Brasil es sin duda alguna, un país con una historia de cientos de años. Una nación que cuenta con una cultura y costumbres, que se remontan en el tiempo. Es un territorio con diferentes etapas y períodos históricos trepidantes, que merecen ser conocidos. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de Brasil y su origen.
Qué vas a encontrar aquí
- 1 Origen del Brasil
- 2 Historia de la colonización de Brasil
- 3 Auge y expansión de Brasil
- 4 Independencia de Brasil
- 5 Historia del Imperio brasileño
- 6 Historia de la República de Brasil (1889-1930)
- 7 Era de Getúlio Vargas (1930-1954)
- 8 Mandatos de Kubitschek, Quadros y Goulart
- 9 Gobiernos autoritarios brasileños (1964-1979)
- 10 Restauración de la democracia en Brasil
- 11 Historia reciente de Brasil: siglo XXI
- 12 Historia de la bandera de Brasil
Origen del Brasil
Para conocer bien la historia y origen de Brasil, antes debes sabes cómo es y su situación geográfica. Situado en la parte centro oriental de América del Sur. Brasil es el Estado más extenso y poblado del continente, aparte de ser el único de lengua portuguesa.
Brasil fue descubierto en 1500, por el marino portugués Pedro Alvares Cabral. Aunque se cree que ya en 1499 Vicente Yáñez Pinzón había llegado a sus costas. La tierra visitada por Alvares Cabral recibió originariamente el nombre de Vera Cruz, cambiado más tarde por el de Brasil, debido al árbol homón, que allí abundaba.
Según el Tratado de Tordesillas (1494), el nuevo país formaba parte de la zona de ocupación reconocida a Portugal. El estado brasileño limita con casi todos los países del continente: al norte con Venezuela y las Guayanas. Al oeste con Colombia, Paraguay, Perú y también con Bolivia. Del mismo modo, al sur hace frontera con Argentina y también con Uruguay. Asimismo, toda la zona este está bañada por el océano Atlántico.
Hijo de una metrópolis pobre en habitantes (Portugal), incapaz de poblarlo, solo pudo desarrollarse con el concurso de gentes procedentes de todos los rincones de África y del mundo. Pero, lejos de representar un inconveniente, tal circunstancia ha servido para definir el perfil cultural de un país sin parangón, con una personalidad definida e inconfundible.
Brasil es único por varios motivos:
- Sus paisajes: centrados en esa selva amazónica que constituye la única esperanza para la conservación del oxígeno planetario.
- Mezcla de culturas: pues allí conviven Europa y África en perfecta armonía.
- Su música: ante la que nadie puede permanecer indiferente.
- Su gastronomía: que es una mezcla del origen de los inmigrantes arribados a este país.
Sus asignaturas pendientes, sin embargo, son enormes. Como estabilidad política duradera, erradicación de la pobreza y el analfabetismo, nivel y calidad de vida para sus numerosos habitantes. Y, sobre todo, un lugar preferente en los asuntos del mundo, el que le correspondería como uno de los gigantes de la Tierra.
- Continente: América.
- Superficie: 8.514.000 km2.
- Capital: Brasilia.
- Población: 172.245.014 habitantes.
- Moneda: Real.
- Lengua oficial: Portugués.
Historia de la colonización de Brasil
En un principio el territorio descubierto, apenas poblado por tribus indígenas nómadas o seminómadas, entre las que se encontraban los tupíes, los tapúes, los caribes y los maipures, atrajo escasa atención.
Solo con la expedición de Martim Alfonso de Sousa, de la que resultó la fundación de San Vicente (1532), comenzó el interés por su colonización. Entonces se introdujo el cultivo de la caña de azúcar, que fue durante más de un siglo la base de la economía brasileña.
En 1532 el rey de Portugal Juan III (1502-1557), apodado “el piadoso”, decidió organizar la colonia. A tal fin la dividió en doce capitanías y confió su explotación a señores con poderes soberanos: los donatarios (personas a las que se les asigna una dotación).
Este régimen de explotación típicamente feudal fracasó a los pocos años, por lo que en 1548 se centralizó el poder, creándose el Gobierno General del Brasil. Su primer representante, Tomé de Sousa, estableció la sede en Bahía (1549) y estimuló la colonización, construyendo nuevas ciudades con amplia autonomía.
Entre 1556 y 1567 se produjeron varios intentos franceses de establecimiento en Guanabara, a cargo de Villegaignon y Coligny, que fracasaron. La unión de Portugal y España (1580-1640), reportó a Brasil la creación (1604) de un Consejo de Indias, análogo al español, pero también tuvo que soportar la hostilidad de las potencias europeas enemigas de los Austrias.
Auge y expansión de Brasil
Durante los siglos XVI y XVII, se desarrolló la agricultura, basada en el cultivo casi exclusivo de la caña de azúcar en núcleos del litoral (Bahía, Pemambuco). Las explotaciones de gran extensión precisaron abundante mano de obra, que fue reclutada entre esclavos africanos. Pero lo elevado de su precio, determinó la búsqueda de esclavos indígenas.
Con este fin surgieron los bandeirantes, aventureros que hicieron expediciones por el interior del país para capturar indios, extendiendo así las fronteras del Brasil. Su acción chocó a menudo con la actividad de los jesuítas, establecidos desde antiguo en el interior del continente.
El descubrimiento de minas de oro y diamantes en Minas Gerais (1696), Mato Grosso (1718) y Goiás (1725), reportó la colonización de estos territorios interiores y el surgimiento de nuevas ciudades (Ouro Préto, Diamantina). Por el contrario, la agricultura decayó, abandonada ante los fáciles beneficios que producían las explotaciones mineras. Uno de los más importantes acontecimientos de Brasil.
Esta situación duró hasta la segunda mitad del siglo XVIII, en que comenzó el descenso de la producción aurífera. En parte debido a la rígida administración portuguesa, desdeñosa de las mejoras técnicas y preocupada tan sólo por el cobro de elevados impuestos (1/5 de la producción total).
Durante el periodo en que el gobierno portugués estuvo bajo la dirección del marqués de Pombal (1750-77) se inauguró una nueva etapa. En ella la agricultura volvió a experimentar un notable impulso, ahora junto con la minería, las obras públicas, la enseñanza y la emigración.
Contribuyeron a esta recuperación la neutralidad portuguesa en la política europea, lo que le aseguró la regularidad de las relaciones comerciales con Brasil, y el desarrollo del cultivo del algodón.
La expulsión de los jesuitas en el año 1759 y la abolición de la esclavitud de los indios en el 1775, fueron medidas que muestran el carácter ilustrado del gobierno de Pombal, aunque a esta última siguió un gran incremento del tráfico de esclavos negros hacia el Brasil.
También se resolvió entonces el problema fronterizo con las posesiones españolas. La colonia de Sacramento, motivo de la fricción, fundada por los portugueses (1680), en la margen izquierda del Plata (hoy Uruguay), fue transferida a España en virtud del Tratado de San Ildefonso (1777).
El desarrollo económico del Brasil se vio frenado por la política restrictiva implantada por Portugal, con la prohibición del cultivo de ciertos productos (vid, olivo) y la monopolización de los intercambios comerciales.
Además, al subir al trono María I (1777) Brasil tuvo que soportar un aumento de los impuestos y el duro trato impuesto a la población mestiza (caboclos). Un acontecimiento histórico de Brasil que supondría un punto de inflexión.
La crisis que atravesó la minería, agravada por el descontento de los mestizos y criollos, junto con la difusión de las ideas liberales aparecidas con la Revolución francesa, produjeron el levantamiento de Tiradentes (1792), enérgicamente reprimido.
Independencia de Brasil
El espíritu emancipador cristalizó con la llegada a Brasil de los soberanos portugueses (1808), huidos de la metrópoli ante la invasión de las tropas napoleónicas. Esta coyuntura benefició al Brasil, que acrecentó su importancia y consiguió la liberación de su comercio, concedida por Juan VI.
Llegado el mes de marzo del año 1816, el príncipe Juan VI “El Clemente” fue nombrado rey de Portugal. Pero después de la Revolución Francesa, existía en ese país un fuerte sentimiento republicano. Este movimiento ganó fuerza al conseguir muchas colonias españolas la independencia. Por ese motivo, Juan VI tuvo que intervenir para conseguir la ocupación de las zonas pertenecientes a la Banda Oriental bajo el control de los revolucionarios hispano-americanos.
Desde entonces se desligó Progresivamente de Portugal, hasta que Pedro I, hijo de Juan VI, declaró la independencia de Brasil el 7 de septiembre de 1822, y se proclamó emperador del Brasil. Por otro lado, los portugueses ocuparon Montevideo en 1817 e incorporaron al Brasil la Provincia Oriental, que bautizaron con el nombre de Provincia Cisplatina (1821).
Historia del Imperio brasileño
Tras la retirada de las tropas portuguesas se elaboró una Constitución, que concedió al soberano poderes moderadores. Sin embargo, pronto estalló el descontento contra Pedro I al intentar éste ocupar el trono portugués (1826).
La guerra contra el movimiento independentista de la provincia Cisplatina, apoyado por el Gobierno de Buenos Aires (1825-28), significó el surgimiento de un nuevo estado: la República Oriental del Uruguay, con lo que Brasil perdía su contacto con la orilla izquierda del Plata.
En 1831, un golpe militar obligó al emperador a abdicar en favor de su hijo, Pedro II, que fue regentado en su minoría de edad por la Cámara (1831-40). El largo reinado de este monarca (1840-89) coincidió con una época de prosperidad de la nación.
Se emprendió una política de amplio desarrollo económico, con la construcción de ferrocarriles y carreteras, favorable a la aristocracia terrateniente, que se enriqueció con el cultivo en gran escala del café.
Desde 1860 se protegió la emigración europea hacia el sur del país, para acelerar su explotación. Entre 1865 y 1870 se produjo una guerra con Paraguay, resuelta victoriosamente por el ejército brasileño, que tomó desde entonces conciencia de su poder.
Mientras, la orientación liberal que Pedro II imprimió al Gobierno (laicismo, sufragio universal, abolición total de la esclavitud en 1888), que le atrajo la oposición de la aristocracia terrateniente, de los moderados y del clero, no consiguió el apoyo de un sector progresista a causa de su gobierno autoritario.
Así, el emperador perdió su popularidad y fue derrocado por el ejército (pronunciamiento de 1889), que proclamó la república de Brasil.
Historia de la República de Brasil (1889-1930)
La Constitución republicana fue aprobada el 24 de febrero de 1891, y creó un Estado federal que subsistió hasta 1930. Aunque en sus primeros años tuvo que vencer las sublevaciones de la marina y del ejército (1893).
En este período la economía brasileña estuvo en alza, a causa del incremento de las exportaciones de café. Su cultivo, respaldado por la inmigración europea, convirtió a Sao Paulo, el gran centro cafetero, en el principal estado brasileño. Absorbiendo durante la república dos millones de inmigrantes.
En vísperas de la I Guerra Mundial, Brasil se convirtió en la primera potencia de América Latina. Un nuevo producto, el caucho, extraído de la selva de Amazonas, le permitió revalorizar la extensa cuenca y fue el origen de algunas grandes fortunas.
La guerra, en la que Brasil participó junto a los aliados, le aseguró la exportación del caucho y la continuación de su progreso económico. Pero la industria cauchera, de rudimentario nivel técnico, decayó pronto ante la competencia de las Indias Orientales.
La década de 1920 vio el hundimiento de la economía brasileña. La creciente oposición contra los coroneles, grandes propietarios agrícolas que dominaban la vida política del país, culminó en 1924 con la rebelión de los tenientes.
Eran jóvenes oficiales dirigidos por Luis Carlos Prestes, futuro jefe del comunismo brasileño, que se levantaron en favor de una apertura del régimen que permitiera superar el marco oligárquico del que dependía.
La rebelión fue sofocada, pero la crisis, en vez de ceder, aumentó y las repercusiones de la depresión de 1929 provocaron, junto con la caída de los precios del café, la del régimen. Hasta este momento el país dependía casi exclusivamente de la exportación.
Por otro lado, el poderío e independencia de que gozaban las autoridades locales en cada estado provocaban la debilidad del Gobierno federal, en realidad, el país estaba dominado por la oligarquía cafetera de Sao Paulo. Sin embargo, la economía del café, a partir de sus momentos de prosperidad, dio lugar a la formación de un mercado de consumo y, con él, al nacimiento de una amplia clase media en constante tensión, sobre todo en los estados sureños, con la coalición oligárquica dominante.
Tras el derrumbe económico de ésta, en 1930 una revolución militar entregó el poder a Getúlio Vargas, el gobernador de Rio Grande do Sul,.
Era de Getúlio Vargas (1930-1954)
El presidente brasileño Getúlio Dornelles Vargas (São Borja, 19 de abril de 1882 – Río de Janeiro, 24 de agosto de 1954), enfocó su política hacia el reforzamiento de la autoridad central, el control de las divisas y el impulso de la industrialización.
Inicialmente contó con una amplia base de apoyo, en la que se encontraban todos los sectores del país que querían desligarse de la anterior hegemonía paulista, pero que fue disminuyendo desde la Constitución de 1934, en que aparecían por primera vez rasgos corporativistas, y la represión del alzamiento comunista de 1935.
A partir de este momento, se desarrollaron en el país las ideas fascistas, representadas por el partido de Acción Integralista de Plinio Salgado. Vargas, para detener el progreso de estas tendencias, quiso asimilarlas y en 1937 anunció su “Estado Novo”, en que se acentuarían el dirigismo centralista y los caracteres corporativistas.
Al mismo tiempo reprimió el partido Integralista y se declaró contrario a las potencias del Eje, enviando a Europa el único contingente armado sudamericano de la II Guerra Mundial.
A pesar de sus esfuerzos de acercamiento a la diplomacia estadounidense, ésta aprobó el golpe militar que le derrocó. En 1945 fue elegido presidente Enrico Gaspar Dutra y durante su gobierno se puso en vigor una nueva Constitución liberal-democrática (1946) y se reforzaron las alianzas políticas con Estados Unidos.
En 1950 triunfó en las elecciones Getúlio Vargas. El rumbo nacionalista de su política económica provocó el bloqueo de las inversiones estadounidenses y la crisis subsiguiente, que Vargas intentó salvar con el acercamiento a las clases populares mediante el aumento de salarios. En medio de una situación tensa entre Vargas y el ejército, el atentado al periodista Carlos Lacerda, en que se encontraron implicadas personas de confianza de Vargas, descubrió al país la creciente corrupción administrativa.
En 1954, el presidente Vargas se suicidó y en su testamento político lanzó fuertes acusaciones contra el capitalismo estadounidense. El ambicioso programa de desarrollo económico del Brasil, falto de las indispensables reformas agraria y administrativa, no pudo realizarse sino parcialmente y a costa de una creciente inflación y se mantuvo el desequilibrio entre los estados.
Entre las iniciativas de Vargas destaca, por su peso en la década política subsiguiente, la organización de los sindicatos, basados en una mezcla de populismo y justicialismo, y a los que dotó de gran influencia el entonces ministro de Trabajo Joño Goulart. Aun así, Brasil experimentó, gracias a la favorable coyuntura de la II Guerra Mundial, un considerable desarrollo económico y, paralelamente, un notable aumento de la inmigración.
Mandatos de Kubitschek, Quadros y Goulart
En las elecciones de 1955 triunfó Juscelino Kubitschek. Cuyo acceso al poder fue posible gracias a la actitud del mariscal Texeira Lott, que evitó un golpe de Estado militar.
Durante su gobierno se llevó a cabo un gigantesco y poco controlado esfuerzo de desarrollo. Cuyo máximo exponente fue la construcción de Brasilia, (la actual capital de Brasil). Anteriormente la capital fue Río de Janeiro, y antes la antigua capital era Salvador de Bahía.
Esto simbolizaba también el paso de una economía poscolonial, concentrada en las regiones costeras, a un capitalismo nacional, para el que la conquista del interior y la unificación real del país eran condiciones indispensables.
A pesar de sus esfuerzos y de una hábil política de alza de salarios, gracias a la cual consiguió el apoyo de los sindicatos, Kubitschek había emprendido su tarea sin realizar las reformas estructurales necesarias: agraria, fiscal y financiera.
La expansión productiva no fue suficiente para resolver los graves problemas sociales existentes, sino que los acentuó, especialmente en lo que se refiere a la vida rural: la financiación de su política de grandeza sólo fue posible al precio de una inflación galopante y del aumento constante de la deuda exterior.
En las elecciones de 1960 triunfó Jânio da Silva Quadros (Campo Grande, Mato Grosso del Sur, 25 de enero de 1917-São Paulo, 16 de febrero de 1992). Era un político independiente paulista, apoyado por los conservadores. Su gobierno se caracterizó por una gran ambigüedad y por la falta de proyectos claros para conseguir objetivos netamente concebidos:
- Fin de la corrupción administrativa.
- Control de la inflación.
- Independencia económica de EE.UU., mediante el acercamiento a los países socialistas.
Quadros no logró ninguna de sus aspiraciones y dimitió a los seis meses de su nombramiento. Se produjo en el país una grave crisis interna por la oposición de algunos militares a Joáo Goulart, miembro del partido laborista y vicepresidente con Quadros.
Ausente Goulart al producirse estos hechos, por encontrarse en una misión oficial en Beijing, encontró al regresar un importante apoyo. El de su cuñado Leonel Brizóla, gobernador de Rio Grande do Sul, quien desarrolló una formidable campaña radiofónica para apoyarle.
Un compromiso entre el ejército y Goulart, por el que se suprimían los plenos poderes presidenciales, llevó a éste a la presidencia. El alza constante del coste de vida y la rápida depreciación del cruceiro (la antigua moneda de Brasil, ahora es el Real Brasileño) fueron los principales problemas que tuvo que afrontar el nuevo presidente. Que por medio de un plebiscito (1963), recuperó los plenos poderes del régimen presidencialista.
Organizó un Gobierno de izquierdas moderadas y se rodeó de técnicos eficaces. Como Celso Furtado, encargado de trazar un plan de desarrollo del Nordeste y un plan económico trienal.
Apoyado por todas las fuerzas de izquierda del país, Goulart intentó agotar las fórmulas de compromiso con militares y conservadores. El Congreso rechazó sucesivamente diversos proyectos de reforma agraria, mientras la crisis económica se iba agravando vertiginosamente.
Las tensiones originadas por el arresto de Carlos Laccrda, entonces gobernador de Guanabara, provocaron una radicalización de Goulart. Quien en marzo de 1964 firmó decretos de expropiación de tierras y refinerías de petróleo privadas. Y, remitió al Congreso un proyecto de reforma constitucional y electoral (concesión de voto a los analfabetos).
Gobiernos autoritarios brasileños (1964-1979)
Pese al anuncio de una rebelión militar, Goulart creyó posible salvar la situación y sólo tardíamente recurrió al apoyo popular. A fines de marzo de 1964 fue depuesto por un golpe militar y sustituido por el general Humberto Castelo Branco.
Quedaron proscritos todos los partidos políticos. Con excepción de la gubernamental Alianza para la Renovación Nacional (ARENA) y del Movimiento Democrático del Brasil (MDB), que representaba la oposición tolerada por el ejército. Para afrontar la recuperación económica, el Gobierno contó con ayuda internacional, pero la situación no mejoró. El ejército dio plenos poderes al presidente y asignó al Congreso la elección del jefe del Estado.
Las elecciones de octubre de 1966, boicoteadas por la oposición, dieron el triunfo al mariscal Artur da Costa e Silva, quien acentuó la represión: reprimió a la oposición y disolvió el Congreso (diciembre 1968).
Por motivos de salud fue depuesto y un triunvirato militar nombró presidente al general Garrastazu Medici (octubre 1969), quien promulgó una nueva Constitución, de signo autoritario. Una tímida apertura democrática marcó los mandatos de Ernesto Geisel (1974-78) y Joüo Baptista Figueiredo (1978-85).
Restauración de la democracia en Brasil
Desde fines de 1983 la oposición empezó a pedir la elección directa del presidente de la República. Celebrados aún por el sistema indirecto, los comicios de enero de 1985 dieron el triunfo al candidato de la opositora Alianza Democrática, Tancredo Neves.
A su muerte le sustituyó el vicepresidente José Samey. En las elecciones legislativas y estatales de noviembre de 1986 triunfó el PMDB (antiguo MDB). Y su candidato, Femando Collor de Mello, se impuso asimismo en las presidenciales de diciembre de 1989, las primeras por sufragio universal desde 1964.
Su gestión se vio marcada por una grave recesión económica y por las acusaciones de corrupción, que le llevaron a dimitir en 1992. El vicepresidente Itamar Franco ocupó el cargo. El socialdemócrata Femando Hennque Cardoso se impuso en 1994 al frente de una coalición de centro-derecha. Tras su nombramiento, introdujo una nueva divisa, el real, y promulgó reformas liberales.
Después de una revisión constitucional que permitió un segundo y consecutivo mandato de los cargos públicos, fue reelegido presidente en 1998, y el gobierno de Brasil tuvo que afrontar una grave crisis económica y financiera.
Historia reciente de Brasil: siglo XXI
El Brasil del siglo XXI ha experimentado transformaciones significativas en diversos aspectos, desde la política hasta la economía y la sociedad. Desde el año 2000 hasta la actualidad, el país sudamericano ha enfrentado desafíos monumentales y ha logrado avances notables.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010)
En las elecciones presidenciales de octubre de 2002 venció Luiz Inácio Lula da Silva frente al candidato del PSDB, José Serra, marcando el inicio de una era caracterizada por políticas sociales progresistas y un crecimiento económico robusto. El programa «Bolsa Família» se implementó durante su mandato, destinado a reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los brasileños más desfavorecidos.
Durante la primera década del siglo XXI, Brasil experimentó un rápido crecimiento económico, impulsado en gran medida por el auge de las materias primas y la demanda global. Sin embargo, a pesar de los avances económicos, persistieron desafíos sociales, incluida la desigualdad y la violencia urbana, que continuaron afectando a ciertas áreas del país.
Crisis económica y política (2014-2016)
A mediados de la década, Brasil enfrentó una combinación de crisis económica y política. Escándalos de corrupción, como el caso «Lava Jato», afectaron a importantes figuras políticas y empresariales. La economía se contrajo, generando descontento social y conduciendo a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en 2016.
Jair Bolsonaro y la nueva dirección política (2018- 2022)
La elección de Jair Bolsonaro a finales de 2018 marcó un cambio significativo en la dirección política de Brasil. Su gobierno ha sido conocido por políticas conservadoras, enfoque en la desregulación económica y posturas controvertidas en asuntos sociales y medioambientales. La gestión de Bolsonaro ha generado tanto apoyo como críticas, destacando la polarización en la sociedad brasileña.
Durante los últimos años, Brasil ha enfrentado crecientes críticas a nivel internacional por la deforestación y las políticas ambientales en la región amazónica. La preocupación global por la preservación de la selva tropical ha llevado a tensiones diplomáticas y debates sobre la responsabilidad ambiental.
La pandemia de COVID-19 también dejó su marca en Brasil. El país experimentó desafíos significativos en la gestión de la crisis sanitaria, con altos índices de contagio y críticas a la respuesta gubernamental. La lucha contra la pandemia se convirtió en un tema central que influyó en la percepción pública del gobierno.
Regreso de Lula da Silva
Tras vencer las elecciones de 2022, el 1 de enero de 2023 Luiz Inácio Lula da Silva ocupó de nuevo la presidencia de la República Federativa de Brasil. Fue la primera persona del país en ganar tres veces las elecciones. Su gobierno claramente progresista derogó decenas de leyes promulgadas por el anterior gobierno.
Más información sobre la historia de Brasil
En el siguiente audio, tienes más datos acerca del origen de Brasil:
Historia de la bandera de Brasil
Mucha gente se pregunta cuándo nació la bandera brasileña. Pues bien, la actual bandera de Brasil fue creada y se instauró oficialmente el 19 de noviembre del año 1889. La república acababa de ser proclamada en este país que fue colonizado por los portugueses desde 1500 y Pedro II fue derrocado por el ejército.
Respecto al significado de la bandera de Brasil, debes saber que la noche de ese día (19 de noviembre de 1889) brillaban en el cielo de Río de Janeiro las constelaciones de la Virgen, del Escorpión, del Can Mayor y del Can Menor, Octante, Cruz del Sur, Hidra, Navio Argo y Triángulo Austral.
Por ese motivo se puede observar en el centro del estandarte nacional la bóveda celeste de aquel momento histórico. Primero fueron 21 estrellas, una más en 1960, otra en 1968, hasta llegar a las 27 estrellas en 1992. Estas estrellas representan los 26 estados de la federación, más el distrito federal de Brasilia, la capital del país. En cuanto al significado de los colores de la bandera brasileña:
- Color verde: el verde simboliza los vastos y exuberantes bosques de la Amazonia.
- Color amarillo: el rombo amarillo alude a la riqueza del subsuelo de este extenso país que ocupa casi la mitad de América Latina.
- El color blanco: el lema nacional Ordem e progresso («Orden y progreso») se inscribe en la tira blanca que representa la línea del ecuador.
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