Mahoma (570 – 632) fue el fundador del Islam. La religión de los musulmanes lo considera el último de los profetas y elegido por Dios para transmitir su mensaje. Este hombre providencial ganó a millones de hombres para su doctrina y consiguió reunir bajo la misma fe e idéntica bandera a las dispersas e independientes tribus de la península Arábica. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la biografía de Mahoma.
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Introducción
Mahoma, el que fue jefe militar y civil, legislador, hombre político y líder religioso en la ciudad de Medina era en sus orígenes un joven pastor de ovejas, al igual que lo fueron otros profetas como Moisés o David.
En esa etapa de su vida, ni el mismo imaginaba que más adelante sería el portavoz de la palabra divina para el pueblo árabe. «El Enviado de Dios», como él mismo se proclama, el último de los mensajeros o profetas cuya misión era la revelación del orden divino al pueblo árabe y a toda la Tierra. El Islam, doctrina de orden religioso fundado por Mahoma, tiene su origen en las revelaciones divinas que a lo largo de varios años recibió del ángel Gabriel durante sus retiros espirituales en una gruta del monte Hira.
Como consecuencia de ello, y bajo el gobierno de los califas sucesores de Mahoma, Abu Bakr (632- 634), Omar, Señor de los Creyentes (63-644), Otmán (644-656), Alí, primo y yerno de Mahoma (656-661), y la dinastía omeya (661-750), el pueblo musulmán entrará como un torbellino en la historia, conquistará vertiginosamente la España visigoda y llegará hasta Poitiers (Francia), creando un inmenso imperio desde el río Indo (India) hasta el Atlántico.
La posterior historia medieval europea estará marcada por la lucha entre dos culturas y dos mundos situados a ambos lados del Mediterráneo. Pero será el Islam de al-Andalus el brillante foco que dará lugar a una civilización, culta y refinada, que iluminará durante siglos con su esplendor todo el Viejo Mundo.
Nacimiento
Mahoma nació en el 26 de abril de 570 en la ciudad santa de La Meca, donde se adoraba la Kaaba. Fue hijo único de Abdallan y Amina, en el seno de una de las grandes familias coreiscitas, los Banu Hashem, de la tribu de los Koreis. El vacío de datos acerca del nacimiento del Profeta ha sido suplido por la leyenda y la tradición a través de una serie de hechos extraordinarios que han rodeado la concepción de Mahoma, el embarazo de su madre y su nacimiento.
La leyenda cuenta que nació circunciso y que una luz iluminó el mundo en el momento de su alumbramiento, mientras las estrellas errantes cambiaban su curso. Algunos de estos hechos recuerdan en gran medida aquellos que según la tradición cristiana envuelven los orígenes de Jesucristo.
Su padre murió al poco tiempo en la ciudad de Yazrib, que después se conocerá, tras la llegada de Mahoma, como Medina al-Nabi, Ciudad del Profeta. A los seis años perdió a su madre, por lo que se trasladó a vivir con su abuelo Abd al- Muttalib y a su muerte, dos años más tarde, pasó a la tutela de su tío Ahu Thaleb, padre de Alí, compañero de juegos y uno de sus primeros adeptos.
Infancia y juventud
Poco se sabe a ciencia cierta de la infancia y juventud del Profeta Mahoma excepto acerca de su participación en diversas expediciones comerciales en dirección al norte acompañando la caravana de su tutor. Contaba doce años cuando en uno de estos viajes a Siria fueron hospedados por un monje cristiano, Bahira, quien advirtió en el muchacho las señales del favorecido por el cielo.
Si bien no queda testimonio material de sus rasgos físicos debido a la ausencia de tradición figurativa de la época, se sabe que fue un joven de gran belleza y su rostro, de tez morena sonrosada y ojos negros y brillantes, adoptaba una expresión sagaz y amable. Estigma común de su estirpe era una vena en forma de herradura en la frente que se hinchaba ostensiblemente durante los accesos de ira.
A los veinte años entró al servicio de una adinerada viuda de La Meca, Jadiya, con la que contrajo matrimonio cinco años más tarde. Fue la suya una unión de constante felicidad de la que nacieron cuatro hijas.
El profeta le guardó fidelidad hasta su muerte, aunque después Mahoma se casó con otras catorce mujeres. En algunas ocasiones para sellar alianzas políticas, entre las que cabe destacar a la bella Aisa, la hija de su fiel amigo y sucesor Abu Bakr.
Jadiya, primera persona que creyó y apoyó al Profeta, fue una esposa complaciente de la que una tradición hace hablar a Adán: «Una de las superioridades que Alá ha concedido a mi hijo respecto a mí, es que su esposa Jadiya ha sido para él una ayuda para cumplir las órdenes de Alá, mientras que la mía fue una ayuda para desobedecerlas.»
Las visiones del profeta
Hasta los cuarenta años Mahoma vivió practicando la religión tradicional, una idolatría tolerante con diversos dioses, muy útil para establecer vínculos comerciales con los vecinos. Fue entonces cuando se manifestó en él una crisis religiosa que le hizo concebir a Alá como el Dios único, momento que marcó el comienzo de la religión musulmana.
Desde el principio Mahoma confesó sus visiones a su esposa Jadiya, estando todavía bajo el terror que le provocaron. Después su esclavo Said, su primo Alí y su amigo Abu Bakr se hicieron adeptos a la nueva doctrina. Inmediatamente, los humildes hicieron suya la nueva creencia, pero este apostolado chocó frontalmente con los intereses de la aristocracia comerciante de La Meca.
La Hégira
Como jefe religioso, Mahoma será más que un revolucionario, un innovador, un reformador dispuesto a conservar todo lo que había de válido en la tradición pagana y a transmitir muchas creencias judaicas y cristianas, manteniendo inconmovible el dogma del monoteísmo.
Mahoma intentó comunicar la revelación a sus conciudadanos, pero diversos atentados criminales e incluso la persecución de su familia (su tío Abu Lahab) le obligaron a él y a sus discípulos a abandonar La Meca en el año 622, episodio que ha pasado a la historia con el nombre de Hégira y que marca el comienzo del año 1 de la nueva era.
Guerra santa y conquista de La Meca
Yazrib, que más tarde se llamó Medina al-Nabi (Ciudad del Profeta), fue la ciudad que albergó una creciente comunidad cuyo jefe temporal y espiritual fue Mahoma. En Medina comenzó su obra política, además de religiosa, y se preparó con paciencia para el día del retorno a su ciudad natal, haciendo alarde alternativamente de dureza y ductibilidad.
Primero, organizó la comunidad musulmana de acuerdo únicamente con el vínculo religioso y no en clanes o tribus. Más tarde, convertido en jefe político y militar, predicó la “guerra santa” contra los infieles y asaltó las caravanas de los comerciantes de La Meca. Las guerras que entre los años 622-630 enfrentaron a Medina con La Meca terminaron con la victoria de Mahoma sobre la ciudad que le había rechazado.
En los primeros años, la plegaria se dirigió en un intento de aproximarse a la comunidad judía hacia Jerusalén, pero en el 624 la ruptura fue definitiva con los judíos. Mahoma proclamó que la verdadera fe era la de Abraham, constructor de la Kaaba, y que las plegarias debían dirigirse hacia ella. Esta ruptura se saldó con la única mancha de la biografía del Profeta, la innecesaria masacre de los Banu Quraiza, cuyos hombres fueron muertos y las mujeres y niños vendidos como esclavos.
Mahoma se consagró entonces a la organización del joven estado musulmán. Se impuso con las armas a los beduinos, pero sus objetivos coincidían con los de los mercaderes de La Meca y los organizadores de las caravanas.
Cuando entró de nuevo victorioso en La Meca en el año 630, culminando una sucesión muy hábil de ofensivas militares y pactos diplomáticos, ya no existían ni siquiera las raíces de la antigua aversión. Así se desprende de que a su causa se adhirieron los jefes militares que habían dirigido las primeras batallas de los «confederados» contra los «emigrados». El Islam estaba preparado para su prodigiosa expansión en tres continentes.
La expansión del Islam
Paciente, tenaz, sensible y hábil, Mahoma pregonó a los cuatro vientos con meritoria sinceridad que su misión consistía en transmitir la doctrina que Alá le había revelado, pero que no se podía esperar de él que hiciese milagros.
Aunque la leyenda le atribuye un fabuloso viaje a los cielos poco antes de la Hégira, su vida no está envuelta en la aparatosidad de otros grandes hombres. El Profeta tuvo en La Meca una juventud casta y monógama para luego gozar de una madurez plena de sensualidad al lado de sus catorce esposas y varias esclavas. La casa donde recibía a sus discípulos era extremadamente modesta y, a su imagen y semejanza, levantó la mezquita en Medina.
Muerte de Mahoma
En 632 Mahoma, ya enfermo, realizó su última peregrinación a La Meca acompañado de gran número de fieles. Cumplió todos los ritos, declaró sagrado el suelo de La Meca y exhortó a sus fieles a permanecer unidos. A su regreso a Medina, donde pasó los dos últimos años de su vida, su salud empeoró. Mahoma murió en Medina el 8 de junio de 632, posiblemente de paludismo. Su esposa Aisa le acompañó en sus últimos momentos.
Herederos de Mahoma
Mahoma no había dejado un heredero ni una estructura de poder a su muerte. Esto provocó que tras el fallecimiento del profeta, la debilidad de los lazos que unían a la comunidad musulmana se hiciera patente.
Los colaboradores de Mahoma decidieron restringir la elección a los miembros de la tribu coreiscita y ésta recayó en el anciano Abu Bakr, suegro de Mahoma a quien se puso el apelativo de Califa. Era el jefe político-religioso de una comunidad que comprende en la actualidad a más de 870 millones de fieles repartidos prácticamente por los cinco continentes.
Cronología de la biografía de Mahoma
A continuación puedes encontrar un resumen de la biografía de Mahoma en forma de cronología o línea del tiempo (timeline). Así no te perderás ningún acontecimiento o hito importante de la vida de Mahoma.
- Año 570: Nace en La Meca Mahoma o Muhammad, el Alabado.
- Año 619: Muere su esposa, la adinerada viuda Jadiya.
- Año 622: El 15 de junio comienza la emigración de Mahoma y los suyos a Medina, Hégira; esta fecha se tomará como punto de partida de la era musulmana.
- Año 623: Mahoma organiza ataques por sorpresa a los habitantes de La Meca.
- Año 627: Asedio de Medina. Mahoma salva la ciudad y expulsa de ella a los judíos.
- Año 628: Una tregua permite a los musulmanes peregrinar a la Kaaba en La Meca.
- Año 630: Los habitantes de La Meca rompen la tregua y Mahoma toma la dudad el 1 de noviembre.
- Año 631: Nuevas victorias de Mahoma sobre las tribus árabes rebeldes y sobre los beduinos.
- Año 632: Prácticamente toda Arabia está sometida al islam cuando Mahoma cae enfermo y muere el 8 de junio, en Yazrib, llamada después Medina ul-Nubi, Ciudad del Profeta.
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