Checoslovaquia (Československo) es el antiguo Estado de Europa central creado el 28 de octubre de 1918 y que el 1 de enero de 1993 se dividió en dos: Eslovaquia y la República Checa. Pese a que existió menos de 100 años, su historia ha sido verdaderamente intensa. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos el origen e historia de Checoslovaquia.
Origen de Checoslovaquia
Las tribus eslavas emigraron desde las llanuras del Vístula hasta el territorio checoslovaco a fines del siglo V y se convirtieron al cristianismo en el siglo IX. Checos, eslovacos y moravos tuvieron una primera y efímera organización política en el siglo XII.
Dos siglos después fue organizado el gran ducado de Moravia, formado por Eslovaquia, Bohemia, Moravia, Lusacia y parte de Polonia y Austria. Su existencia fue, sin embargo, muy breve, ya que en 907 sufrió el asalto conjunto de húngaros y germánicos, hecho que afectó decisivamente el curso de la historia de eslovacos y checos. Desde el siglo X los países checos permanecieron bajo la corona de Bohemia con la dinastía de los Premyslidas y la dinastía de los Luxemburgo.
Durante los siglos XI y XII muchos alemanes se establecieron en las zonas fronterizas de Bohemia y fundaron varias ciudades, entre ellas Praga, que con el tiempo se convirtió en la capital del reino y uno de los centros intelectuales más importantes de Europa.
En los siglos XV, XVI y XVII, a causa de los problemas derivados de los movimientos de reforma religiosa, aumentó la conciencia nacional. En 1526 los Habsburgo sucedieron a la dinastía Jagellon.
La revuelta de 1619 fue resuelta con la derrota de los ejércitos checos en la batalla de la Montaña Blanca (1620). Durante el siglo XVIII, en los reinados de María Teresa y José II, se impuso el despotismo ilustrado y se aceleró el proceso de unificación y centralización del imperio austríaco. La Revolución francesa contribuyó al despertar de la conciencia nacional y desde 1848 surgieron poderosos movimientos nacionalistas en Bohemia y Eslovaquia.
Creación de la República checoslovaca
Al estallar la I Guerra Mundial los dirigentes T. G. Masaryk y Benes organizaron en Londres un Comité de Acción checo (1915) que luego, con la colaboración del eslovaco Stefánik, se convirtió en Consejo Nacional checoslovaco.

Los aliados reconocieron a este Gobierno provisional en 1918. Al hundirse el Gobierno imperial de Viena fue proclamada la independencia checoslovaca en Praga el 28 de octubre de 1918. En noviembre de 1918 una Asamblea de checos y eslovacos eligió a T. G. Masaryk para el cargo de presidente de la República. Checoslovaquia aseguró entonces sus fronteras, por el sistema de los tratados de paz de París (1919-20).
El principal problema del nuevo Gobierno en el interior fue el de coordinar la voluntad de las minorías étnicas del país, formadas por alemanes, húngaros, polacos y rutenos, además de encauzar el fuerte movimiento autonomista de los eslovacos, en pugna con el centralismo checo. En política exterior, Checoslovaquia se asoció con Yugoslavia y Rumania para formar la Pequeña Entente (1920-21).
Ocupación alemana
En el interior del país, el problema de las minorías nacionales se agravó desde 1933 con la subida al poder de Hitler, que desde Alemania apoyó las reivindicaciones de los alemanes de Bohemia (sudetes). La agitación de los sudetes se extendió también a las minorías húngara, rutena y polaca, a las que apoyaron Polonia y Hungría. La postura nacionalista de los eslovacos agravó aún más la situación.
En 1938 Hitler reivindicó el territorio de los sudetes y presentó un ultimátum a Checoslovaquia. El Gobierno checo rechazó el ultimátum, pero cuando en Munich (1938) Francia y Gran Bretaña aceptaron las condiciones alemanas, tuvo que ceder. Checoslovaquia quedó desintegrada: Bohemia y Moravia pasaron a ser protectorado alemán y Eslovaquia se convirtió en Estado independiente (1939), pero vasallo de Alemania en la práctica.
República Socialista de Checoslovaquia
Al terminar la II Guerra Mundial se restableció el Estado checoslovaco, aunque sus fronteras sufrieron algunas modificaciones. Tras las elecciones de 1946 se formó un Gobierno de coalición presidido por el dirigente comunista K. Gottwald. En febrero de 1948, el Partido Comunista dio un golpe de Estado, se hizo con el poder e instauró un régimen de economía socializada y políticamente monopartidista, que giró en la órbita soviética.
Los efectos del estalinismo se hicieron sentir especialmente durante el período 1951-54, A partir de 1956, a remolque del proceso de desestalinización iniciado en la URSS, la situación experimentó una ligera mejoría. Por otro lado, la aplicación mecánica del modelo soviético para la construcción del socialismo originó profundos desequilibrios en la economía del país.
Un tercer factor vino a unirse a los dos anteriores: las demandas constitucionales de los eslovacos, desatendidas durante largo tiempo, y definitivamente frustradas con la constitución de 1960, que declaraba el carácter unitario de la República Socialista de Checoslovaquia.
La crisis que se había adueñado de la sociedad y el Estado alcanzó también la monolítica estructura del Partido Comunista, controlado por el estalinista Novotny. Empezó entonces a manifestarse una fuerte corriente de opinión, que preconizaba una liberalización en la práctica política y una profunda renovación en las directrices de política económica.
Esta tendencia encontró su portavoz en Alexander Dubček, secretario del Partido Comunista eslovaco. Novotny dimitió (5 de enero de 1968) y fue sustituido por Dubček como secretario general.
El 21 de marzo Novotny abandonó también la presidencia de la República y fue reemplazado por el general Ludwig Svoboda (30 marzo). La renovación de los altos cargos políticos se completó con la formación de un nuevo Gobierno presidido por Cerník (4 abril).
Se aprobó un “programa de acción” que incluía numerosas reformas políticas y económicas, aunque mantenía el papel dirigente del Partido Comunista. La nueva política fue apoyada en el “Manifiesto de las 2.000 palabras”, suscrito por científicos, intelectuales y políticos comunistas y no comunistas el 27 de junio de 1968.
La labor iniciada por el equipo de Dubček tenía como objetivos la reconstrucción económica del país, para liberarse de su dependencia con respecto a la URSS; el restablecimiento de las libertades políticas, y su adecuación al sistema socialista combatiendo el burocratismo y el centralismo.
La reforma quedó truncada cuando las tropas del Pacto de Varsovia invadieron el país en agosto de 1968, y el país quedó bajo control militar. Poco después, Dubček era destituido y reemplazado por el secretario del Partido Comunista eslovaco, Gustáv Husák.
El PC declaró positiva la invasión militar y emprendió una purga interna de elementos “antisocialistas”. Svoboda, reelegido en marzo de 1973, tuvo que abandonar la presidencia de la República, gravemente enfermo, y fue sustituido por Husák (mayo 1975).
Reelegido presidente de la República en 1980 y 1985, y secretario general del PC en los congresos de 1976 y 1981, Husák fue relevado en diciembre de 1987, al ser sustituido por Milos Jakes en el cargo de secretario general del partido. Al arreciar las manifestaciones contra el régimen, el jefe del Gobierno, Lubomir Strougal, fue sustituido por Ladislav Adamec (octubre 1988).
La República Federativa Checa y Eslovaca
Más de 30.000 intelectuales y universitarios firmaron un manifiesto exigiendo la democratización del régimen (julio 1989). El clima de protesta se vio favorecido por el hundimiento político de la R.D.A. y la caída del muro de Berlín.

Tras la formación del Foro Cívico, que aglutinó a la oposición encabezada por el dramaturgo Václav Havel, una gran manifestación en Praga (25 noviembre) provocó la caída de Jakes y la apertura de negociaciones entre Gobierno y oposición (Revolución de Terciopelo).
El Parlamento abolió el monopolio político constitucional del Partido Comunista (29 noviembre), y el viceprimer ministro Manan Caifa constituyó un Gobierno de unidad nacional. I. Dubček fue elegido presidente del Parlamento, y V. Havel presidente de la República (29 diciembre). El Parlamento cambió el nombre oficial del país por el de República Federativa Checa y Eslovaca (abril 1990).
Disolución de Checoslovaquia
En las elecciones generales (junio 1990), el Foro Cívico obtuvo la mayoría absoluta en la Cámara del Pueblo (cámara baja) y en la Asamblea Federal; V. Havel fue reelegido presidente. Tras un acuerdo con la URSS, las tropas soviéticas abandonaron el país en junio 1991. Al año siguiente se celebraron elecciones generales.
El Partido Democrático Cívico del neoliberal Václav Klaus se impuso en Bohemia y Moravia, mientras que el Movimiento de la Eslovaquía Democrática de Vladimir Meciar, populista y nacionalista, fue el más votado en Eslovaquia. El parlamento eslovaco aprobó el 17 de julio la declaración de soberanía de Eslovaquia, y V. Havel dimitió de la presidencia.
Después de infructuosas negociaciones, Klaus y Meciar anunciaron en Brno, el 26 agosto 1992, la disolución de la Federación Checa y Eslovaca a partir del 1 de enero de 1993, para dar lugar a dos nuevas naciones, la República Checa y Eslovaquia.
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