Las gigantescas estatuas de la Isla de Pascua se llaman moai. Son la representación más importante del arte escultórico de la cultura Rapa Nui y, sin duda, su mayor seña de identidad. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos qué son los moai, qué significan, cuántos hay, tamaño, peso, cómo los construyeron y más.
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Estatuas de la Isla de Pascua
Pese a los numerosos estudios realizados sobre los moai o estatuas de la isla de Pascua, y de la enorme fama mundial de estos gigantes de piedra, aún existen multitud de preguntas y misterios sin resolver. Diseminadas a lo largo de la costa, las enigmáticas estatuas de la isla de Pascua, talladas en una variedad dura de toba volcánica, otearon largo tiempo.
Y, lo siguen haciendo en muchos casos, con sus ojos rojos y blancos de mirada fija a las aguas azules del océano Pacífico, subidas en lo alto de unas plataformas de piedra dispuestas en hileras sucesivas. Después de contemplar sus colosales dimensiones, no sorprende que una de las preguntas obligadas para los viajeros y arqueólogos haya sido, ya desde el siglo XVIII, cómo se tallaron y enderezaron semejantes monolitos y con qué finalidad se hizo.
Dónde está la Isla de Pascua
La isla de Pascua (Rapa Nui en la lengua de sus habitantes), es el lugar habitado más remoto de la tierra, y se encuentra al este de la Polinesia a 2.250 km de distancia de la población más próxima, la diminuta isla de Pitcairn, y a 3.747 km de la costa de Sudamérica.
De hecho, es tan remota, que uno se pregunta cómo pudo descubrirse antes de que existieran los modernos sistemas de navegación. De forma triangular, mide en su lado más largo tan sólo 22 km, mientras que su anchura no alcanza los 16 km. Los primeros en llegar a la isla de Rapa Nui fueron los marineros polinesios, quienes entre el 450 y el 490 d. C., establecieron en ella una comunidad que creció y prosperó completamente aislada durante cerca de mil años.
Qué es un Moai
Las estatuas de la isla de Pascua, llamadas moai, tienen una forma y un estilo inconfundibles. Comprenden la cabeza y la parte superior del cuerpo, justo por debajo de la cintura. Carecen, pues, de piernas, no así en cambio de hombros y brazos, si bien los antebrazos aparecen meramente sugeridos en forma de relieve delante de la zona del estómago, por debajo del ombligo.
Los dedos de la mano son alargados y apuntan hacia un elemento de forma oval o rectangular. Que bien pudiera simular el pliego de una prenda de vestir. La cara posterior de la estatua está decorada a veces con bajorrelieves, en concreto con líneas rectas, curvas y en espiral, que tal vez indicaran el rango de la persona esculpida.
De hecho, es precisamente este rasgo de las líneas y el hecho de que no haya dos estatuas iguales, lo que ha llevado a pensar que se trataba de retratos individuales, tal vez de los ancianos de la comunidad. La zona más trabajada de la escultura es siempre el rostro, que se caracteriza por lo protuberante de la boca, la nariz, la frente y las cejas. La parte posterior de la cabeza suele ser plana, y a ambos lados de la cara suele haber dos grandes orejas de forma alargada.
Qué tamaño tienen las Estatuas de la Isla de Pascua
En cuanto al tamaño, cabe señalar que las estatuas de Pascua albergan algunos de los retratos más grandes jamás esculpidos. Van desde los 2 metros hasta los casi 10 metros de altura. En su origen descansaban sobre unas plataformas ceremoniales. Estaban dispuestas a lo largo de la costa de la isla, de las cuales la más grande que se conserva en su sitio es una que se conoce con el nombre de Paro y que pesa 82 toneladas.
Por otro lado, la estatua más grande, se llamaba con acierto El Gigante, llegó a medir 20 metros de alto y habría alcanzado las 270 toneladas de peso de no haberse abandonado en la cantera de Rano Raraku.
Cuál es el Moai más grande de la Isla de Pascua
El más grande de las estatuas de la Isla de Pacua que existe está ubicado en la cantera principal de Rano Raraku. Este moai gigante se quedó a medio esculpir y nunca llegó a ser desprendido del todo de la montaña.
Con un tamaño de casi 22 metros y un peso de 270 toneladas, se le conoce con el nombre de Te Tokanga (El gigante). Unas dimensiones difíciles de asimilar incluso con la tecnología más moderna. En la misma cantera de Rano Raraku, se encuentran las estatuas de mayor tamaño. Abandonadas en la ladera de la montaña han sobrevivido con diferente fortuna al paso del tiempo.
Es extraño, que el pueblo rapanui se embarcase en tan colosal obra de ingeniería, para de repente abandonar todas estas estaba construcciones monumentales de la noche a la mañana, ¿verdad?. Un misterio que todavía está sin resolver.
Cuál es el Moai más antiguo de la Isla de Pascua
Antes hemos hablado del más grande, pero, ¿Cuál es el moai más antiguo? Se trata del moai Tukuturi, que fue descubierto en el año 1955 por Thor Heyerdah. Se estima que se creó en el siglo VI, 500-600 d. C. Estamos hablando de una estatua que representa una figura femenina, cuyas manos están en posición de rezo. Su cuerpo está arrodillado o sentado y con la cabeza elevada al cielo ligeramente., las manos se encuentran en posición de orar.
Cómo se construyeron los Moai de la Isla de Pascua
En la isla hay diseminados varios centenares de estatuas, la mayoría de ellas esculpidas en toba porosa de origen volcánico procedente de la cantera de Rano Raraku, situada en el interior de un cráter extinguido. Hay, además, unas cuantas estatuas esculpidas en basalto y escoria roja. En la cantera se han conservado numerosos restos de estatuas abandonadas a medio hacer, así como miles de picos de basalto con los que los escultores extrajeron los bloques de la cantera y les dieron forma.
Una vez rota la dura capa del exterior, la roca resulta bastante fácil de trabajar, aunque se endurece con la exposición al aire y la lluvia. Los picos de basalto daban muy buen resultado y se utilizaban en combinación con agua para tallar mejor la piedra.
A pesar de ello, la ausencia de herramientas de metal seguramente hacía del tallado de los bloques una empresa realmente agotadora. Así, se calcula que la estatua más grande de toda la isla, la célebre Paro, exigió el trabajo de entre diez o veinte hombres durante todo un año.
Las 394 que quedaron abandonadas en la cantera en diversas fases de acabado, permiten hacernos una idea de cómo se esculpieron las estatuas de la isla de Pascua.
Según parece, se procedía de arriba hacia abajo, empezando por el rostro, y se dejaba la base para el final, de modo que la estatua quedase anclada al suelo. Los rasgos del rostro y el resto de la cabeza se esculpían en la misma cantera, a excepción de los ojos, que se dejaban para más adelante.
Cómo se movieron los Moais de la Isla de Pascua
Una vez se había esculpido la estatua, se cortaba por la base y se bajaba por la ladera de la cantera por medio de cuerdas. En la base se dejaba una especie de quilla, que discurría por medio de una acanaladura en el suelo para ayudar a controlar el descenso. Las cuerdas, a su vez, estaban sujetas a una serie de troncos de grandes dimensiones calzados en unos agujeros practicados en el borde de la cantera.
En la isla no crecen árboles grandes desde hace siglos, pero se han encontrado nueces y huecos de raíces fosilizados, que indican que gran parte del territorio estuvo cubierto de palmeras antes de la llegada de los primeros indígenas.
La madera desempeñó un papel fundamental en el traslado de las estatuas desde la cantera hasta las plataformas ceremoniales, aunque este no siempre se llevaba a cabo con éxito, tal como se desprende del goteo de estatuas acabadas abandonadas durante el trayecto, en muchos casos apenas recorridos unos cuantos metros.
Una estatua tan grande como la de Paro, hubo de salvar los 6 km existentes entre la cantera y su emplazamiento definitivo. En un experimento llevado a cabo en Estados Unidos con la reproducción en cemento de un moai de 4 toneladas, se comprobó que, para desplazarla, bastaban tan sólo 25 hombres, siempre y cuando la estatua se trasladara por medio de correas a una plataforma de madera y ésta se desplazara sobre unos pequeños rodillos igualmente de madera.
Esta teoría viene corroborada por el hecho de que algunas de las estatuas abandonadas durante el trayecto están partidas, como si se hubiesen caído desde una posición vertical. Cabe también suponer, que algunas estatuas pudieran haberse trasladado de espaldas o incluso boca abajo sobre una plataforma de madera, sobre todo en los tramos con pendiente más acusada. No hay que descartar tampoco que algunas estatuas se transportaran por mar con ayuda de balsas hasta el lugar elegido.
Cómo colocaban las Estatuas de la Isla de Pascua
La mayoría de las estatuas se esculpieron con la intención de colocarlas encima de su correspondiente plataforma de piedra, en algún punto de la costa de Rapa Nui. Algunas tienen hasta 150 metros de largo y 3 metros de alto. Se construían lo más cerca posible del mar, aunque las estatuas se acostumbraban a colocar mirando hacia tierra.
De hecho, algunas de estas plataformas son verdaderas obras maestras, compuestas de un núcleo de cascotes revestido de enormes bloques de hasta 3 metros perfectamente cortados. Para colocar las estatuas encima de las plataformas lo más probable es que se utilizaran cuerdas, rampas y palancas de madera. Una vez colocadas en su sitio se añadían los ojos.
Los ojos y el pukao
Durante una excavación realizada en 1978, se encontraron bajo una estatua restos de coral blanco y escoria roja con los que se confeccionaban el blanco del ojo y las pupilas respectivamente. De hecho, los ojos constituían el elemento que dotaba a las estatuas de su poder espiritual. De ahí que cuando se abatieron, la mayoría se tumbaran boca abajo para así ocultarlos. En aquellos casos en que cayeron boca arriba, éstos se destruyeron a golpes de piedra.
El último paso, al menos en el caso de las estatuas más tardías, consistía en colocar en lo alto de la cabeza una piedra o pukao de escoria roja, procedente de una cantera situada en Puna Pau. El ejemplar más grande de pukao que se ha conservado, mide 2 metros de diámetro y pesa más de 10 toneladas. Obviamente, se colocaron una vez la estatua se encontraba encima de la plataforma y, para ello, se debieron de utilizar una vez más cuerdas y troncos de madera bien robustos.
Qué significan los Moais de la Isla de Pascua
Hay quien sostiene que eran representaciones de dioses, si bien se tiende a identificarlas como personificaciones de los miembros más ancianos y respetados de la comunidad una vez fallecidos. Es posible, sin embargo, que algunas se esculpieran todavía en vida del retratado, pero no se acababan, ni se enderezaban nunca antes de que éste hubiese muerto.
No cabe duda, de que el enorme consumo de madera que generaba este tipo de estatuaria determinó el agotamiento del ecosistema de la isla. Y, el destino de sus moradores, condenados al hambre y la guerra para sobrevivir, los cuales convirtieron las estatuas de los antepasados de sus rivales en uno de sus principales objetivos.
Cuántos Moai existen
En la actualidad se tienen registrados algo más de 900 moai en la Isla de Pascua. Entre todos ellos podemos encontrar unos 400 que en la cantera de Rano Raraku, 290 están asociados a los ahu. El resto, unos 210, están repartidos en diferentes zonas. A estas cifras hay que añadir o tener en cuenta, que existen entre 250 y 300 plataformas ceremoniales, y también 125 plataformas que conservan su estatua.
En cuanto al material con el que están hechos, del total de moais, más de 800 se esculpieron en la toba lapilli. Procedente de la cantera Rano Raraku, 19 en escoria rojo, otros 22 en roca traquita blanca. Y, solo 10 en roca volcánica basalto de color negro verdoso.
Dispuestas en hilera y mirando hacia el interior, en ángulo ligeramente ascendente para así no perturbar a los vivos. Constituyen un soberbio ejemplo de cuán lejos se puede llegar con unos medios y una mano de obra tan limitados. Alentados únicamente por unas sólidas creencias y cierto grado de rivalidad.
165 moai se ubican en Ahu, dispersados alrededor de la isla formando una especie de anillo sagrado. Otros pocos estaban en Ahus más pequeños en el interior, como es el caso de Ahu Urenga, Hanga Kio’e, o el Huri a Urenga.
Se sabe que en algunos casos formaban grupos imponentes, como es el caso de los 15 moais del Ahu Tongariki. El peso de cada uno de ellos pasa las 70 toneladas. Igual de sorprendente son las 7 estatuas del Ahu Akivi o los 13 moai del Ahu Akahanga.
Cuándo se descubrieron las estatuas Moai
El 5 de abril del año 1722, domingo de Pascua, el explorador holandés Jacob Roggeveen, fue el primer europeo en desembarcar en la Isla de Pascua. Cuando los primeros europeos arribaron a las costas de la isla, las estatuas moai se mantenían todavía en pie. Pero, tan sólo 50 años más tarde todas yacían ya desmoronadas en el suelo.
En la actualidad, se han restaurado varias, situándolas de nuevo encima de sus respectivas plataformas y restituyéndoles los ojos y las piedras que coronaban la cabeza. El Capitán James Cook, en 1774 afirmó lo siguiente cuando las observó por primera vez: “Apenas podemos concebir cómo estos isleños, desprovistos de cualquier tipo de energía mecánica, pudieron enderezar semejantes estatuas. Y, más tarde, colocar en lo alto de sus cabezas los enormes bloques cilíndricos de piedra”.
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