Sin duda, este artilugio tiene mucha más importancia de la que pensamos. En todos los hogares hay una escoba desde hace cientos de años, pero, quizás no conoces la historia de la escoba. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos cuál es su origen, también quién la inventó y cómo ha sido su evolución a lo largo del tiempo.
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Origen de la escoba
La escoba es un instrumento de limpieza casero, llamado por los romanos virga damnata, por estar destinada al servicio más bajo e inmundo. El poeta hispano latino Marcial le dedica algún que otro epigrama. Estos escobones, atados a un palo o caña eran manejados por los esclavos para limpiar las letrinas públicas. También, los retretes de las casas de los ricos. El filósofo Séneca, del siglo I, la describe con detalle en el libro X de sus Epistolae o cartas.
En la fabricación de las escobas más resistentes, se empleaba la retama, el taray o la rama de tamujo, que es como se hacían las utilizadas en la España del siglo XVI y XVII. De 1680, es la pragmática de tasas que regulaba su precio: “Cada escoba de tres ramas de caballeriza, que se llaman del Prado valgan no más de veinte maravedís”.
La escoba era un objeto de uso diario, tan popular como necesario, y no hubo antaño caballeriza que no la tuviera. Miguel de Cervantes escribe: “La Gananciosa tomó una escoba de palma nueva, que allí se halló acaso…”. Las hubo para diversos fines. Las más habituales eran las que, como en nuestro tiempo, sirven para barrer el suelo y limpiar paredes, hechas de ramas de palmito, taray, juncos, con o sin mango.
En el campo se utilizaba la escoba de acebo, con la que se barrían las hojas, la paja, el estiércol y la leña menuda. Los albañiles del siglo XVIII, empleaban una escoba pequeña sin mango, con la que a modo de hisopazo remojaban la parte de obra que se iba a recibir, o el hueco que se rellena con yeso.
Para el barrido de calles, institucionalizado ya a finales del siglo XVIII, se empleó un tipo de escobón fabricado de ramaje de sarmiento y palmera.
Quién inventó la escoba
El inventor de la escoba modera es Shakers, a principios del siglo XIX. Era el nacimiento de la escoba plana, tal y como la conocemos en la actualidad. El principal cambio de esta escoba es que cuenta con más anchura, que ayuda a empujar mejor la suciedad. Por este motivo, hoy en día prácticamente todas las escobas del hogar que se fabrican son planas, y quedando relegadas a un segundo plano y casi obsoleta la escoba redonda.
Por otro lado, la primera escoba mecánica fue inventada por el inglés Boase en 1831. Consistía en cinco filas de cepillos espirales, que ponía en movimiento el eje del vehículo, sobre el que iba montado el ingenioso artilugio barredor. Este aparato iba montado en un carro, y en el que el movimiento de las ruedas de éste pone en juego una serie de escobillas y cepillos que barren el suelo urbano.
Evolución de la escoba
A partir de 1831, la escoba no ha hecho más que evolucionar. Por ejemplo, en 1842, un ingeniero de Manchester, empleó en su ciudad un aparato similar compuesto de una cadena sin fin. A ella iban unidas varias escobillas suspendidas en un bastidor, colocado en la parte trasera del carro, cadena que tomaba movimiento en sentido opuesto al de la marcha mediante un piñón y una rueda de engranaje.
Así se recogía con cierta eficacia el polvo y el lodo de la calzada que era arrastrado hacia una caja. Con este aparato se podía hacer el trabajo de quince barrenderos.
A principios del XX, ciudades españolas como Barcelona o Bilbao adoptaron la barredora pública inventada por el francés Sohy. Se había puesto en funcionamiento en París. Se trata de un carro de dos ruedas, tras el cual va un grueso rodillo que hace de escoba. Esta máquina no recogía la basura, sino que la dejaba a los lados de la calle o camino en pequeños montones que los barrenderos auxiliares recogían en costales. Barrían 5.500 metros cuadrados por hora.
El fabricante de cepillos escocés emigrado a América, Alfred Fuller, en 1905, tuvo una idea feliz: patentar un cepillo de crin y alambres al que colocó un mango largo. Nacía de esta manera un escobón ideal para la limpieza de exteriores. Cinco años, después Fuller inició la fabricación de escobas de interior utilizando los materiales que la ciencia ponía a su alcance y revolucionó el mundo del barrido.
La escoba tomaba aspecto moderno y dejaba el que había tenido desde la Antigüedad: un manojo de ramas o haz de espigas recortadas con empuñadura corta. Pero no se había llegado a la perfección; en ese ámbito se llegó en España a finales de los 1950, en que alguien tuvo la genial idea de ponerle un mango largo al trapo de fregar el suelo y nació la escoba fregona. Pero ésa es otra historia.
Una de las últimas aportaciones al humilde mundo de la escoba y el escobón ha sido llevada a cabo por la firma italiana Termozeta, que en 1996, lanzó al mercado la escoba barredora-aspiradora que hace innecesario el recogedor.
No tiene cepillo como las escobas de los años sesenta, ni mocho, como las tradicionales escobas de siempre, sino una espuma que recoge la suciedad y se la traga. No necesita cable: este híbrido de escoba y aspiradora funcionaba con pilas recargables que le daban una autonomía de barrido de varias horas.
Etimología de la palabra escoba
La palabra escoba es latina, de scopae= briznas. Se alude así al tipo de materiales de que normalmente estaba hecha: manojos entrelazados de palmitos, de cabezuela, de algarabía o cualquier otra planta ramosa.
Juntos y atados al cabo de un palo que servía de mango largo barrían patios, zaguanes y bodegas. Es término de uso antiguo en castellano: en documentos del siglo X, barrer equivale al latín escopare= escobear. En Castilla se llamó escobón a la escoba que se pone en un palo largo para barrer y que se empleaba también para deshollinar chimeneas.
Otros inventos relacionados con el hogar
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Fuentes y bibliografía
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– AUTOR: CURIOSFERA-HISTORIA.COM
– FECHA DE PUBLICACIÓN: MARZO DE 2020