La Pirámide del Sol es el monumento más importante de los que componen el Conjunto Arqueológico de Teotihuacán. Está ubicada entre la Ciudadela al sur y la Pirámide de la Luna al norte, justo en el centro de la Calzada de los Muertos. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia de la Pirámide del Sol de Teotihuacán en México.
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Cuándo se construyó la pirámide del sol de Teotihuacán
La Pirámide del Sol de Teotihuacán se construyó hace casi 2.000 años. Se hizo como monumento de conmemoración de tan lejano evento y espacio de culto religioso. Muy probablemente, tumba del rey que lo mandó construir. Se alza un total de 60 metros por encima de la planicie del valle de Tehuacán, en el árido paisaje de la Altiplanicie mexicana central.
Es sin duda el monumento más importante de Teotihuacán, la primera gran urbe del México precolombino. Sus humildes orígenes se remontan al primer milenio a. C., como uno de los dos asentamientos de importancia del valle de México. Cada uno de ellos en sendas orillas de un lago coronado al fondo por una cadena de montañas, hasta que, vanos siglos antes de nuestra era, una erupción volcánica sepultó bajo una capa de lava a la rival de Teotihuacán.
En ella, los descendientes de los refugiados construyeron el proyecto arquitectónico más ambicioso jamás concebido en México durante el período precolombino. Esto es, las imponentes pirámide del Sol y pirámide de la Luna, la gigantesca Calzada de los Muertos, diversas anexas (la Ciudadela y el Gran Recinto) y, por último, sus propias dependencias.
El crecimiento urbanístico de Teotihuacán se desarrolló alrededor de la pirámide del Sol, en torno a la cual se edificó una enorme extensión urbana de 20 km2, poblada con cerca de cien mil habitantes.
Características y dimensiones
En algún momento anterior al año 225 d. C. la pirámide del Sol cobró la forma con la que ha llegado hasta nosotros. A excepción de la cima y la superficie, en la actualidad totalmente destruidas. La construcción definitiva medía cerca de 226 metros en la base, algo menos que la gran pirámide egipcia de Quéope o Keops.
Su altura alcanzaba los 73 metros (incluido el santuario de la cima), esto es, la mitad que la del faraón egipcio. Además la pirámide del sol de Teotihuacán contaba con 260 escalones para acceder a la cima. Junto a la pirámide se construyó toda una serie de ramificaciones, visibles hoy en día debido al ruinoso estado de la superficie. Contaba con enormes contrafuertes de piedra que llegaban hasta lo alto.
El espacio que mediaba entre ellos se cubrió, al igual que la totalidad de la superficie, con una capa de mampostería de 7 metros de grosor. Una segunda capa de grava volcánica y, por último, un recubrimiento de estuco de piedra caliza y pintura.
Principales monumentos de Teotihuacán
Se cree que los refugiados llegados a Teotihuacán trabajaron en la construcción de la ciudad de forma voluntaria, bajo la supervisión de las principales autoridades y al servicio de los espíritus sagrados del lugar. Para ellos el paisaje estaba imbuido de contenido espiritual, de ahí que tanto las montañas como las grutas, tan características del valle de Teotihuacán, tuviesen un importante componente sagrado.
Precisamente, en el centro de la futura ciudad había una gruta orientada al oeste, justo hacia donde se ponía el sol en ciertos días relevantes dentro del calendario astronómico y agrícola, y sobre ella se construyó en el siglo I a. C. un santuario, la más antigua construcción levantada en el lugar que más tarde habría de ocupar la pirámide del Sol.
Se componía de varios túmulos de grandes dimensiones situados encima mismo de la entrada a la gruta y de la cámara interior. Desde la misma entrada a la gruta se podía contemplar la cima quebrada de la montaña sagrada de la ciudad, que quedaba al norte, justo perpendicular con respecto al oeste.
A principios del siglo I d. C., se construyó la avenida que hoy se conoce con el nombre de Calzada de los Muertos, que unía desde su extremo sur la entrada de la gruta con la base de dicha montaña, en el extremo norte, donde se construyó la pirámide de la Luna, el primer gran monumento de la ciudad.
Hacia finales de ese mismo siglo se agrandó el santuario de la gruta hasta convertirla en una primera versión de la pirámide del Sol. Todavía no se conocen a fondo las distintas fases de construcción de que fue objeto dicha pirámide. Pero es de esperar que los arqueólogos acaben resolviendo el interrogante de cuantas reconstrucciones ha sufrido a lo largo de su historia.
Sí que se sabe, por ejemplo, que la plataforma de esta primera versión era de planta cuadrangular y medía 349 metros de largo. Sobre ella se edificó la penúltima versión de la pirámide, esta vez sobre una planta igualmente cuadrangular de 184 metros de largo y 46 metros de alto.
Los materiales que se emplearon fueron lava volcánica solidificada, ladrillos de adobe secados al sol y grava de origen volcánico, todo ello recubierto con una gruesa capa de mortero elaborado asimismo con grava volcánica, sobre la que a su vez se aplicó una segunda capa de estuco de piedra caliza pintada.
En la cima había un templo (tal vez dos) en honor de las dos principales divinidades de la ciudad, el Dios de la Tormenta y la Gran Diosa. Durante el siglo II d. C. el centro ceremonial se amplió alargando la avenida hacia el sur y colocando a sus lados plazas de grandes dimensiones.
Traslado de los materiales y construcción
No cabe duda de que se necesitaron enormes cantidades de material de obra. La pregunta es ¿de dónde venía y cómo se trasladó? Lo más probable, es que los materiales más voluminosos, como la piedra pómez, la grava y los bloques de lava solidificada, se extrajeran de debajo mismo de las pirámides. De hecho, recientes estudios llevados a cabo en torno al complejo entramado de grutas que hay bajo.
Teotihuacán han permitido demostrar cómo un gran número de grutas que hasta entonces se creían de origen natural fueron en realidad canteras que más tarde se utilizaron con fines rituales. La misma gruta que hay debajo de la pirámide del Sol se excavo a mano. Para transportar el material de obra, las autoridades de la ciudad recurrieron a la numerosa población de Teotihuacán, que se volcaba en las obras durante la época que dejaba libre el cultivo de los campos situados entre la ciudad y el lago.
Tirando por lo bajo, se calcula que una persona adulta dedicaba una media de cien días de trabajo en las obras por año, con lo que, con una población de unos cien mil habitantes hacia el siglo I d.C., hace un total de decenas de miles de días trabajados al año, ya fuera transportando el material con cestos o realizando cualquier otra tarea.
Cuánto se tardó en construir la pirámide del Sol de Teotihuacán
El volumen de la misma ronda el millón de metros cúbicos, esto es, el equivalente a la capacidad de treinta millones de cestos de carga y que cada trabajador realizaba una media de cinco trayectos desde la cantera a las obras. Se precisó un total de seis millones de días de trabajo o, lo que es lo mismo, seis mil trabajadores durante un periodo de diez años. Una vez construida la estructura básica de la pirámide, se procedieron a estucar los 50.000 m2 que ocupa la superficie total del complejo.
Primero con adobe y grava volcánica, y luego con yeso de piedra caliza extraída de los valles adyacentes. Este último paso supuso una verdadera sangría para los habitantes de Teotihuacán, ya que para tratar dicha piedra se talaron todos los bosques de la zona. Esto supuso una alteración irreversible del equilibrio ecológico de la región, cuyas secuelas son todavía visibles hoy en día. Las autoridades coronaron la pirámide del Sol con uno o varios templos en lo alto de la amplia cima.
Rediseñaron la entrada de la plataforma situada insto encima de la gruta, lo que se tradujo en la inclusión del rasgo arquitectónico más característico de Teotihuacán el llamado estilo “talud tablero”, exclusivo de la pirámide del Sol, que consiste en una serie de muros a modo de plataforma dispuestos sobre cada uno de los niveles escalonados de la estructura.
Una vez concluida la pirámide del Sol, ya no se amplía más el completo ritual de la ciudad. El estilo arquitectónico monumental del primitivo Teotihuacán, fundamentado en la figura autoritaria del soberano dio paso a otro menos pretencioso aupado tal vez por los moradores de la zona de las villas, que permanecerían ocupadas durante cuatro o cinco siglos más.
Pirámide del sol de Teotihuacán página oficial
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