria católica fijó el mapa religioso de Suiza. Zurich, Berna, Basilea y Schaffhausen siguieron la Reforma; Uri, Schwyz, Unterwalden, Lucerna, Friburgo, Zug y Solothurn permanecieron católicos.
Sólo los dominios comunes mantuvieron unida la Confederación, dividida en ligas católicas y protestantes separadas, con políticas internacionales en muchas ocasiones opuestas. La Liga de Oro (católica) tenía su centro en Lucerna; Berna, cabeza de la liga protestante, acudió en socorro de Ginebra, sublevada contra su señor, el duque de Saboya, y en la lucha consiguiente conquistó el país de Vaud.
Ginebra, en la que pronto se instaló Calvino, se convirtió en el centro de la Reforma de las tierras de habla francesa, pero el país sufrió la miseria producida por la guerra de los Treinta Años, que en Berna y Lucerna ocasionó la guerra de los campesinos (1653).
Durante los siglos XVII y XVIII el anquilosamienlo de las antiguas instituciones y la influencia del absolutismo convirtieron los antiguos cuerpos municipales en clases cerradas de marcado signo oligárquico.
Suiza en el Siglo XIX
A fines del siglo XVIII la Confederación Helvética era un extraño conglomerado de pequeños estados y ciudades independientes. La Revolución francesa fue saludada con una serie de agitaciones favorables a las nuevas doctrinas, que fueron reprimidas. Las instigaciones de los liberales suizos y el deseo de dominar las rutas de Francia con Italia movieron al Directorio a ocupar el país (1798), al que se dio una Constitución unitaria, calcada de la francesa.
Más tarde una Constitución federal (acta de Mediación de 1803), que convertía los antiguos países súbditos y aliados en 6 nuevos cantones, todos ellos puestos bajo el patronazgo de Napoleón, nombrado mediador de la Confederación Helvética. A la caída del emperador, las fuerzas reaccionarias suizas intentaron restablecer la anterior situación política, pero los nuevos cantones se aprestaron a defender con las armas su independencia; la intervención del zar Alejandro de Rusia salvó la situación.
Se restauró el antiguo régimen en la forma de gobierno de los cantones, cuyo número se estableció en 22 tras la aceptación de los 6 nuevos cantones formados por el acta de Mediación y la reincorporación de Neuchátel, el Valais y Ginebra.
La Revolución francesa de 1830 tuvo un eco inmediato en Suiza, donde los cantones se dieron constituciones de tipo liberal y se derogaron todo tipo de privilegios. 12 cantones fueron de este modo «regenerados”; pero los cantones de montaña continuaron dominados por los conservadores.
Además, los liberales se vieron pronto sobrepasados por los radicales, de tendencia unificadora y anticlerical. La decisión del cantón de Lucerna de confiar sus colegios a los jesuitas aumentó la oposición de los radicales, que intentaron apoderarse por la fuerza del cantón.
Ante la gravedad de los hechos, los cantones católicos formaron una liga aparte (Sonderbunel) en el seno de la Confederación (1845).
Aunque la iniciativa no era ilegal, los radicales, que en 1847 obtuvieron la mayoría en la Dieta, exigieron la disolución del Sonderbund, a lo que se negaron los católicos, que confiaban en la intervención extranjera. Iniciada la lucha, el Sonderbund se redujo en menos de un mes.
La crisis obligó a revisar el pacto de 1815, que se sustituyó por la Constitución Suiza de 1848. Por ésta, Suiza se transformaba de confederación en federación y se reforzaba el poder de la Dieta, único cuerpo competente para tratar con las potencias extranjeras. Además, se confiaba el poder ejecutivo a un colegio de 7 miembros (Consejo Federal), cuya sede se fijaba en la ciudad de Berna. Esta Constitución, reformada en 1874, es la actualmente en vigor.
Historia contemporánea de Suiza: Siglos XX-XXI
Durante la I Guerra Mundial, Suiza conservó su tradicional neutralidad exterior, pero sufrió una fuerte crisis interna que opuso a los cantones alemanes los cantones franceses, proaliados, a la cual siguieron, coincidiendo con el fin de la guerra, una serie de conflictos sociales (1918) que hubieron de ser sofocados por el ejército.
Durante la II Guerra Mundial se respetó también la neutralidad de Suiza, y posteriormente no entró en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por considerar que pertenecer a esta organización no era compatible con una estricta neutralidad.
La política interior suiza se caracterizó por la escasez de tensiones hasta 1960. A partir de entonces, mientras las elecciones consagraban la hegemonía de radicales y socialistas, el principal empeño de la administración fue la lucha contra la inflación.
A partir de 1963 se inició en el cantón de Berna un movimiento de agitación en pro de la creación del nuevo cantón (Jura), reivindicación que se agudizó a partir de 1966 y entró en vías de solución con el referéndum de junio de 1974, por el que se aprobó la creación de dicho nuevo cantón.
La creciente entrada de trabajadores extranjeros suscitó un proyecto de restringir la inmigración, que se derrotó en el referéndum de junio de 1970. Se celebraron otros dos referendos importantes: el de febrero de 1971, que aprobó la concesión del derecho de voto a las mujeres, y el de febrero de 1979, que aceptó la utilización de la energía nuclear para fines pacíficos.
La estabilidad política se mantuvo bajo el predominio electoral de cuatro grandes partidos: Socialista (PS), Radical Democrático (PRD, liberal), Demócrata Cristiano (PDC, conservador) y Popular (centrista), los cuales constituyeron una coalición con amplia mayoría en la Asamblea Federal y representación en el Consejo Federal (Gobierno).
La coalición mantuvo su mayoría en todas las elecciones a partir de 1975. Los electores rechazaron en referéndum el ingreso en la ONU (1986), en el Espacio Económico Europeo y en la Comunidad Europea (1992). Pero sí aprobaron la incorporación al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (1992).
Una severa ley contra la inmigración irregular se aprobó por una mayoría de dos tercios (1994). A lo largo de 1997 se multiplicaron las fusiones de empresas, culminando en 1998 con la fusión de los dos principales bancos que engendró la United Bank Of Switzerland, el segundo grupo bancarío del mundo.
Ese mismo año, una comisión independiente de historiadores publicó un primer informe que confirmó el cometido de la Banca Nacional Suiza en el comercio de oro robado por los nazis en los países ocupados durante la II Guerra Mundial, pero no hubo acuerdo sobre las indemnizaciones que deberían pagarse a los judíos y otros expoliados.
El tradicional equilibrio político basado en el consenso de los cuatro principales partidos políticos mayoritarios se vio truncado en las elecciones de 1999 con la victoria del partido de ultraderecha Unión Democrática de Centro (UDC), de corte xenófobo y antieuropeísta. En un nuevo referéndum, celebrado en marzo de 2002, Suiza se pronunció a favor del ingreso en la ONU que se hizo efectivo en septiembre de ese mismo año.
Historia de la bandera Suiza
El cantón de Schwyz, en las montañas helvéticas, posee desde principios del siglo XIII una bandera roja con una cruz blanca, en su parte superior derecha. El nombre «Suiza» (en alemán Schweiz) proviene de este cantón. En 1338 su unión con los cantones de Uri y Unterwald marcó el origen de la Confederación Helvética.
Listos para intervenir en la batalla de Laupen (1339), los soldados llevaban cosida una cruz blanca en sus uniformes. Para ellos, la libertad de la nación era una causa igual de importante que la liberación de Tierra Santa. La cruz federal (Eidgenossen Crüitz) sirvió para aglutinar a los distintos cantones que se fueron sumando a la confederación suiza. En 1513 eran trece cantones. En 1516 se firmó un acuerdo de paz perpetua con Francia.
La bandera cuadrada se oficializó en 1889. El estandarte de la Cruz Roja, fundada por el hombre de negocios y filántropo suizo Henri Dunant en 1864, no es más que el negativo de la bandera de Suiza, patria del héroe legendario Guillermo Tell.
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