Más que un invento, la margarina es es un descubrimiento. La historia de la margarina es el resultado del esfuerzo del hombre por mejorar su alimentación y la búsqueda por encontrar nuevos productos alimentarios. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos quién inventó la margarina y su historia.
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Quién inventó la margarina
La Margarina la inventó el químico francés Hyppolyte Mège-Mauriès el 15 de julio de 1869. El cómo se inventó es una historia muy curiosa, ya que fue el resultado de una investigación realizada para conseguir ganar un concurso. Vamos a verlo:
A mediados del siglo XIX la Revolución Industrial arrastró una gran masa de población rural a las ciudades. A consecuencia de lo cual creció tanto el proletariado que el emperador de Francia Napoleón III, preocupado por la falta de alimentos, convocó un concurso destinado a hallar nuevos productos alimenticios, y sobre todo un sucedáneo de la mantequilla.
El concurso lo ganó el químico Hyppolyte Mège-Mauriès, que investigó en las granjas reales de Vincennes. Y centró su estudio en el contenido graso de la leche: buscaba, sencillamente, una mantequilla artificial, un producto sintético.
La margarina sería el primer alimento sintético de la Historia. El científico citado dio con ella y la patentó en julio del año 1869. Al principio se guardó celosamente su fórmula: sebo de buey del que se obtenía una materia grasienta y gelatinosa que Mège llamó “óleo”, materia que luego licuaba y mezclaba con leche y agua añadiendo su ingrediente especial: la ubre de vaca picada.
Su elaboración era económica y su conservación no ofrecía dificultades. La margarina no se ponía rancia como la mantequilla, por lo que satisfizo a todos. Y sobre todo a Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte y esposo de Eugenia de Montijo, último soberano francés, que destinó el producto a la dieta del ejército y la marina.
Su inventor gozó de popularidad: el pueblo le debía una fuente nueva de alimentación. Pero Hipolito Mège-Mauriès cayó prisionero en la guerra franco-prusiana y tras su liberación se retiró a Inglaterra donde murió pobre en 1883.
Aquel mismo año expiraban los derechos de su patente, pero ya antes había dado a conocer el procedimiento de su elaboración a los vendedores de mantequilla holandeses Jan Jürgens y Henri Jürgens del pueblo de Oss. Junto con otra empresa rival, la de Van der Berghs, fabricaron tal cantidad de margarina en Holanda que en poco tiempo se acabó el sebo de buey y fue necesario buscar un sucedáneo.
La alternativa al sebo de buey fue la grasa vegetal procedente de plantas tropicales ricas en aceites, como la palma, el cacahuete, el pistacho, el girasol y la soja. También se echó mano de la grasa de ballena, lo que disparó su caza en las últimas décadas del XIX y puso a este cetáceo en peligro de extinción.
Evolución de la margarina
La margarina actual no es la misma que se consumía el siglo XIX, al menos no exactamente, ya que básicamente evolucionó muy poco. Las grasas vegetales que sirvieron de sucedáneo ante la falta de sebo de buey eran tan blandas que dificultaban su envase y almacenamiento.
A este problema se encontró solución en 1910 al introducirse el hidrógeno en los procesos de fabricación para endurecer el aceite. Más tarde a la margarina se añadieron vitaminas ‘A’ y ‘D’ para lograr un mayor parecido con el producto real: la mantequilla. Muchos tenían dificultades en diferenciar ambos productos.
Su introducción en los grandes establecimientos de Londres, París y Milán donde hubo degustación de margarina y exhibiciones del nuevo producto y su versatilidad, convirtió a la margarina en uno de los más apetecidos. La publicidad hizo de este artículo alimenticio uno de los primeros reclamos publicitarios en calendarios de pared franceses, alemanes, ingleses y holandeses: la margarina de la Casa Groningen en los años 1920 y 1930.
La importancia de este producto no está sólo en el producto mismo, sino en el hecho de que abrió muchas posibilidades. Gracias a aquel descubrimiento sería posible más tarde el bistec de soja, cuyas proteínas confieren a este producto un aspecto fibroso parecido al de la carne.
Hay sustitutos de la crema que no contienen productos lácteos en absoluto y que nadie dudaría en afirmar que son productos derivados de la leche: hay leche vegetal llamada “planil”, leche en polvo; helados producidos a partir de grasas vegetales… El futuro en este campo es ilimitado.
Etimología de la palabra margarina
Se llamó margarina porque a su descubridor le pareció que tenía un aspecto gris perla, utilizando a ese fin el término griego margaron= perla. El Diccionario oficial del español introdujo el término en su edición de 1899, mucho después de que la gente hubiera comenzado a utilizarlo.
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Fuentes y bibliografía
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– AUTOR: CURIOSFERA-HISTORIA.COM
– FECHA DE PUBLICACIÓN: FEBRERO DE 2020