El ser humano ha estado siempre en evolución. Llegó un momento en que fue necesario poder calcular las operaciones matemáticas básicas de un modo rápido y efectivo. Primero el ábaco, y luego la calculadora, han sido fundamentales para que la humanidad progresara. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos el origen de la calculadora, además de quién la inventó, cuándo y dónde.
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Origen de la calculadora
Como hemos comentado en la introducción, hace ya miles de años que la civilización se vio en la necesidad de poder realizar cálculos de una manera mecánica, sin errores y rápidamente.
Para el comercio, recaudar impuestos, llevar la contabilidad, e incluso la agricultura… cada vez era más frecuente la necesidad de realizar cálculos cada vez más complejos. Para resolver este problema primero surgió el antecesor o padre de las máquinas de cálculo: el ábaco. No sería posible entender la una sin el otro, por ese motivo, vamos a empezar por el principio.
Antecesor de la calculadora: El ábaco
En este apartado de nuestro artículo te vamos a explicar brevemente cómo ha sido la historia del ábaco. Pero sobre todo darte la respuesta a estas preguntas:
- ¿Qué es un ábaco?
- ¿Quién inventó el ábaco?
- ¿Cuándo se inventó el ábaco?
- ¿Dónde se inventó el ábaco?
- Evolución del ábaco.
Hace ya cinco mil años, se conoce que los babilonios llevaban sus cuentas mediante el uso de un artilugio muy peculiar de su invención: el ábaco. Esta palabra es derivada de una voz semítica que significa “polvo”, por ser una tabla de madera recubierta de arena finísima sobre la cual se marcaba con un estilete las cifras. Otros expertos atribuyen el origen de su nombre del griego abax= arena.
Los griegos, que utilizaron este sistema de cálculo, empleaban una escudilla cuadrada llena de arena sobre la que trazaban una cuadrícula con líneas verticales, horizontales y diagonales. Los números a multiplicar se disponían, mediante marcas en la arena, a lo largo de las casillas de la parte superior y mediante complejos y tediosos procedimientos se llevaba a cabo la operación.
Del ábaco primitivo se pasó al que todos conocemos actualmente. El ábaco moderno es un tablero o marco que sostiene una serie de cordones donde van ensartadas cierto número de bolitas. Era la forma universal que el mundo antiguo tuvo para contar. Es tan eficaz que en la India se siguen utilizando. También los campesinos chinos siguen apegados al suan pan, como se llama allí al ábaco.
Los campesinos japoneses cuentan con el soroban, ábaco de sus antepasados.Porotro lado, entre muchos pueblos de los que componen la vieja Rusia el único medio de llevar las cuentas diarias es el tschotyo ábaco rudimentario. También se utilizó entre los griegos, romanos, judíos, árabes y los demás pueblos civilizados. Cabe destacar que en Europa no se generalizó su empleo hasta poco antes del siglo X. Con el ábaco se podía y se pueden realizar las cuatro operaciones aritméticas básicas: sumar, restar, multiplicar y dividir.
Cuando los españoles llegaron a América a finales del siglo XV vieron que tanto los incas como los mayas utilizaban el ábaco como medio de calcular. El ábaco o tablero contador estuvo en pleno uso hasta bien entrado el siglo XVII. Ya que en esta época comenzaron a aparecer los primeros ingenios o máquinas de cálculo.
Quién inventó la calculadora
En este punto, te explicamos los aspectos principales sobre la historia de la calculadora. Dándote la respuesta a las siguientes cuestiones:
- ¿Cuándo se inventó la calculadora?
- Inventor de la calculadora.
- ¿Dónde se inventó la calculadora?
- ¿Qué es una calculadora?
- La primera calculadora.
- Evolución de la calculadora.
En 1624 se inventó el primer ingenio mecánico para contar: la máquina aritmética del profesor Wilhelm Schickard de la universidad alemana de Heidelberg, conocida como “reloj calculador” capaz de realizar las operaciones aritméticas básicas.
Pero la primera calculadora se creó en 1642. Su inventor fue Blaise Pascal, cuyo padre era contable. Con tan solo 19 años, creó la máquina de calcular para liberar a su progenitor del aburrido trabajo de sumar una y otra vez columnas de números.
Para ello, utilizó una serie de ruedas dentadas integradas en un sistema mecánico, logrando así sumas de hasta ocho columnas de cifras. Asimismo, también podía realizar restas. Las multiplicaciones podían realizarse mediante un número enorme de sumas, lo que convertía esta operación en algo terriblemente aburrido, tedioso y pesado. En 1645 fue bautizada con el nombre de pascalina.
El artilugio funcionaba de forma similar al cuentakilómetros de los automóviles. Se sustanciaba en un delicado y complejo mecanismo de embrague que se llamó sautoir. Blaise Pascal quiso vender su invento. Para ello construyó en torno a las setenta unidades, algunas de las cuales llegaron a las manos del rey de Francia.
La pascalina fue perfeccionada en 1694 por el alemán Gottfried W. Leibnitz. Podía sumar y restar como la de Pascal, pero ahora además era capaz de multiplicar y dividir. Con una novedad importantísima añadida: extraía raíces cuadradas. Era una máquina muy elemental ya que se basaba en el sistema mecánico del cálculo denominado “paso a paso”.
Leibnitz llevó a cabo una segunda máquina calculadora en 1706 que llamó “calculador escalonado”, que consistía en un cilindro de nueve dientes cortados paralelamente al eje por el que se adelantaban sucesivamente: el diente calculador podía moverse sobre el cilindro.
Evolución de la calculadora
Este principio se ha seguido empleando incluso hasta en algunos modelos de calculadoras de los años 1960, desde que las fabricara en el XIX, Charles X. Thomas.
Por entonces aparecieron las calculadoras analógicas a partir de voltímetros y amperímetros. Y en 1835 el inglés Charles Babbage, profesor de matemáticas de la Universidad de Cambridge, presentó su revolucionaria teoría del “motor analítico”.
Primer ordenador numérico del mundo, que podía combinar las operaciones aritméticas con decisiones basadas en sus propios principios de cálculo mediante un complejo sistema de cincuenta ruedas dentadas. Los datos eran introducidos mediante tarjetas perforadas. El estado de la tecnología del momento no permitió llevar hacia adelante los brillantes descubrimientos de Babbage y sólo fue posible construir una versión rudimentaria de la máquina analítica.
Mención especial requiere Leonardo Torres Quevedo, que desarrolló diversos estudios sobre las máquinas algebraicas desarrollando por fin la primera calculadora analógica, la primera computadora y el considerado primer videojuego de la historia (el ajedrecista – París 1914), consiguiéndolo en donde fracasó Babbage.
Independientemente del mundo de las computadoras u ordenadores, que tratamos en este otro artículo, la primera calculadora efectiva fue creada en 1939 por el matemático norteamericano George R. Stibitz: la Model 1 Relay Computer. Stibitz se valió de relés telefónicos que funcionaban usando sólo las cifras 1 y 0.
La primera calculadora la montó en una caja de tabaco, donde introdujo algunos relés telefónicos usados y unas lámparas; todo quedó montado en un fin de semana: había nacido la calculadora binaria.
Posteriormente aparecería, gracias a los circuitos integrados y microchips la calculadora digital. Con una capacidad de cálculo sorprendente, las calculadoras científicas son capaces de realizar cálculos complejos de trigonometría, logaritmos, funciones, probabilidades, porcentajes, números complejos, realizar gráficas, etc.
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Fuentes y bibliografía
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– ASIMOV, I. (2007). Historia y cronología de la ciencia y el descubrimiento. Barcelona. Editorial Ariel.
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– MESSADIÉ, G. (1995). Los grandes descubrimientos de la ciencia. Madrid. Alianza Editorial.
– RIVAL, M. (2000). Los grandes inventos. Barcelona. Grupo Planeta.
– VARIOS AUTORES (1990). Inventos y descubrimientos más famosos. Madrid. Editorial América.
– AUTOR: CURIOSFERA-HISTORIA.COM
– FECHA DE PUBLICACIÓN: MARZO DE 2018