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Historia del corsé: inventor y evolución

La historia del corsé, corset o corpiño demuestra que ha sido un elemento muy importante, dentro de diversas culturas y civilizaciones. Con miles de años de antigüedad, este complemento de vestimenta, ha pasado por diversas etapas y ha evolucionado mucho desde que se inventó. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos el origen del corsé, quién lo inventó y su evolución.

Ver el origen del cinturón

Origen del corsé y quién lo inventó

La idea de modificar y alterar el contorno del cuerpo femenino es muy antigua. El origen del corsé, corset o corpiño surgió en la cultura cretense hace cuatro mil años, como refleja una estatua de la diosa serpiente, mujer ante todo, que muestra un armazón de placas de cobre que ajustan una especie de falda a las caderas para acentuar la finura del talle.

Por lo tanto, a falta de otras pruebas históricas o arqueológicas, se puede afirmar que los inventores del corsé fueron los cretenses hace 4.000 años. Es decir, la civilización que habitaba la isla en aquella época.

quién inventó el corsé o corset

Aunque las mujeres de la Antigüedad prefirieron ropajes sueltos, el corsé proliferó en los medios aristocráticos donde las damas realzaban su esbeltez mediante este sistema y recurrían a su vez al diseño de sus caderas.

Historia del corsé en la Antigua Grecia

Los griegos, al igual que en la actualidad, preferían que las mujeres luciesen una figura curvilínea pero que mostrasen una cintura o talle delgado. En el siglo VIII a. C., el poeta griego Homero cuenta que Venus se ceñía un cinturón bordado por encima de la túnica consiguiendo una cintura atractiva, siendo muy admirada por los demás dioses.

Del mismo modo, al describir el poeta el traje con el que Hera seducía a Zeus, habla de un corpiño o corsé que resaltaba amorosamente el talle de la diosa, formado por dos anchos cintos bordado el uno con franjas doradas, y el otro, riquísimo, que relucía desde lejos. Estos cinturones o bandas a modo de faja surtían el efecto del corsé. Estaban concebidos a modo de un combinado de cinturón o faja ancha con que se oprimía el talle para disminuir su volumen y realzar el seno.

Historia del corsé en la Antigua Roma

Sin duda alguna, el corsé sufrió una auténtica revolución en el Impero Romano. Los romanos también apreciaban tanto o más que hoy el talle fino y esbelto, o como dijo el poeta latino Marco Valerio Marcial en el siglo I: “Prenda que acentúa la esbelta figura del mórbido y turgente seno”.

historia del corset en Roma

En Roma se llamaba fasciae mamillares, y según su forma recibían distintos nombres: strophium o taenia o zona. Se complementaban para sujetar las masas de carne superfluas según las exigencias de un canon de belleza que tendía hacia la delgadez.

Se trataba de la combinación de cinturones visibles desde el exterior, y otros que solo actuaban en el interior. En aquellos corsés o bandas de tela de distintos colores llamados fascia guardaban las mujeres sus secretos, cartas, elixires y bebedizos, venenos y afrodisíacos. También para esconder pequeños frascos de perfume.

Entre los motivos pictóricos de los murales de Pompeya se representan mujeres ciñéndose su fascia verde o roja; y una estatua del siglo I, también encontrada en esta desaparecida ciudad, muestra a una dama desnuda liando alrededor del cuerpo la fascia, que sujeta con una axila mientras en la mano izquierda tiene el rollo que aún queda por ceñir.

Cabe destacar que era prenda incómoda. Someterse al uso de la fascia o corsé era un suplicio necesario al que se sometían hombres y mujeres por imposición de la moda. Los poetas del siglo I Ovidio y Marcial se burlaban de la mujer gorda, de cintura indefinible y la llamaban antítesis del amor. Marcial describe en sus Epigramas los fasciae de piel que garantizaban un encorsetamiento total y un asombroso realce de la figura.

origen del corset para hombre

La invitación a la delgadez se hacía en los medios elitistas y aristocráticos e iba dirigida tanto a mujeres como a hombres. El emperador Antonino Pío, del siglo II, tenía una colección de corsés. En tiempos de Augusto se vendía una prenda adelgazante llamada castula, consistente en una faja oculta en un jubón cuyo fin era resaltar las caderas y ocultar la barriga; quien vendía fajas reductoras adelgazantes se hacía rico.

Tanto caló aquello que un médico del siglo III, Sereno Sammonico, amasó una fortuna vendiendo un producto de uso tópico que según él tenía la virtud de adelgazar, y entre los reclamos estaba éste: “Podrás dar tres patadas a los fascia”.

Historia del corsé en la Edad Media

La Edad Media permitió a las damas seguir la línea natural ocultando la figura debajo de amplios trajes talares, y cuando éstos dieron entrada al justillo en el siglo VII, esta prenda realzaba el pecho sin oprimirlo; se aflojó el corpiño y en el lenguaje de un historiador de la moda “la carne fue río sin orillas”. Pero duró poco aquella libertad.

historia del corset en la edad media

Los corpiños que garantizaban la delgadez del talle se ciñeron cada vez más estrechos; la figura femenina cobró proporciones inverosímiles y ello condujo a problemas de tipo médico, ya que las mujeres deformaban sus cuerpos, y al oprimirlos dificultaban la respiración dando lugar a trastornos circulatorios e incluso hepáticos.

En el siglo XIV la corte de Borgoña puso de moda el corsé sobrepuesto al vestido, treta mediante la cual el talle adquiría angosturas sorprendentes. Durante el Renacimiento hombres y mujeres llevaban el talle ceñido por un artilugio llamado corsetus. Una prenda que no tenía ballenas ni listones de madera, como las cotillas: eran dos prendas superpuestas ajustadas con arte por la parte de atrás.

historia del corsé en el renacimiento

El corsé de listones comenzó en el siglo XVI en Francia, de donde viajó a Italia y se generalizó en Europa. La moda del corsé sobrepuesto arraigó en España, donde todavía en el año 1550 las damas reforzaban el corpiño con planchas de madera y hierro a modo de eficaces ballenas consiguiendo un corsé-armadura que oprimía el pecho, ya que la moda imponía el pecho liso.

También Francia imitó esta moda llevada a aquel país por reinas de origen español: primero Blanca de Castilla, madre de Luis XI, que a pesar de su rígida moral era una adicta al corsé, caso de la esposa española de Luis XIV, quien puso tal empeño en seguir los dictados de la moda que le valieron la consecución de una cintura de sólo 33 centímetros. La moda del corsé se extendió en Francia por haberla introducido allí de forma exagerada la reina María Teresa de Austria, hija de Felipe IV.

Historia del corsé en la Edad Contemporánea

En el siglo XVIII, desde finales de la monarquía francesa hasta el imperio napoleónico llevaban corsé incluso los hombres. La obsesión por la figura esbelta era tal que algunos anuncios de principios del XIX, llegaban hasta el despropósito de recomendar el corsé incluso a las embarazadas.

evolución del corsé

La literatura de la época abunda en relatos alusivos a los sacrificios por los que una mujer pasaba con tal de mantenerse esbelta. Se trataba de un corsé rígido como coraza, capaz de distorsionar la armonía del cuerpo, provocar cojeras y desarrollar más un hombro que otro, entre otras deformaciones que afeaban a la mujer. El riojano Manuel Bretón de los Herreros pone en boca de alguien el siguiente consejo dirigido a una dama seguidora de la moda: “Robustezca sus pulmones, emancipe su figura del corsé que se la come…”.

Y es que ajustarse el corsé exigía a veces el concurso de varias criadas. Conocida y popular es la escena de la película «Lo que el viento se llevó» donde se aprecia la dificultades de una criada en ceñir el corsé a su señora y la obsesión de ésta por no comer por caber en él. Con la paulatina reducción del miriñaque y la mayor racionalidad en el uso de ballenas se estableció entre 1850 y 1860 como medida ideal de la cintura femenina un diámetro entre los 44 y 54 centímetros.

origen e historia del corsé o corpiño

El peligroso camino hacia la delgadez comenzó entonces: la estrechez del atuendo femenino llegó al máximo. Se cuenta que la emperatriz Isabel de Austria se hacía coser sus trajes de amazona sobre el cuerpo desnudo; y cuando la baronesa María Wallersee se casó en 1877 decía: “Mi vestido de novia era tan estrecho que me fue imposible ingerir alimento alguno”.

Historia del corsé en el Siglo XX

En el año 1900, la tendencia imperante era resaltar el busto y alargar el corsé para eliminar cada vez más barriga, apareciendo en ese año se inventa el corsé de delantera lisa, cuyo propósito era aplastar el estómago. Tras esta innovación se inició un camino nuevo: alargar cada vez más el corsé. Poco después llegó la faja…, luego la invención del sostén…, y al final: la libertad.

Los modistas, resuelto ya el viejo problema de amoldar la figura, cifraron su interés en una nueva meta: mantener tirantes las medias sin necesidad de ligas con ayuda del corsé y los ligueros. Así surgiría la mujer ideal en cuanto al diseño de su cuerpo: la vampiresa.

A principios del siglo XX, las elegantes damas llevaban corsé de ballenas y cordaje tan incómodos que impedían el movimiento, y la rigidez que algunas damas mostraban, el estiramiento en gestos tan normales como el de dar la mano o poner la mejilla para que se la besaran, la leve genuflexión en las iglesias, el movimiento a derecha o izquierda de la cabeza o el cuerpo…, todo estaba mediatizado por aquella prenda opresiva.

cómo ha evolucionado el corsé

Como anécdota, una conocida dama de sociedad del entorno familiar del magnate del automóvil Henry Ford dejó en el suelo una prenda que llevaba en la mano porque al no haber hombres alrededor ninguna dama hubiera logrado agacharse ya que el corsé se lo hubiera impedido, o hubieran saltado las ballenas, que era aún peor.

Pero al corsé le quedaba ya poco tiempo: Mary Phelps Jacobs inventó el sostén en 1914. Un Manual para hombres, publicado en el siglo XIX decía: ”Una mujer metida en un corsé, es una mentira; pero esa ficción la mejora mucho en realidad”.

Historia del corsé en la actualidad

Después de todo lo que te hemos contado, has podido comprobar que el corsé ha sido una prenda que ha formado parte del ideal de belleza femenina desde la antigüedad hasta principios del siglo XX.

el corset moderno

Su función principal era comprimir el estómago y la cintura, moldear el cuerpo levantando el busto y ensanchar las caderas. Aunque todo ello pueda llegar a perjudicar la salud de la mujer. Afortunadamente, se ha ido reduciendo su uso hasta casi desaparecer. Esto ha sido gracias a la invención de nuevas prendas como el sujetador o la faja. También, a que la mujer que lo desee puede acceder a ciertas actividades, cómo el deporte, medicamentos y tratamientos. E incluso cirugía, que ayudan a cumplir con el canon ideal de belleza del momento.

Efectivamente, el corsé ha sido relegado a una existencia meramente simbólica o a un repunte de su empleo por una moda pasajera (ver noticia). Sí que se emplea, pero de forma muy puntual, de forma externa y más como un elemento empleado en diseños de moda muy llamativos o excéntricos. También como elemento de lencería o ropa interior “picante”.

Curiosamente, un sector dónde se sigue empleando mucho es el de los trajes de novia. Es habitual y existen gran cantidad de modelos en los que el corsé es una pieza fundamental.

Más información sobre la historia del corsé

Puedes escuchar el siguiente audio, en el que se entrevista a una experta en moda sobre esta peculiar prenda. Realmente interesante (escuchar a partir del minuto 6:30):

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Fuentes y bibliografía

– AGNES, A. (1967). The Story of Clothes (en inglés). Londres. Faber & Faber.
– COSGRAVE, B. (2005). Historia de la moda: Desde Egipto hasta nuestros días. Barcelona. Editorial GG.
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– LURIE, A. (1981). The Language of Clothes (en inglés). Nueva York. Random House Inc.
– POSTREL, V. (2020). El tejido de la civilización: Cómo los textiles dieron forma al mundo. Madrid. Editorial Siruela.
– RACINET, A. (2016). Historia ilustrada del vestido. Madrid. Editorial LIBSA.
– REIFF, A. (2008). Historia del vestido. Barcelona. Editorial Blume.
– WIERZBA, I. (2020). La vergonzosa historia de la ropa interior. Barcelona. Thule Ediciones.
AUTOR: CURIOSFERA-HISTORIA.COM
FECHA DE PUBLICACIÓN: MARZO DE 2020

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