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Partenón de Atenas

El Partenón de Atenas, es símbolo de la independencia, la cultura y el orgullo de Grecia. Se construyó después de que los persas devastaran Atenas, destruyendo todos sus grandes monumentos, no sin antes prender fuego a la ciudadela. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos la historia del Partenón de Atenas.

Ver el origen de la Acrópolis de Atenas

Historia del Partenón de Atenas

Después del ataque del ejército persa en el año 480 a. C., hubo que esperar treinta años para que vinieran tiempos de paz y Atenas pusiera en marcha, de la mano del célebre Pendes, un ambicioso programa de restauración y reconstrucción de sus antiguos templos y monumentos.

El edificio más importante que surgió de este programa fue precisamente el Partenón, cuyas obras se iniciaron en el año 447 a. C, en un lugar privilegiado de la Acrópolis, sobre las ruinas de un templo anterior. Su construcción fue motivo de orgullo para los atenienses, quienes lo consagraron a la diosa Atenea.

Diseñado por los arquitectos Ictino y Calícrates, el Partenón supo combinar elementos arquitectónicos muy diversos de una forma desconocida hasta la fecha. Su estilóbato (base) mide 69,5 x 30,88 metros y posee 8 columnas dóricas en los extremos y 17 en los lados.

La celia (dependencia principal) estaba dividida en dos partes, una primera, la que daba al oeste, para el tesoro, y una segunda, de mayores dimensiones y orientada al este, donde estaba la imponente imagen crisolefantina de Atenea, obra de Fidias, el escultor griego más importante por aquel tiempo. El acceso tenía lugar a través de un pórtico con seis columnas dóricas. Ahora ya sabes quién construyó el Partenón de Atenas.

Estatuas del Partenón de Atenas

Uno de los elementos más sorprendentes del Partenón eran sus estatuas, que se dividían en tres grandes categorías. Por un lado, los conjuntos escultóricos de los frontones situados en ambos extremos del templo. Por otro, las 92 metopas (frisos cuadrangulares) esculpidas con relieves que, en combinación con los triglifos, más sencillos, daban la vuelta a todo el edificio justo por debajo de los aleros. Y por último, el friso continuo de 160 m de largo situado encima de las columnas de la celia.

fotografías partenón Atenas

Los atenienses no repararon en gastos a la hora de construir un templo de tamaña majestuosidad y encargaron el diseño y la supervisión de las obras del conjunto escultórico a Fidias.

Éste, ayudado por todo un equipo de colaboradores, trabajó en los andamios de madera de la obra durante cinco o seis años (hacia 438-432 a. C.) esculpiendo y pintando unas esculturas que encarnarían para las generaciones venideras la máxima expresión artística de la antigua Grecia. Destacan entre ellas los célebres “mármoles de Elgin”, que en 1801 se trasladaron a Inglaterra.

Construcción del Templo

En la edificación del Partenón se empleó única y exclusivamente mármol, a excepción del armazón del tejado, construido en madera. De hecho, hasta las mismas tejas eran de mármol. El cual procedía de unas canteras situadas en el monte Pentélico, a 13 km de distancia en dirección nordeste. Los bloques de los cimientos, aprovechados de un templo anterior, provenían de las proximidades del Pireo.

quién diseñó el partenón Atenas

El proceso de construcción del Partenón se inició en las mismas canteras, de las que los picapedreros extraían los bloques de mármol por medio de cuñas, palancas y mazas de hierro. Siempre que era posible se hacían explotar las fracturas naturales de las vetas para de ese modo facilitar la penosa labor de la extracción.

Las cuñas se introducían entre las fisuras abiertas a los lados del bloque correspondiente y se golpeaban con las mazas al tiempo que varias personas hacían palanca para ejercer más fuerza y conseguir que se desprendiese dicho bloque.

Para trabajar con las cuñas se necesitaban al menos cuatro personas, las mismos que hacían palanca. Pero es evidente que para extraer los imponentes bloques de entre 5 y 10 toneladas de peso de los fustes, y las 8 o 9 toneladas de los capiteles intervenía mucha más gente.

para que servía el partenón

Probablemente, se utilizaron patines para sacar los enormes bloques de mármol de las canteras. Para ello se hacía palanca de modo que el bloque se levantase lo bastante como para deslizar los travesaños del patín. Se calcula que para llevar un fuste de tamaño medio de la cantera hasta el carro que había de transportarlo a Atenas se precisaba la intervención de unas veintiocho personas.

Fuentes escritas de la época, afirman que para transportar los bloques desde la cantera hasta la acrópolis se utilizaban carros tirados por muías lo suficiente robustos como para soportar pesos de más de diez toneladas. Para transportar un fuste de tamaño medio se necesitaba como mínimo un tiro de 33 muías y una persona al frente del carro. Pero lógicamente si los bloques eran más grandes o si había cuestas que subir, el número de muías aumentaba.

Pulido de los bloques

Los bloques de mármol no se pulían en las canteras, sino a pie de obra, de acuerdo con las medidas y la forma que les correspondía según su emplazamiento definitivo, de ahí que no haya dos bloques idénticos.

columnas partenón Atenas

Además, se introducían ligeras curvaturas y rectificaciones en los ángulos siguiendo unas proporciones matemáticas preestablecidas con el objeto de asentar mejor los bloques en la estructura, así como de corregir cualquier tipo de aberración visual. Ello explica, por qué todas las líneas horizontales están ligeramente orientadas hacia arriba y dan lugar a unas superficies algo arqueadas.

Por el contrario, las columnas exteriores, el entablamento y los muros de la celia están ligeramente inclinados hacia dentro con respecto a la vertical, al igual que las columnas de las esquinas, si bien éstas lo están con relación a la diagonal.

partenón Atenas reconstrucción

El efecto que se consigue con este recurso, es una estructura rebosante de vida y de fuerza, y muy diferente de la mole descompensada y amenazando con desmoronarse que habría resultado de no introducir estas rectificaciones. Los artesanos de la piedra trabajaban tan solo la sección inferior de los fustes, así como las zonas más visibles del edificio. Para facilitar el manejo de los bloques, se les dejaba en la cara exterior una especie de salientes que hacían las veces de asas y que se pulían una vez colocados en su sitio.

A continuación, se procedía a su pulido y esculpido, salvo en el caso de los capiteles, que se esculpían antes de colocarlos sobre los fustes. Las obras de construcción del Partenón duraron nueve años, durante los cuales se colocaron 230.000 toneladas de mármol, lo que da una media de más de setenta toneladas por día entre bloques extraídos, pulidos y colocados.

De hecho, esta cantidad podría ser aún muy superior. Ya que en su cálculo no se han tenido en cuenta los días de asueto ni las celebraciones religiosas. Ni tampoco las esculturas de los frontones ni ningún otro material que no sea el mármol.

Habría que añadir el hierro de las grapas empleadas para ensamblar tanto los bloques como las esculturas, la madera del armazón del techo y la pintura que adornaba los frisos y las esculturas. Es evidente, pues, que incluso a pesar de lo ajustado de este cálculo, en las obras participaron varios equipos de trabajo a un tiempo.

Partenón y Acrópolis

Para el traslado de los bloques desde los carros a la obra había consagrados uno o dos equipos de trabajo (en el caso de un simple fuste de tamaño medio, no menos de 28 personas), mientras que otros se encargaban de elevar dichos bloques hasta su posición definitiva por medio de enormes grúas. Por otro lado, se trabajaban tanto a pie de obra como una vez ya colocados. Así, los fustes se pulían en el suelo y, más tarde, ya en su sitio, se completaban los detalles.

Se cree que el trayecto en carro desde la cantera de Pentelicón a la acrópolis llevaba un día de trabajo entero. Suponiendo que cada carro transportase un fuste de 70 toneladas, se necesitaron en total un mínimo de 9 a 14 carros, más de 300 ínulas, 250 hombres para tirar de ellas, de 18 a 28 picapedreros. Y varios cientos más de hombres para extraer y elevar los bloques de mármol lo que en definitiva supuso la participación de casi toda la mano de obra (cualificada o no) disponible en la ciudad.

Partenón planta

Extenuados tras años y años de guerras y saqueos se ofrecía a los atenienses la posibilidad de trabajar en un proyecto común que devolviese a Atenas su antiguo esplendor. En ese sentido, el Partenón, con sus enormes dimensiones, encarnaba la recuperación por parte de los atenienses del sentimiento de riqueza, poder y gloria de antaño. Si tienes la oportunidad de visitar la capital de Grecia, Atenas, puedes visitarlo y ver el museo de la Acrópolis. También puedes ver los frisos y muchas esculturas en el British museum.

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