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Mezquitas de adobe de Tombuctú

Situada en la actual Malí, Tombuctú es una de las más enigmáticas, famosas y concurridas ciudades de la historia de África. En ella destacan 3 mezquitas elaboradas con adobe. Lugar de culto y estudio del islam, tras múltiples restauraciones han llegado hasta nuestros días. En CurioSfera-Historia.com, te explicamos el origen e historia de las mezquitas de Tombuctú.

Ver el origen de las líneas de Nazca

Origen de las Mezquitas de Tombuctú

La primera noticia que se tuvo de Tombuctú (actual Mali), mítica ciudad subsahariana en la Euro­pa del siglo XVI. Es una vaga descripción perteneciente a León el Africano, un morisco más tarde convertido al cristianismo: “Todas las casas del lugar se han transformado en cabañas construidas con tierra gredosa y recubiertas de paja. Hay, no obstante, un majestuoso templo con muros de piedra y cal que bien merece la pena ser contemplado”.

mezquitas de tombuctú origen

Aún hoy en día, y a pesar del tiempo transcurrido, el solo nombre de Tombuctú evoca la imagen de lo remoto, lo exótico y lo misterioso en la mente de cualquier viajero. Punto de destino de numerosas caravanas de camellos a principios del siglo XI, Tombuctú prosperó al calor del comercio. Cobró gran renombre entre el mundo islámico como núcleo cultural, convirtiéndose en centro de peregrinaje que atraía a gentes de los cuatro rincones del territorio islámico.

Los centros de enseñanza eran las propias mezquitas, auténticos símbolos de la prosperidad y la identidad musulmana de la ciudad, y que se cuentan entre los mejores ejemplos de arquitectura en adobe de toda África y, por qué no, del mundo entero.

Se desconocen las fechas de construcción de las tres mezquitas más importantes. Esto se debe a la escasez de las fuentes históricas y el hecho de que no se hayan llevado a cabo todavía excavaciones arqueológicas. Además, han sufri­do numerosas reconstrucciones a lo largo de los siglos como consecuencia de los continuos cambios en el poder y el progresivo aumento de la población.

  • La mezquita más importante, así como la más antigua, es la mezquita de Dyinguereber, fundada probablemente en fechas tan lejanas como el siglo XIII.
  • La segunda en importancia es la mezquita de Sankore, fundada entre 1325 y 1433, que con el tiempo se convertiría en el centro de enseñanza islámica más céle­bre de la ciudad.
  • Por último, hay que mencionar la mez­quita de Sidi Yahya, fundada hacia 1440. Pero que en rea­lidad no puede considerarse propiamente una mezquita de adobe. Ya que en 1939 los franceses la reconstruyeron en su mayoría con una especie de arcilla conocida como «piedra de Tombuctú».

Características de las Mezquitas de Tombuctú

Pese a que las tres mezquitas presentan una distribución diferente, coinciden en varios aspectos:

  1. Todas ellas poseen un nuhrab (hornacina hacia donde se dirigen las oraciones).
  2. Cuentan con un minarete (torre desde donde se llama a la oración).
  3. Tienen un recinto sagrado princi­pal que da a un sahn (patio), elementos todos ellos propios de cualquier mezquita.

Tanto la de Sankore como la de Dyinguereber están construidas en el llamado estilo «sahelíano», esto es, con contrafuertes de adobe y techos planos.

características mezquitas Tombuctú

Además, cuentan con unos inconfundibles salien­tes fijos en las paredes concebidos para facilitar la aplicación periódica de adobe al minarete, por lo general de forma piramidal y escalonado. No cabe duda, de que la mezquita de Sidi Yahya se edificó originariamente de acuerdo con este estilo, tal como sugiere el núcleo de adobe del minarete primitivo. Que se ha conservado bajo la capa de «piedra de Tombuctú» añadida en época colo­nial.

La grandeza de las mezquitas de Tombuctu radica precisamente en su tremenda simplicidad, ajena a la decoración tan característica de las mezquitas del resto del territorio islámico. No hay, pues, azulejos ni artesonados de madera ricamente tallados, ni tampoco enormes lámparas colgantes, y allí donde existe algún tipo de decoración, ésta es austera y sencilla.

En algunos casos, el ladrillo se moldeaba para crear motivos en forma de rombo, como en la mezquita de Sankore. O bien, se colocaba una capa de yeso y se gra­baban sobre ella motivos decorativos, como es el caso de la de Dyinguereber.

Asimismo, no era extraño coronar la cima del minarete con un huevo de avestruz, símbolo de la unidad del islam. Pero es sobre todo en los contrafuertes y las hor­nacinas del mihrab, así como en la forma piramidal de los minaretes recubiertos con salientes de madera y en la superficie lisa de adobe tostado al sol, donde radica la verdadera belleza de las mezquitas de adobe de Tombuctú.

Diseño y arquitectura

Se desconoce cómo se llevó a cabo el proceso de dise­ño de cada una de las mezquitas. Si bien, la crónica Tarikh el-Fettach cuenta cómo el cadí el-Aqib, responsable de la reconstrucción o restauración de las tres mezquitas rea­lizadas durante el siglo XVI, tomó como referencia las dimensiones de la Ka’aba, el recinto sagrado de la Meca, a la hora de reconstruir la mezquita de Sankore.

cuándo se construyó la Mezquita de Tomboctú

Así, con ayuda de una cuerda midió la longitud y el ancho del san­tuario más sagrado del mundo islámico. Y, una vez en Tombuctú, desenrolló la cuerda y delimitó las dimen­siones del nuevo patio de acuerdo con las dimensiones exteriores de la Ka’aba.

Se puede decir que son las obras de una colectividad anónima. Es cierto que existe alguna que otra referencia a tal o cual responsable de las obras, pero son generaciones enteras de albañiles. Y también, otras personas anónimas las que con su dedicación han construido y reconstruido las mezquitas a lo largo de los siglos. En ese sentido, las mezquitas de adobe de Tombuctú constitu­yen una abigarrada mezcla de elementos antiguos y recien­tes, autóctonos y foráneos.

Durante mucho tiempo se insistió en sus raíces norteafricanas o árabes, basadas sobre todo en la tradición que atribuye la autoría de la mezquita de Dyinguereber a al-Saheli. Éste un arquitecto de origen andalusí que acompañó a Mansa Musa, rey de la región, en su peregrinaje a la Meca, allá por 1327. No obs­tante, una aproximación más crítica pone al descubierto las raíces autóctonas de las mezquitas, incluida la de Dyinguereber.

Proceso de construcción y materiales

El material predominante en las mezquitas de Dyin­guereber y Sankore es el ladrillo de adobe, tanto de forma rectangular, elaborados con ayuda de un molde, como en forma de tubos o esferas menos uniformes moldeados a mano. En ambos casos se colocaban en hilada.

En las obras trabajaban esclavos, al menos hasta la abolición de la esclavitud, que se encargaban de transportar arcilla y agua en cestos de mimbre y calabazas bajo la supervisión de un vigilante. Estaban, además, los albañiles, o gabibi, que a diferencia de los esclavos eran libres y constituían una casta o clase social especial. En la actualidad, el man­tenimiento y la reparación de las mezquitas es responsa­bilidad de toda la comunidad.

El núcleo interior de ladrillo de adobe se recubría con una capa de adobe que se alisaba con ayuda de llanas. No obstante, con el transcurso de los siglos las escasas lluvias han acabado por llevarse dicho recubrimiento. Y, dejando al descubierto el muro interior, que se ha conservado intacto. O casi, ya que según la crónica Tedzkiret en Nisian en 1678 se desplomó el minarete de la mezquita de Sankore, y es probable que no fuera el único caso.

Las causas de dichos desperfectos son muchas y van desde una lluvia excesiva a un mantenimiento precario, sin olvidar la inestabilidad política que tanto ha marcado la historia de Tombuctú. Además del adobe, en la construcción de las mezqui­tas se utilizó también la llamada «piedra de Tombuctú», una variedad de arcilla que se extrae del desierto.

Ahora bien, se recurrió a ella de forma muy puntual, como en el caso del minarete y diversas secciones del exterior de la mezquita de Dyinguereber. Éstas especialmente vulnerables a la acción del viento, así como, los arcos abovedados de esa misma mezquita.

En todos los casos, la «piedra» solía pulirse, hecho éste que diferencia a Tombuctú del resto de la arquitectura en piedra de la región, como los pobla­dos realizados en piedra de Mauritania, donde los blo­ques se moldean muy toscamente.

Debido a su peculiar ubicación junto a las estri­baciones del desierto del Sahara, Tombuctú carece por entero de madera, de ahí que hubiese de importarse de regiones más boscosas situadas en el margen sur del río Níger.

Para suplir esta carencia, se recurrió a la palmera, propia de esas latitudes, para edificar tanto las mezqui­tas como las mismas casas. Así, los troncos se colocaban a modo de vigas en los techos, y sobre ellos se ponían alfombras tejidas con fibra de coco, que a su vez se cu­brían con una capa de tierra.

Para que en las azoteas no se acumulase el agua, se colocaban unos canalones de cerámica o tronco de palmera que condujesen el agua hacia el suelo de la calle. En la actualidad, estos cana­lones se fabrican con planchas de hierro ondulado o viejos bidones de gasolina.

Para los salientes que hacen las veces de andamiaje se utilizaban ramas gruesas de acacia y otras plantas leñosas. Se hundían bien adentro en los muros de tierra. En el interior se emplea­ba madera en contadísimas ocasiones, como en el caso de la puerta principal.

Presente y futuro de las mezquitas

Recientemente, las mezquitas de adobe de Tombuctú han visto reconocida su innegable aportación a la arquitec­tura mundial al ser declaradas Patrimonio de la Huma­nidad. Ello no evita, sin embargo, que sigan teniendo la función para la que se edificaron, esto es, la de centros de oración y estudio de la fe musulmana.

En este aspecto, la población local considera dichas mezquitas como signos de identidad y orgullo propios. De ahí, el celo que ponen en su conservación, perpetuando el pasado centenario de tan importante legado histórico para las generaciones venideras.

Ficha técnica de las Mezquitas de Tombuctú

  • Época: siglos XIII-XV d. C.
  • Localización: Malí, África occidental.
  • Mezquita de Dyinguereber: Construida tal vez en el siglo XIII, aunque se atribuye también al arquitecto andalusí al-Saheli (1327 d. C). El tamaño de los muros es: muro sur 35 m, este 52 m, muro norte 40 m y oeste 44 m.
  • Mezquita de Sankore: Construida en época de la dinastía Mande (1325-1433 d. C) Dimensiones: 31 m (muro sur) x 28 m (este) x 31 m (norte) x 31 m (oeste). Patio interior de 13 m².
  • Mezquita de Sidi Yahya: Construida hacia 1440 por un noble deTombuctu, Muhammad Naddi, quien le puso el nombre de su amigo, el imán SidiYahya. Dimensiones: 30 m (muro sur) x 31 m (este) x 31 m (norte) x 30 m (este). Minarete: 9,3 x 8,4 m.

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