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CurioSfera Historia

Templo budista de Borobudur

El santuario de Borobudur es el templo budista más grande de todo el mundo. Se construyó entre los siglos VIII y IX de nuestra era. Ubicado en la isla indonesia de Java, es un bello y maravilloso ejemplo de la arquitectura de la época. En CurioSfera-Historia.com, te contamos el origen e historia del templo de Borobudur.

Ver el origen de Stupa de Sanchi

Características del Templo de Borobudur

Borobudur es una extraordinaria pirámide esca­lonada de unos 30 m de alto, que se compone de nueve terrazas superpuestas decoradas con estatuas de Buda, stupas perforados en miniatura y bajorrelieves. Las seis primeras terrazas son de planta cuadrangular y van dismi­nuyendo progresivamente tanto en dimensiones como en altura, y sobre la sexta de ellas descansan otras tres terrazas, éstas circulares, de las que la superior está coro­nada con un stupa pequeño con forma de campana.

templo de Borobudur características

La riqueza de la decoración y la originalidad del diseño hacen de este impresionante santuario un monumento único en la tradición arquitectónica budista insular del sudes­te asiático. Construido entre los siglos VIII y IX, el santuario se alza en lo alto de una colina de pequeñas dimensiones situa­da en las estribaciones de la planicie de Kedu, en Java Central.

Se conoce sobre todo por sus extraordinarios relieves, que ocupan un total de 2,5 km. El muro de la terraza basal, sellado con un revestimiento de adición posterior, está decorado con relieves inspirados en el Karmavibhangga o Tratado sobre los trabajos de la ley de causa y efecto. Cada una de las cuatro terrazas sucesivas de planta cua­dranglar está delimitada en su parte superior por una balaustrada que da a una galería, también ornamentada con relieves.

La primera galería está decorada con escenas del Lalitavistara que narra la vida de Buda, así como del Jata­bas y el Avadanas, que hablan de las diversas reencarna­ciones de Buda, mientras que las otras tres galerías presen­tan escenas del Gandhavyuha, que habla de los peregrinos budistas. Cada balaustrada está provista asimismo de varias hornacinas con imágenes de Buda en su interior. El acceso a la terraza superior se realiza a través de diez pe­queños tramos de escalera situados en los cuatro puntos cardinales.

Se cree que en su origen el santuario estuvo pin­tado de vivos colores, tal como se desprende de los restos de pintura azul, verde, roja y negra, así como de pan de oro, encontrados por doquier.

Historia del Santuario de Borobudur

Poco se sabe de la historia de java Central anterior al siglo IX, salvo que entre el 760 y el 800 fue el centro de un importante imperio marítimo que controlaba los territo­rios insulares de los khmers, así como la parte continen­tal colindante.

origen e historia templo de Borobudur

Dicho imperio estaba en manos de dos dinastías rivales y enfrentadas entre sí, la dinastía Sailendra, budista, y la Sanjaya, de religión hindú. Según los testimonios escritos, cuando se finalizó la primera fase de construcción de Borobudur, hacia finales del siglo VIII, era la dinastía Sailendra la que dominaba Java Central. Mien­tras que en la última fase era la dinastía Sajaya quien gobernaba.

El experto indólogo y orientalista holandés Johannes Gijsbertus De Casparis identifica el emplazamiento de Borobu­dur con el santuario escalonado. Éste fundado a finales del siglo VIII por el rey Indra, de la dinastía Sailendra, en las tierras que en el año 842 recibiera como obsequio de manos de la reina Sri Kahulunnan, una princesa Sailendra casada con un rey Sanjaya.

El estudioso Jacques Dumarcay, en cambio, sostiene que lo fundó el antecesor de Indra, Visnu (hacia 775-784). Y, que más tarde sería reconstruido por el propio Indra (784-792) y Samaratunga (792-833), antes de que la dinastía Sanjaya introdujese algunas modificaciones ligeras en el con­junto.

Proceso de construcción de Borobudur

Entre 1908 y 1911 se llevaron a cabo diversos trabajos de restauración con la intención de reafirmar los muros y el suelo. No obstante, en 1973 la situación era tan catas­trófica que la UNESCO lanzó una campaña interna­cional para salvar el monumento.

Dicha campaña se tradujo en un estudio geológico, químico e hidráulico del enclave, así como en la realización de diversas catas para conocer a fondo las condiciones del entorno y el propio monumento, incluido su proceso de construcción.

Se sabe que la colina sobre la que se alza es en realidad artificial y que se levantó sobre un núcleo de riolita volcánica de 27 m de alto. Sobre ésta se fueron añadiendo diversas capas de sedimentos, arcilla e incluso alguna que otra lasca, tallada tal vez cuando se esculpieron los bloques de piedra empleados en las obras.

Ésta supuso, además, la erección de diversas terrazas tanto naturales como arti­ficiales sobre las que se construiría la estructura del monu­mento. Se sabe también que, si bien este último parece a simple vista el fruto de una única fase de edificación, sufrió en realidad hasta cuatro remodelaciones.

Durante la primera fase de construcción, hacia el año 775, se construyeron dos terrazas, pero no se llegó a completar la estructura prin­cipal. Hacia el año 790 se añadieron las balaustradas de las terrazas primera y segunda, y se fijó el ancho de las escaleras que dan al nivel superior.

Se cree incluso que pudo construirse un enorme stupa de 42 m de alto en la terraza superior. Poco después se inició una tercera fase de edificación, durante la cual se colocó un revestimiento de 12.750 m3 sobre la base original del monumento con la finalidad de contrarrestar su tendencia a abrirse hacia los lados.

Asimismo, se remodelaron las escaleras y el suelo de las galerías primera y segunda, y se retiraron los restos del stupa central, que se reemplazó por otras tres terrazas coronadas con stupas recubiertos de una especie de celosía y una estatua de Buda en su interior. Por otro lado, se construyó un stupa principal de 10 m de alto. Durante la última fase, se agrandó la base y se llevaron a cabo pequeños cambios en la balaustrada de la primera galería.

El monumento se levantó con augita andesita y basal­to, piedras ambas de origen volcánico. Al no haber montañas en las inmediaciones, lo más probable es que se uti­lizaran guijarros y cantos rodados. Éstos procedían de un río situado en las proximidades, lo que explicaría la variabilidad del color, el tamaño, la forma, la composición y la permeabilidad de los bloques de piedra cubiformes.

Éstos miden 20 cm de alto, entre 30 y 40 cm de ancho y no más de 30 cm de profundidad, con lo que se pueden transportar manualmente sin problema. Además, se emplearon andamios de bambú, tal como sugieren los agujeros circulares que hay en el suelo pavimentado.

Uno de los aspectos más sorprendentes del monu­mento es que se construyese sin mortero alguno. Duran­te la primera fase, algunos bloques se ensamblaron por medio de gruesas cuñas de piedra, que se introdujeron en una cola de milano doble y rebajada excavada entre bloques contiguos.

En la segunda fase, esta técnica se reemplazó por el empleo de bloques con los ángulos salientes, de manera que quedasen encajados a la per­fección. En cambio, para los stupas con celosía de las terrazas primera y segunda se recurrió a fijaciones de muesca y almilla.

Asimismo, en las galerías superiores se utilizó otra técnica más, la inclusión intermitente de bloques con la superficie irregular a modo de retallo. No obstante, y a pesar de todos los recursos anterior­mente mencionados que tenían como objetivo ensam­blar los bloques, la estructura adolece de unos cuantos defectos de importancia.

Lo más relevante es, sin duda alguna, la ausencia de junturas estructurales entre el suelo y los muros. Esto provocaba el hundi­miento de la base en las ocasiones en las que el agua se filtraba en la estructura.

Simbología del Templo de Réplica de Borobudur

Borobudur no se concibió como un conjunto monu­mental aislado, sino que se construyó como centro espi­ritual de un vihara (monasterio) situado en las inme­diaciones. En ese sentido, se han encontrado a unos 600 m del santuario en dirección noroeste unas ruinas todavía por identificar. También unos cuantos stupas de peque­ñas dimensiones al pie de la colina, en su cara este.

Ade­más, es posible que Borobudur formase parte de un com­plejo de mayor envergadura que incluyera los santuarios próximos de Candi Mendut y Candi Pawon. En cierto modo, Borobudur podría calificarse como un mero stupa budista ricamente decorado. Pero en realidad es mucho más que un espacio donde venerar la memoria de Buda.

De hecho, son muchos los que han visto en este san­tuario una réplica de todo el universo. Una especie de microcosmos, tal como se desprende de los bajorrelieves, que abarcan las tres esferas principales de la cosmología budista.

De un lado, están los de la primera terraza y las escenas de la primera galería, que versan sobre Kamadhatu. Esto es, la esfera de los deseos. Por otro, están los bajorrelieves de las galerías segunda, tercera y cuarta, ins­pirados en Rupadhatu, la esfera de las formas puras. Por último, los bajorrelieves de las terrazas circulares repre­sentan a Arupadhatu, la esfera de la informalidad.

Obvia­mente, el stupa central simboliza al propio Buda. Así pues, el santuario de Borobudur viene a ser como la plasmación en piedra del viaje espiritual de todo devoto. Se ha sugerido también que Borobudur tenía la misma función de microcosmos que las pirámides escalonadas de los khmers.

Sobre ese aspecto, De Casparis afirma que el mismo nombre de Borobudur significa “lla montaña de virtud sobre los diez estadios del Bodhisattva». Así como «la montaña que se alza sobre plantas sucesivas» o «reyes de la acumulación de tierra». Así pues, este centro de culto símbolo del poder y la independencia de la dinastía Sailendra vendría a ser como una réplica del universo, el monte Meru y el propio Buda.

Ficha técnica del Templo budista de Borobudur

  • Época: siglos VIII – IX d. C.
  • Localización: Java, Indonesia.
  • Altura total: 32 m.
  • Altura original de la colina: 27 m.
  • Número de terrazas: 9.
  • Bloques de piedra decorados: 1.600.000.
  • Estatuas de Buda: 504.
  • Stupas perforados: 72.
  • Stupas en miniatura: 1.500.
  • Bajorrelieves: 1.240 con un total de 2,5 km de longitud.
  • Muro de la tenaza basal: 160 escenas del Karmavibhangga o Tratado de los trabajos de la ley de causa y efecto.
  • Primera galería: 120 escenas extraídas del Lalitavistara que narra la vida de Buda. 500 escenas de los Jatakas y Avadaras, que versan sobre las reencarnaciones de Buda.
  • Galerías segunda, tercera y cuarta: 460 escenas del Gandhavyvha sobre los peregrinos budistas.

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