Si hablamos de la historia del Panteón de Roma, lo hacemos de uno de los pocos monumentos que existen en el mundo occidental. Y, que han sido capaces de provocar entusiasmo y polémica al mismo tiempo. Con casi 2.000 años de antigüedad, el hombre no consiguió igualar sus dimensiones y sus características hasta el siglo XX. En CurioSfera-Historia.com, te contamos toda la información del Panteón de Roma.
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Características del Panteón de Roma
Respecto a las características del Panteón de Roma, cabe destacar que a pesar de los infinitos escritos y lecturas que se han realizado de su, aparentemente, sencilla estructura arquitectónica (una cúpula esférica con una fachada monumental), no existe en nada igual en Italia ni en el mundo. Desde la cúpula de la iglesia veneciana Il Redentore del arquitecto Andrea Palladio del siglo XVI, a la mansión de Thomas Jefferson en Monticello (Virginia), lo cierto es que ninguna de ellas ha sido capaz de recrear la intensidad del original.
Por otro lado, la luz de la cúpula del Panteón de Roma, inconmensurable, fue asimismo objeto de emulación por parte de arquitectos tan capacitados como el propio Christopher Wren, cuya cúpula de la catedral londinense de San Pablo, de 35 metros de diámetro, queda muy lejos de los 44 metros de cúpula del Panteón de Roma.
Tan grande es, que de hecho, hasta el siglo XX, logró permanecer como una de las cúpulas más grandes de todo el mundo. De ahí que se pueda afirmar sin lugar a dudas que se trata del más grande monumento jamás edificado por los antiguos romanos.
Aunque con el tiempo el Panteón acabara convirtiéndose en “el más celebrado edificio del mundo entero”, según se puede leer en la placa mandada colocar por el papa Urbano VIII en 1632, lo cierto es que apenas sí aparece mencionado en los textos de la antigüedad. Y, cuando lo hace no es sin cierta ambigüedad en cuanto a su aspecto y función.
Un círculo de luz procedente del ojo central, ilumina el interior artesonado de la cúpula. El efecto de la perspectiva de los lados escalonados de cada uno de los cuadrados, que en realidad carecen de función alguna, hace que éstos ganen en profundidad.
Vista desde arriba, la cúpula del Panteón presenta un aspecto bastante aplanado, muy diferente a la perfecta forma semicircular del interior. Tanto la prolongación del tambor como los siete anillos escalonados, tienen por objeto aumentar la presión sobre la base y dotar de estabilidad al conjunto.
Dimensiones de la cúpula del Panteón de Roma
La estructura del Panteón plantea tantos interrogantes como su función. Y, a pesar de los recientes avances realizados al respecto, los historiadores no acaban de ponerse de acuerdo sobre el modo en que se construyó, o simplemente en qué es lo que hace que se mantenga en pie.
Para evitar posibles confusiones, cabe destacar que pese a tener un nombre similar, el Panteón de Roma no se asemeja en nada al popular y conocido Partenón de Atenas. Tanto la cúpula como la rotonda, ambas de 6 metros de grosor, se fabricaron con cemento romano de gran calidad. Descansan sobre un anillo de cemento compacto de piedra travertina de 4,5 metros de profundidad, que a su vez se asienta sobre una gruesa base de arcilla.
La cúpula tiene 44 metros de diámetro (150 pies romanos), es semicircular por la cara interior y se eleva a una distancia de 22 metros (75 pies romanos) sobre el nivel del suelo. Dos terceras partes están recubiertos con cinco filas concéntricas de 28 cuadrados.
Desde el exterior, presenta un aspecto mucho más aplanado. El tambor de la rotonda continua hasta alcanzar los 80 metros (unos 100 pies romanos) de altura al tiempo que se aumenta el grosor de la parte inferior de la cúpula emergente mediante la inclusión de siete anillos escalonados. Lo que produce ese perfil tan característico de la Roma moderna.
El resultado es que la cúpula pasa de tener 6 metros (20 pies romanos) de grosor en la parte inferior a tan sólo 1,5 metros (5 pies romanos) en la zona del ojo central (la abertura circular situada en lo más alto de la cúpula).
Materiales empleados en la construcción del Panteón de Roma
Por otro lado, el edificio entero gana en ligereza a medida que aumenta la altura gracias a la sucesiva gradación del material empleado, desde la piedra travertina y la toba, con un peso de 1.750 kilos por metro cuadrado, al ladrillo y, ya en lo más alto de la cúpula, la piedra pómez y la variedad de toba más liviana donde hay tan solo 1.350 kilos por metro cuadrado.
Estructura arquitectónica del Panteón de Roma
Hablando de la historia del Panteón de Roma, en un principio se creyó que la cúpula era en realidad un monolito artificial, como la tapa gigante de un cazo, y que por tanto no ejercía ningún tipo de fuerza hacía fuera sobre la rotonda. Según esta hipótesis, los cambios que se llevaron a cabo con la inclusión de los refuerzos exteriores y el artesonado tenían por finalidad reducir la presión del tambor hacia su parte baja.
Pero el descubrimiento en los años treinta de una serie de grietas visiblemente antiguas en la sección baja de la cúpula, sugirió la posibilidad de que en realidad esta última tendiera a abrirse hacia fuera como consecuencia de las fuerzas de tensión existentes, y que las adiciones de la parte exterior de la rotonda y los anillos escalonados de la cúpula no fueran sino enormes aros de refuerzo diseñados para evitar que la base de esta se abriera hacia fuera bajo su propio peso.
Los investigadores modernos interpretan los diferentes intentos llevados a cabo para aligerarla parte superior de la estructura como una manera de reducir la tendencia a abrirse hacia los lados, y no tanto la presión vertical.
Robert Mark, puso a prueba todas estas hipótesis mediante una simulación informática que intentara responder a la pregunta de cómo concibieron los romanos el Panteón de Roma, y llegó a la conclusión de que, ante el temor de que la cúpula se agrietase, la concibieron como un conjunto de arcos sucesivos.
De ese modo, los anillos escalonados se convertían en unos elementos arquitectónicos imprescindibles a la hora de garantizar la estabilidad del conjunto al añadir presión vertical, como los pináculos o los arbotantes góticos, al tiempo que el aligeramiento de la cúpula reducía la presión hacia los lados.
El artesonado, por su parte, tendría según esta teoría una función meramente decorativa. Lo más probable es que las grietas de la cúpula y otras encontradas en la sección interior de la estructura se originasen durante el mismo proceso de construcción.
Quién construyó el Panteón de Roma
Según reza la inscripción monumental de la fachada, el Panteón de Roma fue mandado construir por Marco Vispano Agripa, la mano derecha del emperador Augusto, construido entre los años 118-125 d.C, por este motivo también se le conoce como Panteón de Agripa.

Pero siguiendo con la historia del Panteón de Roma, el edificio que ha llegado hasta nosotros corresponde en realidad a la tercera versión del Panteón, construida en tiempos del emperador Adriano (117-138 d. C.). Se sabe muy poco del aspecto que tenían las otras dos versiones anteriores, aunque los textos hablan de cariátides y capiteles de bronce procedentes de Siracusa, inexistentes en el Panteón de Adriano.
Cómo se construyó el Panteón de Roma
Uno de los problemas asociados a la naturaleza pozzolanica del cemento romano es que repele el calor durante la fase de endurecimiento, tal como sucede de hecho con el cemento de Portland moderno, lo que genera ciertas tensiones térmicas en la estructura. En ese sentido, las numerosas cavidades presentes en la rotonda sugieren que los ingenieros romanos ya conocían, al menos en parte, este problema.
Eso podría explicar también la función de los siete nichos y la puerta que divide el nivel interior de la rotonda en ocho pilares, cada uno de ellos con una cámara semicircular (o clave) labrada en su interior. Un esquema este que, por otro lado, se repite tanto en la sección central como en la superior, justo donde nace la cúpula.
Así pues, parece probable que la finalidad de todas estas cavidades era la de endurecer el tambor de la manera más rápida y uniforme posible, sin por ello reducir de forma significativa la capacidad de la estructura para soportar el peso de la cúpula.
Otro de los problemas a los que hubo que hacer frente durante la construcción de la cúpula del Panteón de Roma, fue el armazón de madera que debía soportar el peso del cemento de aquella hasta que fuese lo suficientemente resistente como para sostenerse por sí misma.
En ese sentido, se han propuesto vanas soluciones, como una enorme estructura de andamios de madera situados en el mismo suelo del edificio o un complejo y sofisticado entramado de vigas voladizas que saliera de la cornisa de la sección superior. En ambas hipótesis se supone un proceso de construcción en sucesivos anillos horizontales, lo que exigía que todo el armazón estuviese colocado a la vez.
Algunos, sin embargo, han propuesto a partir de las grietas verticales existentes en la cúpula una hipótesis alternativa, según la cual esta se habría construido en secciones verticales, con lo que parte del armazón se habría ido desplazando horizontalmente a medida que cada una de dichas secciones se sostuviese por sí sola.
Un equilibrio perfecto
Si bien la cúpula ha sido desde siempre el gran centro de interés del Panteón de Roma, un estudio reciente ha puesto al descubierto como ciertos problemas en la provisión de material de obra condicionaron el aspecto final del edificio. Desde el Renacimiento, los arquitectos no han dejado de cuestionarse acerca de la torpe yuxtaposición del pórtico, bastante bajo, con su frontón, extraordinariamente alto, el bloque intermedio de forma rectangular, y la rotonda.
Las columnas en granito del pórtico, con sus fustes de 11,8 metros (40 pies romanos) de altura, presentan un aspecto realmente descomunal, pero lo cierto es que con tan solo 10 pies más se habría resuelto el problema de desproporción de que adolece la fachada. No abundan los ejemplos de columnas de semejante altura, pero uno de ellos lo encontramos en el templo de Trajano, el padre adoptivo de Adriano, coetáneo pues del Panteón.
Las columnas procedían de las lejanas canteras del Mons Claudianus y Asuan, en Egipto (ver la Gran Esfinge de Giza). Así que es fácil imaginar que se produjera algún problema en su provisión, como escasez de material, el naufragio del barco que las transportaba o cualquier otro imprevisto. En cualquier caso, ello no evita que el arquitecto del Panteón de Roma legase a la humanidad el más celebrado edificio del mundo entero.
Qué función tenía el Panteón de Roma
Por lo que respecta a conocer la función del Panteón de Roma, debemos remitirnos a lo que nos dice en el año 229 d C., el cónsul romano Casio Dio, cuando justifica el nombre de ”panteón” por la presencia en su interior de estatuas de todos los dioses o bien su cúpula abovedada parecida a la bóveda celeste. Por otro lado, el mismo Casio comenta cómo el emperador Adriano (Villa Adriana) llevó a cabo en el diversos asuntos de interés público, y que el Panteón original contenía en su interior las estatuas de Julio César y Augusto.
Los historiadores modernos no acaban de ponerse de acuerdo sobre si en el fondo fue un templo para todos los dioses o un monumento para la gloria del emperador Augusto, un recinto para audiencias del emperador o bien un símbolo del cosmos (la “imagen visible del universo”, tal como lo definiría el célebre poeta inglés Shelley). De hecho, incluso en tiempos de la antigua república romana no era extraño que el senado se reunía en un templo, tradición que más tarde continuaron los emperadores.
Por otro lado, no tenía nada de anormal que la escultura del emperador estuviese junto a las de los dioses, ni que un edificio del emperador apareciese decorado con símbolos cosmológicos, en clara alusión al orden divino de las cosas.
No obstante, ese algo especial que se respira en el espacio situado bajo la enorme cúpula central invita a todo aquel que lo visita a buscar, tal como lo hiciera el gran Miguel Angel, una explicación entre mística e irresoluble en el corazón del más grande monumento de toda Roma.
Ficha Técnica Partenón de Roma
- Época:118-125 d. C.
- Localización: Roma, Italia.
Características del Pórtico
- Dimensiones: 34 x 20 m (115 x 67,5 pies romanos).
- Altura de las columnas: 14,2 m (48 pies romanos).
- Altura de los fustes de granito: 11,8 m (40 pies romanos).
- Diámetro interior de los fustes: 1,48 m (5 pies romanos).
Dimensiones de la Rotonda
- Diámetro interior: 42 m (140 pies romanos).
- Grosor de los muros: 6 m (20 pies romanos).
- Altura del suelo al ojo de la cúpula: 44,4 m (150 pies romanos).
- Diámetro del ojo: 8,8 m (30 pies romanos).
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